Desde que surgiera la etiqueta Edupunk, en este blog hemos discutido bastante al respecto, hasta el punto de dar lugar a un debate interno (Edupunk vs. Edupop) que no tardó en cobrar forma y entidad propia en el Manifiesto Edupop, que redactamos David Vidal y Emilio Quintana.
Gran parte de la gracia del Edupunk residía en el espíritu subversivo del movimiento, en su espontaneidad (parecia no estar promovido por nadie en concreto, pese a tener gurús), y en su carácter provocador. Y digo residía porque en la última y pulida revisión del movimiento, la que nos mostró Brian Lamb en el I+C+I al que asistimos el martes pasado en Barcelona (organizado por Juan Freire y Zemos’98), poco tiene que ver con aquel movimiento combativo que pretendía remover los cimientos del sistema educativo.
Me llama mucho la atención, sobre todo, que Lamb ha modificado sustancialmente la propia definición del movimiento. Si hace unos meses las señas de identidad del Edupunk eran «no ser perfecto, no estar pulido y no ser comercialmente aceptable», ahora lo importante es que sea «rápido, barato y fuera de control».
Esto suaviza con mucho la posición inicial, y además -si sigues la conferencia completa se ve claro- convierte al Edupunk en un movimiento mainstream, relacionado más con la revolución 2.0 (y las empresas que la hicieron posible), que con la lucha y la agresividad contra el caduco sistema educativo imperante, que podría deducirse de la imaginería propia del movimiento.
Porque, sí, Lamb habla de usar las herramientas del sistema para combatirlo, citando a los Sex Pistols, pero en su caso, como los londinenses, de lo que hablamos en realidad es de «balas de fogueo». En mi opinión, Lamb ha traicionado los principios (sí, he escrito «principios») del Edupunk, y sus seguidores deberían sentirse más que engañados por quien no pretende otra cosa que mantener el status quo, las estructuras educativas vigentes, así como una posición acomodada y conformista.
La prueba es, sin duda, la invitación a una llamada «revolución secreta», que tiene más de circo que de «revolución», y que más que «secreta» es cobardona; resumiendo: Lamb insta a los profesionales de la educación a transformar las aulas, pero sin molestar mucho a los de arriba, directores, inspectores o lo que sea… no vaya a ser que les retiren la nómina. Estas 3 capturas reflejan cómo se vio en Twitter este punto el martes pasado:
Con gurús como estos, vamos dados… Más enlaces para no perderse:
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Personalmente comparto el 90% de las ideas de Lamb; yo me iría con él a tomar unas copas, seguro que en el fondo lo que le gusta es bailar algo de los Bee Gees.
El tema es ese 10% que queda gráficamente explicado al final de esta página, todo ese entramado de institucones, logos y dinero público que convierte todo esto en algo poco creíble. Pura
subversiónsubvención.Mientras tanto, en algún lugar de Canadá…
¡Cuánta razón! Las revoluciones no se hacen pensando en las nóminas y en el «no quiero perder mi status porque así vivo de puta madre».
Pero claro, las revoluciones nunca vendrán desde arriba. Es muy fácil llamar a la movilización cuando se tiene la vida resuelta y te pagan por dar charlas en las que todo el mundo babea con lo que dices.
Por eso, Carolina, el ejemplo que pone Emilio habla por sí sólo: http://www.nodosele.com/blog/2009/02/10/alabanza-de-denis-rancourt/
Lo que me parece que está pasando es que hay estructuras que no dan mucho más de sí, y que necesitan liberarse del entramado de intereses que las mantienen taponando el cambio y la «evolución»; es el caso del sistema educativo.
Yo sí creo en la capacidad de las élites de cambiar las cosas, lo que pasa es que las «élites» que tenemos son una calamidad.
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Dije en mi discurso que definir las reglas para Edupunk destruiría lo poco valor que veo en la metáfora. Así que voy a dejar a sus definiciones y prescripciones. Supongo que quierens promover el conocimiento, y una sociedad más justa, les deseo cada éxito.
La crítica de un «secreto» revolución fue escrito por otros (como Mara Balestrini), y que es un punto justo … Si mi respuesta a la pregunta «¿por qué en secreto?» parecía cínica, mi intención era ser honestos y reconocer que estaba hablando. Como dije en el momento, no tengo nada más que admiración por las personas dedicadas a la revolución abierta.
Fue bueno verte en Barcelona, gracias por tu regalo. Emilio, me gustaría que pudiéramos haber tenido que beber, Bee Gees o no.
Brian, el problema es que la metáfora, para bien o para mal, ha calado hondo y sus autores, lo quieran o no, se tienen que «posicionar». Hubo muchos modos de interpretar la «revolución» punk, algunos más coherentes, otros más estéticos. Los primeros eran antisistema, los segundos eran simplemente una fotografía que hacía dinero. Se trata de entender si el edupunk es antisistema y creíble (no porque sea antisistema sino por coherencia con las ideas que promueve) o forma parte de ese «entramado de intereses» que dice combatir.
Por eso me sorprendió lo de revolución secreta (¿te imaginas a un punk escondiendo la cresta a sus padres por miedo a que lo echen de casa?) y por eso me sorprendió tu respuesta que parecía llevar consigo la aceptación de una plastificación de algo que en su momento nació con otros fines (¿o no?). Vamos que si eso es lo que verdaderamente pensamos, mejor admitir que el «punk ha muerto» y que larga vida al punk.
El enlace que nos deja Emilio me temo que lo confirma. Personalmente prefiero quedarme con todo lo bueno que el edupunk puede aportar y rechazar lo que pueda oler a Malcom MacLaren (me quedo con The Clash). Y si la revolución tiene que ser secreta, que sea un secreto a voces.
Ultimamente, estoy en plan edubeatnik.
Hi, Brian. We are in 3 right now in Nodos Ele, and we have different positions about almost everything. Each of us hold his/her position. Note this post is written by David Vidal.
Personally, i´m not looking for a better society, knowledge society or education, but for better individuals freely cooperating and forming a better society, knowledge society and education as a result.
So, the point is not social, but free; it´s not collective, but individuals. I think this is the main difference between Edupunk and Edupop -the David and me proposal. Yes, tune your melody
Maybe next time we can take a drink with a BeeGees/PinkFloyd mashup sounds around. I liked your glasses.
Kudos
Hola
Me parecen muy interesantes las aportaciones críticas que he leído en este blog sobre la conferencia de Brian Lamb en el ciclo ICI del CCCB. El ciclo ICI cuenta con un blog abierto a todo tipo de opiniones: es un espacio para debatir y argumentar posturas. !Os animamos a decir la vuestra!
Un saludo
Mezclar a Brian Lamb con las instituciones que apoyan el Festival Internacional ZEMOS98 es un poco absurdo. Creo que lo hemos hablado más de una vez, pero si el discurso que pueda mantener de ZEMOS98 lo ridiculizas sólo porque estamos apoyados por instituciones es que hay algo que no funciona. Nosotros podríamos explicar por qué trabajamos así pero creo que daría igual porque como le pasa a las propias instituciones, Emilio, para tí parece que lo importante es el logotipo… ¿si hubiera menos estarías más de acuerdo? No sé hay mucha literatura sobre instituciones y políticas culturales pero creo sinceramente que no es el debate.
Gracias David por la postura crítica ante esto, he vuelto a releerlo porque estamos preparando un post con cosas de lo que pasó hace ya un mes en Barcelona.
Un saludo y nos seguimos leyendo
Gracias David por la postura crítica ante esto, he vuelto a releerlo porque estamos preparando un post con cosas de lo que pasó hace ya un mes en Barcelona.
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