Hace casi un año que Emilio Quintana y David Vidal redactamos el Edupop Manifesto/Manifiesto Edupop [download EdMa pdf], como respuesta a la extraña acogida que el Manifiesto Edupunk llegó a alcanzar entre gran parte de la blogocosa educativa, también en España.
El pasado 11 de junio Balzac.tv puso en antena un reportaje a propósito del Simposio Educación Expandida organizado por Zemos98, en el que entrevistan a Brian Lamb (Office of Learning Technology, Vancouver) y le preguntan sobre Edupop. Su respuesta nos lleva a matizar algunas cosas, sobre todo porque durante este año nos hemos dado cuenta de que son muchos los que piensan como él.
Obviamente, Brian Lamb no había escuchado hablar de Edupop hasta que Gina Tost (a petición de Rubén Díaz) le hizo la pregunta en cuestión: «¿Por qué no Edupop en vez de Edupunk?» (minuto 7:44).
Balzac.tv: Educación expandida
La verdad es que Zemos98 podía haber tenido mejor respuesta si hubiera aceptado nuestro proyecto para el Simposio, pero en todo caso, el tema está claro: Brian Lamb no sabe de qué le están hablando, no se ha leído el Edupop Manifesto, y sale del paso con una respuesta de aliño en función de lo que él entiende no por cultura pop sino por música pop.
En su respuesta, Brian Lamb habla del Edupop como de algo burdo, «comercial, fácil de producir», en definitiva, mainstream: «Si quieres hacer Edupop haz Edupop», dice, mientras pone sobre la mesa los que son, a su parecer, los 3 puntos fuertes del Edupunk:
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– no tiene que ser perfecto
– no tiene por qué estar pulido
– no tiene que ser comercialmente aceptable
Desde que apareció la etiqueta «edupunk» se ha hecho un esfuerzo consciente para darle relevancia a todo lo que conduzca a oponer colectivos: punks vs. no punks, con el fin de conducir el debate a un único modelo de respuesta: la reacción negativa. Edupop no es una reacción negativa sino una propuesta que incide en los aspectos que hacen del Edupunk una gran falsedad.
El Edupunk se muestra, necesariamente, contrario a tender puentes con otras maneras de hacer las cosas: si quieres hacer Edupop, haz Edupop. A los Edupunks no nos importa, no te vamos a decir cómo hacer las cosas, y ni siquiera nos interesa lo que haces, porque seguro que es comercial y fácil de producir, y eso no es punk.
Todo esto estaría muy bien si no fuera una gran patraña, que esconde la parte totalitaria de la marca con su retórica rancia de «vultures of capital» [los buitres del capital] y su pose de niños malos subvencionados.
Hay 3 ideas que podemos compartir con los edupunks, porque están en los dos manifiestos. Sin embargo, las interpretaciones que les damos son diferentes y desvelan su cara oculta:
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Culture and knowledge is everywhere. Este principio, que sin duda es fundamento de la llamada Educación Expandida no debería distinguir espacios ni ámbitos de aprendizaje. Sin embargo, la atención de la comunidad educativa -no sólo desde el Edupunk, sino desde los propios espacios de difusión como el Simposio organizado por Zemos 98- resulta que está centrada en las Instituciones, como puede deducirse del video anterior. ¿Qué broma es esta?
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We live in a connective world… pero que solo puede ser concebido de manera compleja. Los dualismos y las visiones ingenuamente reduccionistas que suelen manejarse no sirven. No quiero extenderme más, pero en Everything bad is good for you hay ejemplos que nos ayudan a entender por qué el Edupunk supone un modelo de comprensión de la educación conformista con el establishment.
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Individuals must be free to do as they want in it… porque el conocimiento reside fundamentalmente en los individuos y sus conexiones, libres para compartirlo de la manera que ellos determinen. En el Sharismo radica la esencia de la naturaleza del conocimiento, que sólo surge cuando es conectado, y no en virtud de ninguna actitud seudosubversiva ajena a la realidad.
