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Hackatón matemático en Finlandia

[más fotos en el Flickr del hackatón]

A estas alturas hay ya poco que decir. El periódico ABC ha publicado una magnífica información en español sobre el hackatón de los matemáticos finlandeses: «Cómo escribir un libro de texto en un fin de semana» [05.11.2012].

Descarga en PDF (ojo: solo en finés, por el momento)

Joonas Mäkinen y el grupo de participantes en el oppikrirjamaraton han hecho historia.

The most important aspect of this project is openness and transparency. All development and evolution require copying and revising. This does not occur in current textbooks, which cannot be altered due to copyright reasons.

The price for a similar mathematics book is around 15 euros, hence the possible value of the book project can be be up to half a million euros.

Lo único que me gustaría apuntar es que no resulta raro que esto haya pasado en Finlandia, ya que este país reúne las condiciones ideales: profesores de excelencia (lo importante es la selección de profesores, no la «accountability»), currículos abiertos, actitud distributiva ante los contenidos, tradición en microtareas y crowdsourcing (de hecho, son los pioneros en este campo, como ya hemos comentado por aquí), etc…

Finlandia sigue abriendo camino gracias a una combinación de libertad, excelencia y conectivismo.

Por este motivo, todo esto pasa en Helsinki o en Tampere, no en Estocolmo, que tiene muchos más medios económicos y recursos humanos. En Suecia no tienen aún un «mindware» tan completo.

En cuanto a España…

xEducation, el nuevo libro de George Siemens, Bonnie Stewart, y Dave Cormier

Sólo una pequeña nota para poner sobre aviso de xEducation (Johns Hopkins University Press, 2013), el nuevo libro que están escribiendo George Siemens, Bonnie Stewart, y Dave Cormier. Lo presentan así:

Our focus is on sidestepping the rather substantial hype around educational reform, particularly from the technological angle, and present a solid discussion of the scope and nature of higher education (HE) change.

Para seguir la escritura del libro han creado el blog xED Book, a book about education stuff, moocs, etc., en el que -como es lógico- apenas hay todavía sino declaraciones de intenciones:

The university’s main currency, its main product, is knowledge. As new things are done with knowledge, university’s face pressure to adapt to knowledge’s structure and flow.

Duolingo. Mediación entre pares

En las últimas semanas se le está dando un nuevo impulso (funcionaba por invitación y ahora está liberada) a Duolingo, la «start-up» lanzada por Luis von Ahn (University of Pittsburgh) que pretende que los usuarios aprendan un nuevo idioma (inglés, francés, español y alemán, por ahora) a través de la traducción de textos cortos, graduados en dificultad.

Una de las ideas que subyace a esta iniciativa «crowdsourcing» es la de las limitaciones de sistemas algorítmicos como el de Google Translate (aunque depende de la lengua: la fiabilidad de una traducción inglés-español es muy superior de la otra sueco-español). Ahí es donde entra el «factor humano» («human quality»).

Cualquier persona o empresa puede someter un texto en Duolingo con vista a que los usuarios lo traduzcan. El problema de la fiabilidad se intenta resolver como se puede, mediante sistemas de «digging».

Habrá quien diga que para esto ya tenemos la Wikipedia. No le faltará razón. A este respecto, me gustaría hacer una observación, ya que instituciones como el Instituto Cervantes insiste en hablar de la importancia del español en el mundo. No cabe duda de que el español es una lengua con un gran número de hablantes, pero llama la atención que no llegue al millón de artículos en la Wikipedia, mientras que inglés, alemán, francés e incluso holandés, por ejemplo, superan ampliamente esta cifra.

La relevancia de una lengua se mide por su valor cualitativo, no sólo por su número de hablantes.

De hecho, uno de los motivos por el que von Ahn creó Duolingo es la escasa presencia del español en la red:

[The idea] came up with the translation idea when he noticed that friends and relatives in his native Guatemala had far less content available to them online if they did not know English. The Web, Mr. von Ahn argued, is inferior in Spanish.

Haríamos bien todos en ver las cosas como son, en vez de lanzar unas campanas al vuelo que no se corresponden con la realidad.

En julio se publicó una nota muy completa sobre Duolingo en el blog de Genbeta.

Post veraniego. El PCIC en la red y la magia del B1

Como ya debe saber todo el mundo, el Plan curricular del Instituto Cervantes (PCIC) está en la red. Esto es algo que veníamos pidiendo desde que se publicó, de modo que es una buena noticia.

El PCIC desarrolla y fija los niveles de referencia para el español según las recomendaciones del Marco Europeo Común de Referencia (MECR). Es decir, ya tenemos en la nube las dos herramientas básicas con las que trabajamos los profesionales de la enseñanza de ELE.

Por lo demás -debe ser el verano que se acerca y me hace pensar cosas raras-, ¿no tienen la sensación de que el B1 se está convirtiendo en una especie de nivel contenedor que lo aguanta casi todo? Cursos, libros, pruebas. Si algo no está claro, ahí tenemos el B1 al rescate. Si los niveles del Marco fueran caramelos sugus, el B1 sería el de piña:

Los «niveles contenedor» han existido siempre; el «nivel intermedio», el «nivel umbral» (de nombre iniciático y connotaciones mágicas), han funcionado así en el pasado; no pasa nada grave, lo importante es saber lo que uno se trae entre manos -que si no, te puede pasar como a Mourinho, que se te pega entre los dientes.

