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Stack o la tecnología como forma de representación simbólica sostenible

Uno de los debates más absurdos que han tenido lugar en los últimos tiempos es el que se refiere a la sustitución del libro de papel por el digital, ya que las interfaces no son conceptos que se sustituyen en una especie de línea de progreso, sino que son artefactos que conviven libremente en tanto toman la forma de paradigmas.

La irrupción de lo digital ha hecho que algunas tecnologías puente hayan intentado atrincherarse en su papel mediador, lo que ha producido grandes distorsiones. Es el caso del CD, artefacto de transición entre el vinilo y el mp3. Nunca como ahora he comprado más casetes y vinilos, al mismo tiempo que nunca como ahora he tenido más música digital en mis servidores. Lo que no tengo son CDs.

Esta reflexión me llevaría muy lejos, ya que es aplicable al mundo educativo; personalmente basculo entre el lápiz y el «cloud computing», entre la clase magistral y el MOOC conectivista; de esto he escrito mucho, y hace poco lo comenté en relación con un informe inglés que muestra el callejón sin salida al que nos conduce el uso de la nueva tecnología en el aula.

Todo esto viene a cuento de que no me extraña nada -y me alegra mucho- el éxito continuo de Stack, la iniciativa de Steven Watson (cada vez más cara, debido a los precios postales, me parece, que se están disparando en UK), para que los que quieran reciban al azar alguna de las 22 revistas en papel que tiene en su catálogo. En todo el mundo se está produciendo un renacimiento del papel, ya que nunca ha sido tan fácil y barato montar una editorial independiente en la que publicar los libros que a uno le gustan. Nosotros hacíamos fanzines, ahora lo digital permite hacer productos de la mayor calidad con un costo mínimo. Y fanzines también. Los nativos digitales son los que están recuperando el papel.

Stack ha sido -en parte lo sigue siendo- uno de los fenómenos simbólicos de los últimos años, por sus características serendípicas, basadas en el crowdfunding, en la logística de las interfaces, por su fuerza representativa a la hora de entender la tecnología como parte del capital simbólico de la vida cotidiana, no como una especie de cuento para adolescentes que han leído mal a Hegel.

PISA y la lectura digital

Sólo una breve nota sobre este tema en relación con el informe PISA 2012 [PDF], que tanto ruido ha hecho en toda Europa, especialmente en Suecia, donde los resultados han sido considerados como catastróficos.

Una de las habilidades que mide el informe PISA es la comprensión lectora, pero desde 2009 lo hace en sus dos vertientes: en papel y en formato digital, es decir, la capacidad de los estudiantes para buscar, leer, comprender y evaluar la información en internet.

En el caso de Suecia, por ejemplo, se ha desplomado el resultado de la lectura en papel, pero se mantiene alto el de lectura digital, sobre todo entre las chicas. En este blog se analiza el lamentable dato por lo que se refiere a España.

No sé qué relevancia puede tener algo que resulta tan llamativo en el caso de Suecia, pero lo cierto es que la lectura digital (buscar, leer y comprender textos en la red) es una habilidad que se adquiere fuera de la escuela, es decir, que forma parte del aprendizaje invisible que todos desarrollamos en nuestra vida diaria.

Una interpretación muy personal al respecto. Creo que la escuela no debe ser práctica, no debe meter sus narices para echar a perder habilidades -me niego a llamarlas «competencias»- que los chicos desarrollan de forma natural en su propio «lifelong learning». La escuela está para aprender lo intemporal: la filosofía, la lengua, la literatura, el latín…, lo que no ofrece el mundo exterior. Qué estupendo artículo de Santiago Navajas hace unos días sobre la nueva reforma educativa.

La escuela debe ser real, no debe ser una imitación cutre del mundo real. Algo de esto intenté explicar en una entrada anterior.

Aprovecho para recomendar un manifiesto excelente del italiano Nuccio Ordine que acaba de presentarse en su traducción española: La utilidad de lo inútil [Acantilado, 2013]. De lectura obligatoria para la secta de los pedagogos.

Otra brecha educativa: la realidad y los expertos

Acaba de publicarse el informe Languages in Education (pdf) que coordina el «think tank» CCN Foresight, con base en la University of Jyväskylä, en Finlandia -bajo los auspicios del Programa «Lifelong Learning» de la Comisión Europea.

