Hoy comienza en Barcelona el Mobile World Congress, evento organizado por la GSMA que reúne a más de 1200 empresas relacionadas con sistemas móviles, redes y software. ¿Importancia del evento? Toda. De un lado porque se verá qué tendencias han cuajado durante 2007 y cuáles no (¿qué ha pasado con la televisión en el móvil?). De otro, porque veremos qué nos depara el futuro.
Parece que este año los tiros van por el terreno que a nosotros nos interesa: desarrollo de la web 2.0 en dispositivos móviles (más allá del portátil), presentación de dispositivos cada vez más completos (que permiten grabar y reproducir video de calidad, podcasting,..), desarrollo de grandes redes wifi (la llamada Wimax), etc…
Si nadie lo remedia, yo apostaría por 2008 como el año de la movilidad. Ya lo hemos dicho aquí repetidas veces: el futuro es lo nano, lo micro y lo portable,… Y está claro que en educación también. Yo de momento ya no llevo cedés a clase, porque tengo todo lo que necesito en mi iPod. Y al que no le guste, que no mire…
Yo si meto los cedés de clase en el ipod me quedo sin la discografía de Slowdive. Vaya dilema.
El problema es que hay que invertir del propio bolsillo en tecnología… y a mí, así, no me salen mucho las cuentas.
Este año ya he caído en la compra de un portátil y de un mp3 (que no es ipod, pero funciona igual)… pero a este ritmo no gano para «aparatejos». ¿Hay alguna otra solución?
No te creas, David, la TV en el móvil fue precisamente uno de los «paratos» que presentes en la muestra y que mereció una especial atención de los medios (me refiero a TVE), aunque tampoco yo lo he encontrado en los portales del encuentro. No podía ser de otra manera: todo el mundo tiene móvil, todo el mundo ve la tele.
Abundando en la pregunta de Bibi, la verdad es que no gana uno para cachivaches. Parece que la tendencia general (en todos los sectores: los sobrecargos de Lufthansa, por ejemplo, hace años que exigen sin resultados que la empresa les proporcione un portátil, ya que les obligan a trabajar con ellos) es beneficiarse de que los trabajadores tengan sus propias herramientas digitales para ayudarles en el trabajo que realizan, y así no hay manera.
Hace un par de meses me comentaba un grupo de profesores de un centro que habían solicitado de la empresa una inversión en tres reproductores MP4 para las clases, y que por poco hay que llevar al director (y propietario, como casi siempre) a que lo reanimen ante tamaño gasto. Resultado: cada uno se compró lo que pudo de su propio bolsillo (ganando lo que gana un profe de E/LE me parece una heroicidad).
Eso sí, luego el centro presume de contar en sus clases con los mejores profesionales y la última tecnología.
Pa’ matal’los a tós, payo.