Es como si la fascinación de atravesar el «umbral» se hubiera transmitido al más prosaico B1. ¿Existe el B1? ¿Existe la «magia del B1»? ¿Alguien más tiene esta impresión, o es cosa del veranito?

Cómo la evaluación destruye la educación. Un libro de Diane Ravitch (2010)

Diane Ravitch no es una persona irrelevante. Ha sido una de las responsables de implementar las políticas educativas en EEUU durante las presidencias de Bush y Clinton, en especial por lo que se refiere a la «accountability», es decir, el uso sistemático de evaluaciones que midan la «calidad» educativa («total quality management»).

Ravitch ha publicado un nuevo libro, en el que, en cierto modo, pide perdón por todo el daño que le ha hecho al sistema educativo norteamericano: The Death and Life of Great American School System: How Testing and Choice are Undermining Education (Basic Books, 2010). Sus conclusiones son claras:

  • la idea de evaluar el sistema educativo ha fracasado.
  • la evaluación del desempeño en el ámbito educativo se ha convertido en un fin en sí mismo.
  • evaluar la escuela es «mecanicista, contrario a la ética y contrario a la educación».
  • la calidad de las escuelas ha caído debido a la existencia de los sistemas de evaluación, con su legión de pedagogos e inspectores.
  • la «evaluación objetiva» no existe, no es posible un «barómetro» educativo.

En definitiva: la evaluación se está cargando la educación de las nuevas generaciones. Aquí tenemos a una de las máximas responsables en diseñar el sistema educativo norteamericano entre 1997 y 2004, entonando el «mea culpa» a través de libros, conferencias, artículos y en el blog Bridging differences.

Si bien no cree en recetas mágicas, considera que, al menos, hay tres medidas necesarias:

  • la escuela no es un lugar que debe enseñar a pensar, es decir, no es un lugar para la represión del conocimiento, y no es un lugar para domesticar en lo políticamente correcto. La escuela debe ser un espacio de aprendizaje y de libertad, no de evaluación punitiva.
  • se debe acabar con los cuerpos de «expertos», pedagogos e inspectores, es decir, con los policías de la evaluación que contribuyen a «undermining» (destruir los cimientos, socavar) la educación.
  • que el profesor dedique su tiempo a cultivar el conocimiento, en vez de estar pensando en cómo pasar el test de evaluación, del que dependen su sueldo, prestigio e incluso su propia vida.

Viniendo de alguien que ha participado en el montaje del mecanismo, no estaría mal tenerlos en cuenta.

  • Reseña en The Washintong Post.
  • Entrevista en Dallas News.
  • Moving tales. Historias inesperadas que van contigo

    En septiembre llamé la atención sobre la lectura en los tiempos del iPad, y ahora vuelvo sobre el tema, ya que ha salido la segunda aplicación de lectura («a state-of-the-art digital ‘mash-up’ of methods from the worlds of ebook publishing, graphic novels, film and interactive media.») de la gente de Moving Tales«The Unwanted Guest» (en inglés, español y francés):

    Se trata de un cuento tradicional que puede ser modificado por el lector. Estas interfaces en las que somos nosotros los que construimos la historia forman parte de la literatura didáctica del aprendizaje de lenguas.

    Es sorprendente que de los millones de apps que se han desarrollado para dispositivos móviles, solo 600 tienen relación con la enseñanza. Hay un evidente déficit de «learning apps», que posiblemente se corregirá con el tiempo. Por eso es necesario señalar iniciativas valiosas como las de Voxy o los avances en realidad aumentada.

    El potencial es enorme. Por ahora, su gran defecto es la carencia de conectividad (se trata de interfaces flexibles pero cerradas en sí mismas). Su desarrollo será el que acabe de una vez con el absurdo mundo de las pizarras digitales (que desaparecerán, igual que ha pasado con las aulas multimedia). Cuanto antes cambiemos el paradigma, mejor para todos.

    Voxy y los nuevos manuales de idiomas

    Voxy es un sistema de aprendizaje de inglés para hispanohablantes que se lanzó en octubre pasado (sigue en beta). Desde el principio llamó la atención de medios como The New York Times, por la gran inversión que ha supuesto, así como por la forma en que maneja las interfaces móviles.

    Voxy es una especie de versión posdigital de Speak Up, una revista con la que la gente de mi generación intentaba mejorar su inglés. No se trata, por tanto, de contenido estático de dudosa utilidad -como en el caso de Practica español (¿por qué se sigue insistiendo en arquitecturas de este tipo?)-, sino de contenido orientado a la acción de aprender. Paul Gollash (CEO) la presenta así:

    «These are your next textbooks,» he announced, flashing up a slide of news and celebrity magazines. «These are your new classrooms» — city streets, and the signs that fill them.

