Dándole vueltas al PLE

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Ya lo hemos tratado antes en este blog, pero el concepto de Personal Learning Environment (PLE) sigue siendo objeto de debate y discusión. Parece que todavía no hay acuerdo a la hora de definirlo y establecer cuáles son sus características, por las que yo todavía me sigo preguntando. De momento, en mi opinión, está claro que un PLE:

  • Es personal: cada PLE es diferente de los demás ya que lo construye cada individuo teniendo en cuenta sus intereses. Es decir, es el individuo el que decide crear un PLE, por qué y para qué y qué elementos quiere que formen parte de él.
  • Es dinámico, teniendo en cuenta el momento y los intereses y decisiones del individuo.

Mi mayor miedo a la hora de trabajar con los PLEs es no echar a perder algunas de sus características, como la autonomía del aprendiente, el aprendizaje informal, la libertad para crear o no un PLE y cómo hacerlo… Es decir, miedo a hacer de los PLEs otra cosa diferente alejada de esos conceptos. En la última reunión Joan-Tomàs Pujolà, me hizo dos preguntas que quedaron sin contestar:

  • ¿Puede un PLE ser transferible? (de la misma manera que un e-portfolio, por ejemplo)
  • ¿Pueden los profesores y las instituciones tratar con los PLEs de sus alumnos? ¿Hasta qué punto?

Otra de las preguntas que tengo abiertas es en qué se diferenciaría una Red de PLEs de un VLE (Entorno Virtual de Aprendizaje) no institucional.

12 comentarios en “Dándole vueltas al PLE

  1. Francisco Herrera

    Está muy bien que debatamos y discutamos todos los conceptos que en este brainstorming continuo van surgiendo, pero la pregunta es ¿cuándo se empezarán a usar de verdad en las aulas? Hay que tener en cuenta que sin una masa crítica de usuarios (tanto enseñantes como aprendices), portafolios, e-portafolios, PLEs y cualquier otra iniciativa se quedan en la probeta del laboratorio didáctico. Conducir un coche de pruebas está muy bien, pero si no miramos por el retrovisor perdemos de vista el punto de partida.

    En cuanto a la diferencia entre PLE y VLE (institucional o no, creo que en este caso, no importa el matiz) es la misma que va entre aprendizaje y enseñanza. Digamos que el primero es la herramienta de estudiante y el segundo el espacio del enseñante, a grandes rasgos. Lo curioso puede ser cuando empecemos a comprobar que puede haber PLEs sin VLEs (de hecho, ya los hay y no pasa nada), pero también VLEs sin PLEs (y entonces algo no funciona).

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  2. Lola Torres

    Totalmente de acuerdo con que no sirve de mucho y es absurdo hacerse este tipo de preguntas sobre algo que todavía no se está utilizando y sólo se empieza a oler por algunos sitios (¿llegará a más?). Y es eso lo que más me preocupa como persona que investiga sobre ello. Y cómo tratarlo de la forma menos forzada y más natural posible. Pero también creo que es útil plantearse en qué empiezan a cambiar algunos enfoques, y más cuando creemos que esos enfoques suponen un avance para la educación.

    ¿El PLE sustituirá al VLE? ¿Es una evolución del mismo concepto que tiene en cuenta aspectos que la idea tradicional de VLE no tiene? ¿O se trata de algo diferente?
    No sé si llamaría al PLE herramienta o conjunto de herramientas…

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  3. Emilio Quintana

    1. Cualquier campo de la actividad humana es un brainstorming continuo. En caso contrario, estaría muerto.

    2. ¿Qué significa «empezar a usar de verdad en las aulas»? ¿A quién le importa? ¿Qué significa aula? ¿Habrá aulas en unos años? Es como si a principios del XIX alguien dijera: «Eso de las máquinas de vapor está muy bien, pero, ¿cuándo se empezarán a usar de verdad en los gabinetes chinos de Versalles?»

    3. ¿Masa crítica? Vamos de cabeza a la desaparición de la escuela de la era industrial y al aprendizaje fragmentado, ¿y seguimos hablando de «masa crítica»?

    3. Entiendo que Lola sufre una especie de síndrome que se da mucho en el sistema universitario español (el peor de Europa con diferencia y cayendo, eso sí que es masa crítica): la tesinitis, intentar encorsetar el conocimiento en unos parámetros tesitandos del siglo XIX.

    4. En mi opinión, el PLE es como la prosa del burgués gentilhombre, todos tenemos un PLE y todos lo usamos. El error estaría en tratar los PLE como si fueran portfolios. El PLE es la prosa y todos hablamos en prosa sin saberlo. El portfolio es esperanto, un invento artificial de cuatro pedagogos burocratizados (eso sí que es hacer experimentos en probeta a costa del erario público) que nunca servirá para nada. Nació muerto y está enterrado.