En sólo 14 páginas, los «expertos» europeos pretenden abarcar los cambios que están por venir en la enseñanza de lenguas en Europa durante la década 2010-2020. En mi opinión, este informe es más de lo mismo y en muchos momentos da vergüenza ajena, por su contenido y por su forma (esas fotos de bebés de ojos azules que salen de debajo de una manta o esos profesores de catálogo tocando con el dedo una pantalla táctil).

Hay una obsesión enfermiza por medirlo todo, por certificarlo todo -el fracaso del portfolio y de herramientas similares no parece que les haya afectado en nada. Los lugares comunes se suceden unos a otros, como ya pude ver en julio de 2009 en Barcelona, en un encuentro sobre competencias digitales que fue muy interesante pero en el que el representante de la burocracia europea sólo pensaba en reglamentar, estandarizar y controlar. Siguen igual, no se enteran de nada, viven en una burbuja de planificación estéril.

En el informe se considera el e-learning un instrumento para el desarrollo de nuevas destrezas, pero se insiste en el tópico manido: el estudiante que le enseña al profesor cómo funciona Facebook, al tiempo que el profesor (retratado como un tontito incapaz de manejar un ratón) le enseña al alumno su «expertise»: lo que está bien y lo que está mal en el uso de la red. Me parece una visión patética del cambio sustancial al que estamos asistiendo: todos somos profesores y todos somos estudiantes, no hay nativos digitales sino competencia digital, etc.

No me extiendo, el informe no tiene ni pies ni cabeza. Si lo traigo aquí es para llamar la atención sobre el creciente distanciamiento de la realidad de los supuestos expertos educativos de la Unión Europea. Triste.

Marcas blancas y educación

No he leído todavía el nuevo libro de Alejandro Piscitelli: Nativos digitales. Dieta cognitiva, inteligencia colectiva y arquitecturas de la participación (Santillana, 2009), pero creo que tengo suficiente información como para hacerme una idea de su contenido. Me gustaría al respecto llamar la atención sobre la excelente reseña de Hugo Pardo Kuklinski en digitalismo.com.

Piscitelli es siempre una fuente de estímulo constante, gracias no solo a su fértil capacidad de generar ideas sino también a esa lectura proactiva de que habla Kuklinski, y a la que felizmente nos aboca. Sin embargo, creo que cada vez está más equivocado; ya de principio me supuso una sorpresa que insista en el término «nativos digitales» cuando el propio Marc Prensky ha entonado con muy buen criterio la palinodia, y cuando ya sabemos que es una noción insostenible.

La reseña está hecha con afecto hacia al maestro, pero desmonta los errores de base del libro; es lo que llama «matices», y que en realidad son auténticas refutaciones:

    1. La publicidad no puede ser referencia para el mundo educativo, ya que se trata de una institución que está más en crisis todavía. Kuklinski pone el dedo en la llaga acuñando la afortunada expresión «marcas blancas de la educación», que desde ya me apunto como uno de los conceptos que marcarán los próximos años. Dice HPK:

    Seguramente Piscitelli escribe pensando en Argentina y Latinoamérica y no le falta razón. Pero mi experiencia europea en España y la americana en Stanford University me dice que existen instituciones educativas y/o profesores que logran un sentido de pertenencia de sus usuarios tan relevante que se convierten en marcas reconocidas. Y ese sentido de pertenencia es de por vida transmitido en el valor de “pertenecer” a dicha institución (algunas universidades latinoamericanas de élite podrían entrar en esa categoría como el TEC de Monterrey, por ejemplo).

    El problema lo tienen las “marcas blancas” de la educación, las instituciones que no han sabido o podido construir prestigio a su alrededor y que se convirtieron irremediablemente en un costoso parking de jóvenes antes de ingresar al mercado laboral y en un aún más costoso espacio de profesores sin voluntad de crecer profesionalmente, sin redes internacionales y muy cómodos en su rol funcionarial, sin exigencias meritocráticas ni competencia real, cómodos en la cultura endogámica que les ofrece el sistema (pienso en España donde la tasa de endogamia es altísima).

    2. La periferia educativa es un mito. Citando a la Stanford Social Innovation Review: «The biggest obstacle to reducing poverty is not low-income communities’ lack of capacity, but society’s stereotype they are unable to help themselves.». Exacto. La brecha digital -en una sociedad de conocimiento en red- no depende del hardware sino del mindware, y por tanto de factores sociales. Esto es tan aplicable a la Argentina como a España, cuyo futuro en este terreno está por ver.

    3. La novedad del cambio tecnológico es falsa. Siempre la ha habido. La hubo al cambiar el rollo de papiro por el libro de pergamino, y la hay ahora.

Frente a esto, las reflexiones de Piscitelli sobre cultura pop, basadas en Steven Johnson, uno de los autores que más seguimos en Nodos Ele, y sobre redes sociales, centran mejor los asuntos, a mi parecer.

Lo mejor en todo caso es que lean el libro de Piscitelli -dejándose llevar por su entuasiamo proactivo– y la reseña de Hugo Pardo Kuklinski, y saquen conclusiones por sí mismos. Personalmente estoy de acuerdo con la tesis de base de este último: un adanismo basado en cambios tecnológicos supuestamente revolucionarios llevados a cabo por una generación de nuevos entes cognitivamente superiores, es un error de bulto.

Lo que en realidad se está configurando es una nueva forma de interacción entre los elementos del complejo educativo, en la que la marca de cualquiera de ellos vendrá referenciada en términos de reputación, conectividad y conocimiento; una Universidad, por ejemplo, más cercana a las medievales que a las del siglo XX.

Lo demás no parece sino una nueva versión del antiguo lema de la sociedad industrial: «el cliente siempre tiene la razón».

It's Student, Stupid!

Ahora que Marc Prensky ha decidido dar por amortizada su conocida dicotomía entre nativos e inmigrantes digitales para poner el foco sobre lo que denomina “digital wisdom”, debemos ser más conscientes todavía de que el protagonismo del cambio en el mundo educativo no puede darse más que desde y para los propios estudiantes.

Hace unos días Lola Torres recuperó en su blog -en el marco de una entrada que tiene los enlaces justos, aunque no estén desarrollados- el vídeo que Michael Wesch montó en 2007 a partir de las ideas de 200 estudiantes de Antropología Cultural de la Kansas State University. Aquí son los propios estudiantes los que toman la palabra y cuentan cómo y qué necesitan aprender, qué objetivos, esperanzas o sueños albergan para el futuro, cómo prevén ese futuro que les pertenece:

Supongo que Lola ve este hecho en una línea «edupunk» (su entrada lleva por título «hackeando la educación»). Los que vemos el mundo educativo desde un punto de vista «edupop» miramos con interés iniciativas como la de GradeGuru, un servicio en el que los estudiantes que necesitan mejorar sus notas pueden contar con la ayuda de otros compañeros, a cambio de una recompensa económica:

«GradeGuru.com is a note sharing platform for college students to share notes, give each other feedback and engage in collaborative learning. GG is an information sharing site created by students for students. We’re also providing students with cash and rewards for their notes because we believe students should earn for sharing their knowledge. Our vision is to create a community of students who can rely on each other for academic support – whether through the feedback they receive on the notes that they contribute, or the ability to download their peers’ notes for free.

Since GradeGuru is a meritocracy, how much you get rewarded will be determined by how good your peers think your notes are.»

A los profesores nos pagan por enseñar, ¿por qué los estudiantes que enseñan a sus pares no pueden recibir a cambio lo que quieran? Es lo que subyace en el sharismo de Isaac Mao, y en el Manifiesto Edupop que David Vidal y yo publicamos en este blog:

«Technology and knowledge must be free to share, sell or use in order to give away ideas, innovations and visions. So we will receive whatever is shared, sold or gave away in return. We live in a connective world where culture and knowledge is everywhere, and individuals must be free to do as they want in it».

Y de Alemania viene Sofatutor, que ha entrado en beta esta semana, otra iniciativa nacida entre universitarios. La idea no está totalmente definida todavía pero se trata de una plataforma educativa basada en la posibilidad de que cualquiera pueda producir vídeos al estilo commoncraft y gane dinero con ello:


sofatutor introduction from SofaTutor on Vimeo.


En el fondo, todo va en la misma dirección: horizontalidad, sharismo y foco en el aprendiente que es el protagonista tanto del proceso de aprendizaje como del proceso de enseñanza.

Digital Wisdom

img_0677_2En el último número de Innovate. Journal of Online Education, Marc Prensky da por amortizada su conocida dicotomía entre nativos e inmigrantes digitales de 2001.

En «H. Sapiens Digital: From Digital Inmigrants and Digital Natives to Digital Wisdom» propone una nueva etiqueta sobre la que deberíamos enfocarnos: «digital wisdom». La verdad es que no me atrevo a traducir «wisdom» al español en este contexto:

[…] we can define wisdom as the ability to find practical, creative, contextually appropriate, and emotionally satisfying solutions to complicated human problems (as Solomon famously did with the baby problem).

Prensky apuesta fuerte a la hora de relacionar complejidad tecnológica y desarrollo del cerebro humano en la línea de un «homo sapiens digital» o, con otras palabras, una «digitally enhanced person». Como es lógico, toma partido por Steven Johnson frente a Nicholas Carr, hasta el punto de considerar que la nueva brecha digital está entre personas que han implementado sus facultades hacia la «digital wisdom» y las que no (independientemente de que sepan manejar la tecnología, por eso distingue entre «digital wisdom» y «digital cleverness»):

People who are digitally clever may be very good at manipulating digital technology, but they do so in a way that does not exhibit wisdom and does not help them become wiser […] Digital wisdom comes only when digital tools are used to enhance thinking in a positive way.

Digital wisdom means not just manipulating technology easily or even creatively; it means making wiser decisions because one is enhanced by technology.

Un texto a tener en cuenta, después de su carta abierta a Obama proponiendo cambios en el sistema educativo norteamericano.

Marc Prensky en la Social Learning Summit

3709495840_49cb4189c1_mEl viernes se celebró la Social Learning Summit 08 en el Deutsches Technikmuseum de Berlín y Marc Prensky nos deleitó con una presentación refrescante y adictiva titulada «Learning by Gaming».  Destaco algunos puntos:

  • Prensky habló de la necesidad de encontrar un punto medio entre las imposiciones institucionales (curriculo, contenidos, secuenciación) y las necesidades e intereses de docentes y alumnos. Habló de la necesidad de más protagonismo y autonomía de los estudiantes si queremos que éstos se impliquen y participen activamente.
  • Presentó la bifurcación de la educación actual en dos vertientes, una académica  que lleva a la certificación y en la que se aprende lo que demanda una institucón determinada para dar un título y otra posterior a la certificación que él llamó «after School»  que equivaldría a lo que en Europa llamamos «aprendizaje a lo largo de toda la vida» en la que el alumno persigue aprender aquello que cree que necesita sin que nadie se lo imponga.
  • Una parte importante de la charla se dedicó a exponer cómo los videojuegos pueden favorecer el aprendizaje activamente y a cómo los adultos sin experiencia como jugadores pueden entender este aprendizaje y valorarlo. Hizo referencia al grado de complejidad de los juegos como factor determinante para su éxito y al desarrollo de aptitudes útiles para la vida que se da en los jugadores (pérdida del miedo ante el riesgo para obtener secompensas, trabajo en equipo, aceptación de responsabilidades, adoptar múltiples perspectivas, etc..) Todo ello se encuentra más desarrollado en su último libro
  • Me gustó especialmente su diapositiva contrastando los estilos de enseñanza y aprendizaje de inmigrantes y nativos digitales. Ya sé que se puede discutir mucho sobre el tema y las forma de nombralo, pero creo que el contraste brutal que representa refleja bien lo que se vive en las aulas:
Formas de enseñar y aprender de inmigrantes y nativos digitales

Formas de enseñar y aprender de inmigrantes y nativos digitales según Marc Prensky

Sociedad Red: Cambios sociales, organizaciones y ciudadanos

imagen-1Leyendo el blog de Juan Freire nos enteramos de que ya está disponible el programa definitivo del curso Sociedad Red: Cambios sociales, organizaciones y ciudadanos, que se celebrará en el maravilloso Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona entre el 15 y el 17 de Octubre.

El curso cuenta con participaciones de lujo (el mismo Juan Freire, Enrique Dans, Andrew Rasiej, Tom Steinberg, Carlos Domingo, nuestro querido Ismael Peña-López…) que aunque enfocarán el tema desde un punto más sociológico, y hacia el mundo de la empresa, es seguro que podremos extrapolar muchas de sus experiencias a la educación. No olvidemos que Richard Gatarski ya nos invitó hace casi un año a enfocar la educación desde un punto de vista económico bajo el lema forguet the school (la crisis de la escuela como institución, por cierto, también ha salido a la luz últimamente en el marco del CCK08). Además, seguro que también sale el tema de la Generación Y y los nativos digitales,… que al fin y al cabo son también nuestro público.

Si, como yo, no puedes asistir a las jornadas, siempre te quedará echar un ojo a la etiqueta sociedadred2008 en delicious o cualquier otro marcador social, para ver qué se va publicando al respecto. A ver si Lola o Carlos tienen un rato, se pasan por allí y nos cuéntan qué tal…

Stephen Downes, ¿edupunk o edupop?

Stephen Downes ha estado esta mañana hablando en el I Congreso Internet en el Aula, que hemos ido siguiendo by streaming a duras penas, y la única duda que me queda es si Mr. Downes es más edupunk o más edupop.

Lo que está claro es que la suya ha sido la charla más lúcida e inspiradora del Congreso y de ello se han hecho eco muchos, desde Fernando Santamaría, que ha colgado los videos para que podamos verlo de nuevo, hasta nuestro querido y admirado Prrofesor Potâchov. Hay quien incluso ha tomado unas muy interesantes notas.

Recomendamos, claro, que no se pierdan la charla, y sobre todo, que lean entre líneas. Estas ideas, como las de George Siemens, y como las de los grandes inspiradores, necesitan de cierto reposo y huyen de ser tomadas a la ligera. Yo por eso, me he decidido a tomar el audio (de la conferencia y del turno de preguntas) e introducirlo en mi biblioteca de iTunes para reescucharlo un par de veces antes de decir nada improcedente (estoy editándolo para ponerlo también a vuestra disposición muy pronto).

Por cierto, que me pregunto yo qué idea se habrá llevado Downes de los asistentes al Congreso… Porque me parece que no le hemos causado muy buena impresión… Y si no, échenle un ojo/oído a la respuesta de Downes a la (vergonzosa) pregunta «¿Y de dónde saca un profesor el tiempo para hacer estas cosas en internet?«. En fin, ¿qué opinan ustedes?

A vueltas con Second Life


Antes de leer el post, les recomiendo que vean a la hija de 3 años de Alex Couros en plan «mi papá es un pobre inmigrante digital». Si después de esto les quedan ganas, adelante

Sigo siendo escéptico sobre Second Life, ese mundo paralelo que colonizaron de mala manera algunas empresas y que me crea problemas con el ordenador siempre que entro. El Instituto Cervantes difundió el otro día una nota en la que ofrece a los alumnos matriculados de sus Centros propios y asociados/acreditados la asistencia gratuita a clases virtuales en SL los jueves a las 15 horas. Estas clases se vienen celebrando desde el 14 de febrero, duran 30 minutos y tienen como objetivo mejorar la expresión oral de los avatares asistentes. No sé qué acogida ha tenido la propuesta (yo voy a llevarla a clase esta semana en el Cervantes de Utrecht y les cuento) y tampoco la he podido experimentar en pixel propio porque, como he dicho, se me cuelga el equipo cuando lo intento.

En estas condiciones me ha llamado la atención el artículo que publica Ruth Martínez en el último número de la Learning Review Latinoamérica: «Aplicación de la Teoría Conectivista de George Siemens en Formación Online sobre Second Life». Ruth Martínez -o AureA Memotech, como prefieran- lleva tiempo dedicada a investigar las posibilidades educativas de Second Life. Es un artículo breve y tiene párrafos interesantes, como cuando observa la percepción que a veces tenemos de los videojuegos:

«Para el alumnado, ya sean nativos o inmigrantes digitales, la utilización de herramientas colaborativas y comunicativas de la Web 2.0 o de Mundos Virtuales 3D, no tiene porqué percibirse como aprendizaje real, y puede ser considerado como una distracción. En el caso de los nativos digitales, por que éstas son herramientas utilizadas principalmente para el ocio y las relaciones sociales, y en el caso de los inmigrantes digitales, por desconocimiento de las mismas y de sus posibilidades de aplicación en el ámbito educativo»

Pero lo que me ha sorprendido es la conexión con Siemens. No entiendo bien el motivo de invocar a Siemens en el título de un artículo en el que se mezclan constructivismo y conectivismo como si fueran la misma cosa y que estaría más cerca de planteamientos informales o de pop culture que conectivistas. Igual es culpa mía, que no lo he entendido.

En todo caso, parece que Second Life va a seguir dando que hablar, así que habrá que estar atentos. Por el momento -y aún bajo el shock de ver a la hija de Couros- me sigo quedando con la respuesta que da Juan Freire en el último número de la edición española de Learning Review:

«Quienes están acostumbrados a moverse en la Red, son bastante más reticentes [con Second Life] y no le han encontrado tantas utilidades. Creo que SL es un mundo virtual entre muchos posibles. Si bien se viene hablado mucho sobre SL, me parece que debería hablarse más de mundos virtuales, porque SL no es más que uno de ellos. Como tal, SL tiene muchas utilidades, aunque por ahora se está utilizando para objetivos para los que no es realmente necesario. Muchas veces pienso que con SL se está haciendo difícil lo que es fácil. Con esto digo que actividades que realmente no requieren de SL se están haciendo en ese ambiente»