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De Nebrija a Ola k ase. Salamanca se lanza a las Humanidades Digitales en clave ELE

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Parece que va tomando cuerpo el MediaLab USAL creado por el Servicio de Innovación y Producción Digital de la Universidad de Salamanca. Eso está muy bien, porque se adivina mucho talento y ganas de hacer cosas.

Como es natural, la línea de investigación que más me interesa es Hablando Eñe (HÑ), que definen así:

Esta línea de trabajo se centra en la difusión de la cultura y el idioma del español.

Las actividades que se ponen en marcha desde esta área están orientadas a recorrer el español en todas sus vertientes: acentos, evolución del idioma, geografía de la lengua, literatura en castellano, hispanohablantes del mundo, narrativa, autores, impacto de redes sociales en el uso del idioma…

Supongo que Hablando Eñe parte de la sinergia con el ELElab de la misma Universidad, una iniciativa que destaca claramente en el incipiente panorama de las Humanidades Digitales en España; aunque demasiado orientada hacia la creación de materiales, para mi gusto. Si de algo estamos servidos en el mundo ELE -tan cutre en tantas cosas- es de materiales de calidad que generan editoriales privadas. Veremos.

Creo que el primer proyecto HÑ fue la instalación de Damià Jordà sobre acentos de la lengua Proyecto Oral:

Ahora se descuelgan por fin con una mesa redonda/seminario: Ola k ase. El español en internet (14 de marzo) en el que estará gente que viene del ELElab: Daniel Escandell, Sheila Lucas y Alvaro Recio.

Va siendo hora de que la gente joven que se dedica a la Enseñanza del Español como Lengua Extranjera entre con fuerza en un campo que necesita renovarse continuamente.

Se agrega y grita: Para el sufrimiento inutil y deja subjuntivo!!

A través del blog de Teresa de Santos, llego a una página en Facebook que se llama Anti subjuntivo, al parecer creada por estudiantes de español en Eslovaquia (hay unos 180 ahora).

Como bien explica Miriama Petrikova (Gymnázium Federica Garcíu Lorcu, Bratislava) en su preciosa interlengua:

Te apetece mucho espanol? Y tambien crees que subjuntivo lo hace menos atractivo? Eso es el grupo mas ideal para ti.

Se agrega y grita: Para el sufrimiento inutil y deja subjuntivo!!

No me parece ninguna tontería. Soy firme partidario de que, independientemente de nuestra variedad nativa, vaya tomando forma de manera espontánea una especie de español internacional, similar al inglés, que actúe de interfaz comunicativa para los millones de hablantes no-nativos de esta variedad latina. Como dice Robert Lane Greene: «Languages become simpler and more flexible in order to spread and succeed».

El español lo tiene todo para convertirse en una interlengua global (no internacional, como ahora, y con escasas perspectivas de mejora, diga lo que diga la propaganda), pero para eso debe abundar en un proceso de simplificación flexible, semejante al del inglés (que se ha convertido de este modo en lengua de comunicación global). Si fuera de la lengua nativa no hay otra cosa que interlengua, dicha variedad debe ser lo más eficiente posible.

Este proceso (que además está en la naturaleza histórica de la lengua española, como sabe cualquiera que haya leído la Historia de la lengua española de Rafael Lapesa) pasa, entre otros caminos, por la simplificación de un sistema verbal inasumible cognitivamente para un no-nativo (todo profesor de ELE debe tener la honestidad de dejarle las cosas claras al estudiante desde el principio). La operatividad del subjuntivo no implica su necesidad.

El subjuntivo es lógico, el subjuntivo es operativo (PDF), el subjuntivo es una forma estupenda de pasar el rato con los estudiantes, investigando las posibilidades del español. Las investigaciones y materiales de José Plácido Ruiz Campillo (esa obra maestra que es El ventilador) son la prueba. Pero el subjuntivo es «inútil» desde el momento en que un analfabeto nativo en lengua española lo usa siempre de forma correcta. Su operatividad cognitiva implica su inutilidad comunicativa, puesto que su recepción conlleva mecanismos de comprensión autónomos.