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  4. Maribelele

    Yo no estoy muy al tanto de todas estas cosas de las que habláis (vivo al margen), os leo pero reconozco que se me escapan. Así que tampoco puedo opinar mucho. Sólo escribo por impulso para aportar lo poco que sé en relación a lo que pasa en los colegios e institutos (mis alumnos son la referencia). De ahí que pueda deciros que en lo tocante a estas instituciones están a años luz de plantearse cualquier cosa relacionada con las nuevas tecnologías en el sentido que vosotros lo presentáis (olvidamos la formación del profesorado y sus actitudes hacia ellas, los sistemas de evaluación, el planteamiento del trabajo en clase, el tipo de actividades que se realizan, etc.).

    Se sigue enseñando como se hacía antiguamente. Puede que hayan entrado las nuevas tecnologías en las aulas (éstas por ahora existen) pero al servicio del mismo modelo educativo de siempre. No sé, quizá, por el momento es más necesario replantearse qué se está haciendo en las aulas y en base a los resultados ver qué hacemos después.

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  5. Emilio Quintana

    Maribel, aquí hablamos de educación. Y hoy en día es muy normal confundir educación con escuela («academia» en términos anglosajones). La escuela ha muerto como institución educativa.

    En estos momentos, el conocimiento se adquiere en otros ámbitos y por otros medios. Esos «colegios e institutos» de que hablas quedan como aparcaderos de chicos que cada vez se preguntarán más frecuentemente: «¿Qué puñetas hago yo aquí?», porque su educación y aprendizaje empezarán cuando salgan de entre las cuatro paredes del aula.

    ¿Reforma? Es imposible reformar lo que simplemente no tiene vida. Sencillamente, la escuela es una institución en la que la educación no existe, no puede existir, en el siglo XXI. Me recuerda al servicio militar obligatorio. Si pasas por aquí de vez en cuando, igual recuerdas la entrevista que David Vidal y yo le hicimos a Richard Gatarski en Utrecht. Sí, es así: Forget School.

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  6. David Vidal

    Yo lo veo claro. Los PLE existen, digitales o no (no, Maribel, aquí tampoco hablamos de tecnología), queramos o no los profesores, y quieran o no los alumnos. Por eso, Francisco, no creo que estemos trabajando sobre una entelequia, sino más bien al contrario… por fin nos hemos dado cuenta de qué va el rollo, e intentamos amoldarnos a una realidad que se nos hace cada vez más patente.

    El problema está en otro lado, me da a mí en la nariz, aunque no debería ser un obstáculo: La cosa de introducir los PLE en las instituciones… ¿no habíamos quedado en que eso sería matar el propio concepto?

    Y sí, Lola, te compadezco… y te comprendo. Yo estoy redactando el proyecto de memoria y ya me estoy dando de bruces…. Con la Universidad hemos topao

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  7. Luis Belmonte

    Hola,

    Creo que el PLE, como venís a decir Emilio y David, supone tan solo etiquetar una realidad que existe. Así, ponemos un nombre a un contexto y unas circunstancias, que pueden ser de los más variados,
    en las que se produce el aprendizaje.

    Y esto de poner etiquetas, ¿para qué le sirve al que aprende? ¿Para ser más consciente de cuáles son sus posibilidades de aprendizaje tal vez? ¿No es esto aprender a aprender?

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  8. Lola Torres Ríos

    Para mí, el PLE, es un enfoque, una manera de hacer las cosas, que como dice Luis Belmonte, habla de ser más consciente del aprendizaje, de ayudar al aprendizaje del que aprende y por tanto, también a su autonomía.

    Mis problemas, como dice David, vienen cuando los profesores (con o sin instituciones) tratan con los PLEs de los alumnos…¿cuál es su papel? ¿sirve para algo o no? ¿sería mejor que no lo trataran? ¿pueden (deben) tratar los profesores (y las instituciones) con los PLE sin perder sus ventajas?

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  9. Victoria

    Yo me dedico a la formación de profesores y frases como la de Emilio «La escuela ha muerto como institución educativa» me provocan sentimientos enfrentados.

    Por una parte, es cierto que las instituciones están a años luz de plantearse siquiera ofrecer programas flexibles y oportunidades de desarrollo individual (la produccióm industrializada funciona con coches, pero no para producir personas competentes en distintos ámbitos de la vida), pero también es cierto que los profesores encuentran mil y una formas de «torear» a las instituciones para la que trabajan y crear con sus alumnos entornos de aprendizaje más adaptados a los tiempos.

    No lo veo todo tan blanco ni tan negro… En Alemania por lo menos los profesores en ejercicio muestran gran interés por las posibilidades que brinda la tecnología para colaborar con otros y abrir las puertas de su clase al mundo. Hay interés, hay entusiasmo y esos dos factores producen a veces felices sinergias con los planes institucionales y otras veces colisiones brutales y grandes catástrofes.

    Estoy completamente de acuerdo con Lola el PLE es un enfoque, los que enseñan y aprenden son personas: el entorno de aprendizaje SIEMPRE es personal. Lo llamemos como los llamemos, lo tecnifiquemos como lo tecnifiquemos lo que cuenta es lo eficazmente que podamos favorecer que los encuentros entre personas y puntos de vista produzcan experiencias de aprendizaje en la escuela y fuera de ella.

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  10. Pingback: Mi evolución digital (II): Borrador. « Maribelele

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