La semana pasada estuve en Barcelona asistiendo al curso «Competencias digitales. Conocimiento, habilidades y actitudes para la sociedad red”. Si alguien quiere saber de qué se habló allí no tiene más que leer los impecables resúmenes de Ismael Peña-López en ICTology (bibliografía incluída) o seguir la etiqueta #compdigitales en Twitter. El encuentro se anunciaba así:
La sociedad de la información comporta innumerables cambios a todos los niveles de nuestra realidad cotidiana: cómo accedemos e intercambiamos información, cómo trabajamos y establecemos relaciones de cooperación o cómo nos comunicamos y relacionamos con individuos e instituciones.
Estos cambios tienen como consecuencia nuevas exigencias para los individuos: aprender, ser profesional o ser ciudadano en el siglo XXI requiere unas competencias cualitativamente diferentes de las que suponía una década atrás. La Sociedad de la Información exige nuevos conocimientos, nuevas habilidades y, especialmente, nuevas actitudes, que pueden agruparse bajo la denominación competencia digital.
El tema de la «competencia digital» (digital literacy) supera el de la simple competencia tecnológica, y merece una amplia reflexión desde un punto de vista estratégico. Esto ya lo había dejado bien claro Ismael a través de un gráfico que parte de la «competencia digital» para llegar a una auténtica «e-awareness» o «conciencia estratégica digital»:
Tomé algunas notas sobre las intervenciones de los ponentes:
- Ismael Peña-Lopez. Brillante como siempre, hizo una exposición de ejemplos muy daily me de un concepto que debería tener mayor calado: los «goverati» (foto arriba), es decir, los agentes competenciales que actúan en el nuevo escenario político, gubernamental y participativo. Eché de menos más reflexión política: ¿cómo hablar de monitorización en un sistema partitocrático sin entrar en una reforma de la ley electoral, por ejemplo? Y hubiera puesto otros ejemplos, entre los que estaría, sin duda, esta maravilla: www.rap2spain.com.
- Howard Rheingold. Se conectó vía Skype desde los EEUU y estuvo charlando unos veinte minutos -sin su habitual sombrero, eso sí. Algunas ideas me gustaron, en especial su visión de que la auctoritas se genera por sí sola -una auténtica vuelta de tuerca al paradigma jerárquico, que entronca con la mejor tradición clásica humanista-, y la importancia de saber construir conocimiento personal; otras, sin embargo, me parecieron flojas: aprendizaje informal como charla («small talk») ante la máquina de café, insistencia en la dimensión social («reaching for meaning is social», llegó a decir) y crítica (las típicas «palabras comadreja») del conocimiento…
En otras entradas, publicaré algunas notas sobre las intervenciones de Boris Mir , José Manuel Pérez Tornero y Cristóbal Cobo en el curso.