    Voxy uses smartphones and the Web as its platform for serving up games and news stories linked to translation tools. The idea is to make learning fun and contextual.

    Leyendo el otro día sobre Bitácora (el nuevo manual de Difusión, del que hablaré en otro momento), me acordé de Voxy, ya que veo algunos puntos en común:

    • ambos se presentan en formato magazín, con la idea de que los textos estén conectados con los intereses de los estudiantes. Voxy recoge noticias de tres ámbitos: actualidad, cultura pop (la llaman «farándula») y deporte, que son ámbitos que están muy presentes en Bitácora. Frente a los niveles del MCER, Voxy se organiza en tres grados: básico, intermedio y avanzado.
    • ambos le dan gran importancia a la construcción del conocimiento léxico por parte del estudiante. Con Voxy se gestiona el vocabulario al mismo tiempo que la pronunciación, no solo en un nivel de palabra sino también de «chunks». Hace un buen uso de las herramientas de traducción online.
    • ambos intentan favorecer la autonomía del estudiante, mediante redes de aprendizaje que favorecen la retroalimentación entre pares. En el caso de Voxy destacaría la app de iPhone y el uso de twitter, así como la importancia que le da a los juegos, que me parece que va en la línea de Steve Johnson.

    Creo que es un proyecto más serio de lo habitual para este tipo de startups de lenguas, como demuestra el blog que han puesto en marcha (las infografías son muy atractivas), que recoge buena información actualizada para el profesor de idiomas.

    Quizá estamos ante nuevas tendencias en los manuales de idiomas. La verdad, ya iba siendo hora, porque últimamente el panorama ELE era de lo más aburrido (por decirlo suavemente):

    El sueño de las TIC produce monstruos

    Poco a poco va tomando forma la gran equivocación de la Escuela 2.0.

    En el blog de Jordi Adell se puede seguir el tema con bastante buen pulso:

    Si usamos los mismos recursos que antes (pizarra. libros de texto), con la misma metodología (explicación, ejercicios) pero ahora limitados por una tecnología que no funciona (ancho de banda insuficiente) y que impide seguir el método, es más que previsible que los resultados sean peores que antes.

    La “película” que Educat 1×1 les ha vendido a los profesores es que tras “digitalizar” las aulas, todo sería igual que antes, pero que por arte de magia los alumnos aprenderían más y mejor.

    En Nodos Ele venimos defendiendo que el problema de la educación en España no es de cacharros sino de gestión, de «mindware». Lo hemos razonado en serio, y también en broma.

    El cambio de paradigma que se ha vivido en los últimos años, ha pillado al país con el paso cambiado. Se han aplicado recetas caducas a problemas nuevos. Los resultados se empiezan a ver, en forma de degradación creciente del sistema educativo.

    Si no se cambia la mentalidad, puede que la educación española no se recupere en mucho tiempo. Muchos profesores están frustrados (en realidad, están perdidos, porque no entienden la profundidad del cambio de época que estamos viviendo); eso sí, hay quien se ha hecho rico vendiendo inútiles pizarras digitales.

      Viñeta de Néstor Alonso

    Diccionario Callellano (beta)

    Algunos amigos en Estocolmo hemos lanzado la idea de un diccionario colaborativo para extranjeros del tipo Urban Dictionary.

    Lo llamamos Diccionario Callellano y está en fase beta. Cuando uno está fuera de España pierde cierto contacto con el «español de la calle», y eso es lo que no queremos perder, ni nosotros ni los estudiantes.

    Cognición, creatividad y sharismo

    En junio se publicó el segundo ensayo de Clay Shirky: Cognitive Surplus. Creativity and Generosity in a Connected Age. Este libro sigue los pasos de Here Comes Everybody. The Power of Organizing Without Organization, abundando en la idea de que la nueva red, al abaratar los costes de producción, nos permite ser más creativos y generosos.

    La tesis de Shirky es que la nueva tecnología en red nos convierte de consumidores en productores y difusores de contenido, en creadores activos sin miedo al fracaso. El libro es ameno e interesante (la capacidad de Shirky para los títulos atractivos es prodigiosa), pero no dice nada nuevo, al menos nada que Isaac Mao no hubiera dicho mejor y más brevemente en su maravilloso manifiesto del sharismo, que traduje para NodosEle hace dos años.

    Para volver al tema de la lectura, del que hablé en el post anterior, esto significa que los e-books y las apps actúan como catalizadores de sinergias de raíz semiótica, es decir, crean nuevos tipos de texto que, para ser entendido, requiere de una nueva cognición de interfaces.

    Está por explorar la capacidad de Borges a la hora de anticipar el mundo de infinitas variaciones que nos circunda; se han hecho algunas cosas, pero bastante malas. Tenemos un problema si no sabemos gestionar la capacidad cognitiva necesaria para manejarnos en este tipo de escenarios. El juego mozartiano de una Musikalisches Würfelspiel («Juego de dados musical», 1787), especie de app del siglo XVIII capaz de generar 45 billones de vals diferentes (harían falta 200.000 horas para escucharlos) es ya una realidad (un ordenador los genera inmediatamente) y, por tanto, un reto cotidiano: