En junio tuvo lugar en Rotterdam una nueva edición del Poetry International Festival, que pude seguir a través de la red. Una de las secciones de esta edición (y van 40) estaba dedicada a la «poesía digital», es decir, a la mezcla de arte y tecnología, sobre todo a través de lo que dieron en llamar Digital Poetry Laboratory.
De entre lo que pude ver destacaría, por ejemplo, las «works for I-phone» de la norteamericana Aya Karpinska, o este poema de la coreana Yi Won (Seúl, 1968), que traduzco del inglés como «Hago clic, luego existo», aunque el original está en coreano [aquí el vídeo] y tiene ya unos años, porque la autora lo escribió para el «Poetry International Festival Rotterdam» de 2004 -de entonces es la foto de arriba, en la que está con su hermana.
- HAGO CLIC LUEGO EXISTO (2004) – Yi Won
[Traducción e hiperenlaces de Emilio Quintana]
En vez de desplegar el periódico de la mañana fresco de tinta
cuando me levanto hago suavemente doble clic en el aséptico internet
Hago clic en el PDF gratuito que me muestra
exactamente la imagen de una página impresa de periódico
El KOSDAQ ya no tiene impulso
Total de la deuda externa a corto plazo 50.000.000.000 de dólares
Con cada clic se pasa una página del periódico
Hago clic en el mundo sin parar
Con un clic un mundo se colapsa y
otro surge
El sol se eleva También el sol tiene instalado un chip
Le echo un ojo a un artículo de 12 páginas: “El ordenador detecta
una conexión wifi en mi cuerpo en el que hay fibras ópticas que conducen
electrodos microscópicos injertados en la red de nervios de mis brazos”
y hago clic en la página web de Kevin Warwick que sueña con el primer
robot humano Soy el visitante 28.412
Tengo un gen que también quiero insertar
Con el índice de mi mano derecha con el que muevo el ratón
Hago clic en mi correo electrónico Por la noche me ha llegado un email
Hago clic en el archivo adjunto que k desde Toronto me ha mandado
Rosas rojas perladas de gotas de rocío que caen de los pétalos
Florecen tras una valla blanca
Las flores que me ha enviado k no están marchitas
Inmediatamente hago clic en el dial del teléfono online gratuito
Hago clic en el número de k
Me conecto a 689 millas de distancia
Incluso Yo puede que sea un programa que alguien ha instalado
Moviendo el escurridizo ratón con la mano derecha Yo
Hago clic en literatura Hago clic en revistas
Hago clic en el número de abril del webzine literario Novel
“El principito” en la cubierta dice: “Lo que hace bello al desierto
es que en alguna parte esconde un pozo”
continuamente cambia la escena en torno a él Abro la ventana un poco más y
hago clic en la librería online Aladdin Le echo un ojo a la lista de novedades
Hago clic para comprar La música del azar de Paul Auster con un 20% de descuento
y La violencia y lo sagrado de René Girard con un 15%
Afuera de mi ventana los asuntos rutinarios se dan de cabezadas
dentro de un camión a un ritmo de 4-beats chunda chunda chunda chunda
Me dejo llevar por el momento musical chunda 4-beat y
mirando con displicencia hacia la calle el camión hace clic en su mapa
Sigo una de las carreteras que salen de Seúl y conducen al
Templo de Hwaôm El sonido de una campana de madera se expande desde los
arrayanes de camelias
delante del interior del templo Manos juntas que rezan
Hago clic en uno de los cupones con 60% de descuento para un apartamento en las Montañas Chiri
En mis rodillas bajo la impresora
me cae un cupón como un pétalo de camelia Yo
hago clic en el Yo adjunto en el pétalo de camelia
Cero categorías y 177 páginas se abren
resultado de la búsqueda de la palabra Yo
Pero dónde soy
Buscando Yo Yo hago clic en todas las páginas en orden
locura película India y Yo…me escindo
… saliendo… pleiteando sola…Y Yo, S.A. .…
historias que quiero contar… la tierra y Yo….
Puedo escuchar el clic de las pezuñas de un camello de dos jorobas
Hay un oasis cerca
Sigo Hago clic luego existo
Obviamente, la traducción es una pálida muestra del original.
- En Nodos Ele hemos dedicado otras entradas al tema de la poesía en la era digital. Y seguiremos haciéndolo