La spirale di Gabelentz (2012). Lucio d´Arcangelo contra el mentalismo chomskiano

A Lucio d´Arcangelo lo descubrí cuando estaba viviendo en Italia, hacia 2003. Me llamó inmediatamente la atención su forma desenfadada de tratar los temas filológicos, en la mejor tradición anglosajona, algo poco frecuente en España.

Por entonces acababa de publicar una Difesa dell’italiano: lingua e identità nazionale (Ideazione, 2003), que es uno de esos libros que compraba en la Feltrinelli de Piazza del Duomo, de camino a casa hacia San Babila, y que se leen casi sin darse cuenta antes de irse a dormir. Qué tiempos aquellos, de libro diario tras el trabajo (las librerías del centro de Milán están abiertas hasta la madrugada).

Más tarde descubrí la faceta hispanista de d´Arcangelo, uno de los primeros en desenmascarar la impostura de Gabriel García Márquez en La vittoria della solitudine (Campus, 1999), un libro que, por supuesto, no está traducido al español (me parece que ningún libro suyo está en nuestro idioma).

Este lingüista admirable publica ahora un libro deslumbrante: La spirale di Gabelentz (Solfanelli, 2012).

No entro ni salgo en cuanto a las ideas de d´Arcangelo sobre la «morfologia e tipologia delle lingue». No me decanto en su defensa de André Martinet («la diversidad de las lenguas está en la naturaleza del lenguaje») frente a Noam Chomsky («no hay lenguas diferentes, hay sólo una lengua universal»). Simplemente me dejo llevar por un libro maravilloso, entre morfemas turcos y la lengua «macedonia» de los navajos, pasando de la lexicalización en el idioma hmong a las raíces del árabe, del idioma de los tiwa a la «polisinteticità» de los esquimales… e così via.

Qué libro admirable. Y sí, en el fondo, estoy con d´Arcangelo. Este Chomsky tan renombrado quizá no sea más que el heredero más chusco de la escolástica medieval, del «mentalismo» que Astrud (confesos admiradores suyos) cantaban en 2001:

http://youtu.be/d1sz5Ox9sZ4

El libro tiene su parte dura, para especialistas, pero nunca aburre. En cuanto a Gabelentz, uno descubre que fue un lingüista alemán del siglo XIX (algo me suena de Coseriu o Martinet), que desarrolló una especie de teoría del eterno retorno de las lenguas.

La espiral de Gabelentz contempla un movimiento morfológico continuo que iría de la aglutinación a la flexión, y viceversa. O sea, algo así como si consideramos a las lenguas románicas derivaciones analíticas del latín, en un movimiento contrario al de las lenguas germánicas, de carácter tendencialmente sintético. Un poner, vamos.

De este modo no existe una lengua universal, sino un continuo movimiento heracliteano, que explica la diversidad real del habla humana, más allá de esos presuntos «universales» mentalistas de Chomsky.

Y uno dice: pantha rei…

Automate This (2012), de Christopher Steiner. Morozov entre la tiranía de los algoritmos y la libertad de elegir

Morozov strikes again. Como es sabido, tengo debilidad por la posición escéptica sobre el posdigitalismo del bielorruso Evgeny Morozov.

He escrito bastante sobre su obra, y pienso seguir haciéndolo, ya que me parece una de las mentes más lúcidas que existen hoy en día sobre estos temas.

Hace una semana publicó una reseña en el WSJ sobre el libro de moda: Automate This: How Algorithms Came to Rule Our World, de Christopher Steiner (Portfolio, 2012), una obra muy entretenida que hace un recorrido por la evolución de los algoritmos, desde la Antigüedad (aparecen en Mesopotamia 2.500 años antes de Cristo, para racionalizar la distribución del grano) hasta un presente en el que ejercen, según el autor, una absoluta tiranía sobre nuestras vidas diarias.

Los algoritmos no sólo están en la base de todas las redes sociales, sino que pueden componer mejores canciones que los Beatles, o saben cuánto durará una relación sentimental. En definitiva, dice Steiner: los algoritmos dirigen el mundo.

Ante este panorama, uno se experaría un texto apocalíptico de Morozov, en plan: «lo véis, ya os lo había dicho, nos controlan con las apps digitales, somos súbditos de Silicon Valley y del brazo incorrupto de Steve Jobs… Arrepentíos, pecadores…».

Pero no. Ahora que nos habíamos acostumbrado a su brillante argumentación a la contra, nos sale con un moderado pero firme canto a la libertad de elegir, que recomiendo leer tranquilamente (es corto):

The real question isn’t whether to live with algorithms—the Sumerians got that much right—but how to live with them. As Vonnegut understood over a half-century ago, an uncritical embrace of automation, for all the efficiency that it offers, is just a prelude to dystopia.