Algunos estudiantes de español como lengua extranjera saben que algo no cuadra. Y lo dicen. Y tienen razón.

    He concretado un poco más estas ideas en los comentarios a «La hora del léxico».

We are the world, We are the linguists

Algunos profesores y estudiantes del Programa de Lingüística Teórica de la Eötvös Loránd University-MTA de Budapest (que supongo estarán afectados por los recortes económicos en las universidades europeas) han decidido celebrar el vigésimo aniversario del departamento con una nueva versión en inglés de «We Are The World».

Los lingüistas húngaros reivindican su función social a la hora de hacer más comprensible el mundo en que vivimos. Juzguen ustedes mismos (la letra va debajo):

There comes a time / When we heed a certain call, / When linguists must come together as one. / There are people speaking, / They bind and c-command; / It’s grammar, the greatest gift of all.

We can’t go on / Pretending day by day / That we know our language works in the brain. / We are all a part of / God’s linguist family, / And the truth, you know, grammar’s all we need.

Estribillo: We are the world, / We are the linguists, / We are the ones who make a brighter day / By making theories. / There’s a choice we’re making / By forming hypotheses / And we’ll describe a language / Just you and me.

Send them a research group / So they’ll know that someone cares / And their data will be thoroughly explored. / God has shown us / By turning stone to bread / That even a linguist must be fed.

Estribillo

When you’re criticized / There seems no hope at all, / But if you just believe / There’s a usage-based approach. / Well, well, well, well, let us realize / That debates will always come / Even though we stand together as one.

Estribillo

El maestro ignorante y una perífrasis

"Los galaaditas cortaron a los efrainitas los vados del Jordán; y cuando los fugitivos de Efraín decían: “Quiero pasar”, le preguntaban los galaaditas: “¿Eres tú efrainita?” Y cuando respondía: “No”, le decían: “Di schibólet”; mas él decía: “sibólet”, pues no sabía pronunciarlo bien. Entonces lo prendían y lo degollaban junto a los vados del Jordán. Así murieron en aquel tiempo cuarenta y dos mil efrainitas. [Jueces 12:5-6]”

Me salgo un poco del tema de las nuevas tecnologías para llamar la atención sobre el estimulante artículo que publican hoy en el Diario de Sevilla José Plácido Ruiz Campillo (Columbia University) y Juan José Romera López (autor de uno de los libros del año en el campo de la educación obligatoria: Retrato canalla del malestar docente, Toromítico, 2010).

El artículo -a cuenta de una perífrasis que no lo era- es simplemente perfecto, y se titula «El maestro ignorante y una perífrasis».

En esta tribuna periodística vuelven a hilvanar algunas necesarias obviedades sobre el enorme engaño de la gramática y su evaluación en la actualidad: una gramática que no habla sobre la lengua sino sobre lo que debería ser la lengua, y una evaluación que solo sirve para que alguien obtenga un papelito diciendo lo que otra persona «habilitada para ello» quiere que diga:

Si a los alumnos de Física se les explica cómo opera el efecto fotoeléctrico y no cómo debería operar, si en biología aprenden cómo evolucionan las especies y no cómo deberían evolucionar, ¿por qué en Lengua se les machaca con cómo debería o no debería ser la lengua y se les niega la descripción científica de cómo realmente es y cuáles son las leyes que explican su funcionamiento real? ¿Por qué la asignatura de Lengua es la única donde el objeto de estudio no es la misma lengua, sino los libros sagrados que glosan sus misterios? ¿Por qué es la única donde se niega el conocimiento disponible y se impone el dogma?

Un adolescente no tiene por qué encontrar problemático, por ejemplo, memorizar para un examen que el subjuntivo es el modo de la irrealidad, y felicitarse después del examen diciendo «Me alegro de que haya caído esa pregunta», formulando adecuadamente en subjuntivo la evidencia. En cualquier caso, examen superado.

Como ellos mismos reconocen, la «gramática taxidérmica» seguramente seguirá en el mismo sitio, como el dinosaurio de Monterroso; pero recordar de vez en cuando cuatro cosas al alcance de cualquiera supone un ejercicio intelectual muy recomendable.