A nadie se le esconde que el Second Life del Instituto Cervantes tiene fundamentalmente una finalidad institucional, de posicionamiento en la red. En la isla Cervantes es posible dar un paseo por la exposición sobre Alfonso Reyes, ver entrevistas y documentales, o acceder a la programación cultural del Instituto en todo el mundo a través de pantallas que hay en el vestíbulo del edificio. Hay también reproducciones de la biblioteca y de algunos espacios de interés arquitectónico como la cúpula de Antonio Palacios, o la Caja de las Letras.
Sin embargo, algunos hemos estado experimentando con usos didácticos y formativos, sobre todo a partir de la iniciativa del Centro de São Paulo, que dio varias clases con sus alumnos. La verdad es que todo en plan experimental, buscando qué herramientas pueden servir y cuáles no. Se han hecho sesiones de trabajo para profesores interesados en familiarizarse con el entorno – como la de junio pasado que se recoge en el vídeo que he puesto arriba, donde aparecen Germán Hita y José Carlos Caro. Cosas tan básicas como aprender a moverse –con visión de cámara y con visión de avatar…- volar, los gestos, movimientos, aplaudir, afirmar, negar… requieren un tiempo de formación para acostumbrarse. En las sesiones del Cervantes se ha hecho hincapié en las «notecard» como forma de comunicación e intercambio -vídeos, por ejemplo- en tiempo real en un espacio concreto, y en las posibilidades de interacción del «chatbox» (pasarle un documento a otro avatar, escribir en parejas…)
La cosa parece que está un poco parada. ¿Que por qué traigo entonces otra vez el tema aquí? Porque igual algo se mueve por ahí afuera… ¿quién sabe?