Join to the perfect melody, join Edupop!
La reacción contra la comercialización de la educación es sólo una de las raíces del edupunk, precisamente porque la educación no depende de la tecnología, depende de las personas y de los encuentros entre las personas, y eso no se puede comercializar, por mucha etiqueta web 2.0, colaborativa etc. que lleve un LMS. De todos modos, la polémica con Blackboard, que fue simplemente el chispazo que encendió el edupunk es algo complejo. Quedarse con la cita de «vultures of capital» sí es reduccionismo.
Tampoco creo que el edupunk sea exclusivista (contrario a tender puentes) y antagonista como decís, aunque si eso fuese cierto, ¿no estaríais cayendo en el mismo defecto que le atribuís a los edupunks con el Edupop?
La caracterización del edupunk como dualista, conformista con el establishment, o la supuesta centralidad de la «actitud pseudosubversiva» en el proceso de conocimiento, ¿podríais argumentarlos un poco más?
La cuestión es quién decide comercializar un producto. Yo hay cosas que hago a cambio de nada, otras a cambio de reconocimiento, otras a cambio de dinero etc. No estoy en contra de la comercialización de la educación, igual que no estoy en contra de que me paguen por mi trabajo, excepto que decida que no, algo que -precisamente porque depende de mi voluntad- hago a menudo. No creo que lo de «vultures of capital» sea una anécdota, es una forma demagógica de tener tirón entre un amplio espectro de gente.
En lo de los puentes, yo soy más directo que David y te doy la razón. Los edupunks tienen todo el derecho a crear su marca y darse sus propias normas. Que comercialicen su producto a su manera, eso es el mercado.
La idea del dualismo es más de David, por tanto. Lo demás, ya ha salido otras veces, y basta con ir al fondo de esta página para verlo.
Personalmente no tengo nada contra el Edupunk, pero no me gustan las cosas que se disfrazan de lo que no son. Me parece tan aprovechable que de hecho me parece que Edupop es más edupunk que el propio Edupunk.
En el fondo aquí lo importante es que Siemens y Downes no se separen [grupo en Facebook ya]. Entonces ya la habremos liao parda.
La caracterización del Edupunk como dualista se desprende rápido del discurso de Lamb: su primera reacción cuando le preguntan «¿por qué no Edupop?» es la frase «Haz Edupop si quieres, eso es cosa tuya». Hasta ahí bien, si no fuera porque a continuación describe -inventa- un modelo -el Edupop- deslegitimándolo desde el principio en oposición con el Edupunk (mainstream vs. comercialmente inaceptable; acabado vs. no tiene que estar pulido; etc…).
Parece que este juego de dicotomías -sin duda la mejor manera de articular un discurso para el gran público, de vender un producto haciendo marca- es lo que termina por sustentar el Edupunk, y de ahí que entienda el Edupunk como reactivo y dependiente del sistema al que supuestamente ataca. El Edupunk no tiene sentido si no es entendido desde la subversión de lo establecido, y como tal no tiene otra entidad al margen.
Recuerdo que ese ha sido siembre el mayor defecto que le he visto al modelo, ya desde mis primeras conversaciones con Emilio al respecto del Edupunk. Habría que rescatar quizá aquel primer mail que escribí y que terminó por gestar el Edupop Manifesto… Pero desde luego, el Edupop parte de unas convicciones claras, concretas y, sobre todo no reactivas. Sólo hay que mirar ambos manifiestos para darse cuenta.
Es que Edupop es una ontología del conocimiento, como el conectivismo de Siemens, en el que desde luego nos inspiramos.
Edupunk es solo un eslogan reactivo clásico, ya que carece de ser en sí. Desde Heráclito es igual.
Me encanta que el vídeo de Zemos98 te haga escribir un post tan interesante 🙂
Hola, Gina
Pues ya sabes, aquí estamos para que nos hagas una entrevista que seguro que será también interesante.