Los algoritmos han estado siempre con nosotros. No otra cosa es el «mínimo común denominador», que no me parece que sea sospechoso de querer implantar una dictadura planetaria. Se trata, por tanto, de elegir qué hacer (se puede, oiga): enseñar o esconder, hablar o callar, enfrentarse o convivir.

Outliers School, la nueva propuesta de Scolari, Cobo y Pardo Kuklinski

Los tres grandes provocadores de la innovación educativa en español (Cobo, Scolari y Pardo Kuklinski) siguen jugando al «fútbol total».

Su nuevo proyecto se llama Outliers School, y trata de algunos de los temas que llevamos analizando en Nodos Ele desde que empezamos, así que nos encanta.

Eso sí, no es un espacio abierto; habrá una selección de «outliers» el 12 de noviembre. Además, se paga y no te dan certificado, como debe ser. Qué mayor insignia que trabajar en proyectos concretos disruptivos con gente llena de talento. Bravo.

En mi opinión, el gran acierto de esta propuesta radica en su centralidad en el diseño educativo. Lo demás, viene de suyo. El terreno de juego está perfectamente definido, porque el partido se juega precisamente ahí.

Twitter: @outliersschool

Outliers School Educación 2012 / Presentación from Outliers School on Vimeo.

Se basa en el siguiente decálogo de Scolari (con el que estoy de acuerdo en un 70%, que ya es bastante, me parece a mí, vamos), que resumo muy brevemente:

1. La crisis de la educación es un problema de diseño. Vivimos una burbuja de oferta educativa formal con la consiguiente pérdida de valor de los títulos académicos. Outliers School es un NO-grado, basado en la sincronía «peer to peer» y en reuniones en red y «prototyping», sin evaluaciones. Todos somos diseñadores educativos, actuando en ensayo/error, «learning by doing» y trabajo en beta. Referencia: Gray, Brown y Macanufo, Gamestorming (2012):

“los retos industriales actuales no son estándares. El trabajo actual debe estar dirigido a menudo hacia lo desconocido, la incertidumbre y los espacios de reto ambiguos, y la capacidad de crear y descubrir es más importante que ajustarse al molde de lo estándar.”

2. La gran disrupción de la educación es organizativa, no tecnológica. Outliers School es un espacio en red para resolver problemas de diseño educativo mediante el prototipeado de ideas. Esto no pasa por un cambio tecnológico sino por un cambio de mentalidad. Referencia: Cornella, Co-Society (2012):

“cualquier persona puede convertirse en empresa, partiendo de sus conocimientos o habilidades diferenciales. (..) No podemos diferenciar cuando trabajamos y cuando no. Los sistemas móviles nos dejan always-on. Lo peor es que estamos siempre disponibles para ejecutar procesos, no para pensar.”

3. Del conocimiento superficial al focalizado e interdisciplinario. Las instituciones educativas corren el riesgo de la parálisis. Deben pasar de habilidades generales, jerárquicas e intercambiables hacia colaboración horizontal y conocimientos especializados. Outliers School refuerza el desarrollo de habilidades para la innovación, la resolución de problemas complejos, el trabajo distribuido y la generación de liderazgos adaptables capaz de hacer frente a las profundas redefiniciones del ecosistema educativo.

4. Sobre los espacios de trabajo. Construye tu propio MIT Building 20. La arquitectura del diseño educativo debe cambiar. Referencia: Stewart Brand, «The Low Road». Jane Jacobs:

“Old ideas can sometimes use new buildings. New ideas must come from old buildings.”

5. Aprender resolviendo problemas más que aprendizaje formal teórico. Los procesos que facilitan la resolución de problemas resultan un nicho más atractivo que la reflexión teórica. Referencia: Cristóbal Cobo/John Moravec: Aprendizaje Invisible.

6. Hacia un kiosko de aprendizaje, toma sólo lo que necesitas.. Utilización de múltiples dispositivos en forma convergente y transmediática para ejecutar acciones específicas: no presencialidad, soporte de productividad, ubicuidad. Referencia: Avey, Kiosk Learning (2011). George Siemens, MOOCs.

7. Aprendizaje Invisible. La tecnología no es la clave en un escenario posdigital, sino la mentalidad cultural. Formación no formal, formación flexible («peer to peer»), acumulación del conocimiento en flujo. Rechazo de herramientas como el currículo, porque no refleja las «competencias blandas»: creatividad, innovación, flexibilidad, etc.

8. La legitimidad de los educadores está distribuida en red, y no en las instituciones. El componente agregado/ubicuo de la educación. Superación de la jerarquía up-down (de arriba hacia abajo), por una red distribuída y legitimada entre pares (Rifkin, 2012). Referencia: Jeff Jarvis (2009):

“Education is one of the institutions most deserving of disruption, and with the greatest opportunities to come of it (…) a new educational landscape where universities teach an abundance of knowledge to those who want it rather than manage a scarcity of seats in a class.”

9. Desintermediar la producción y distribución de conocimiento. En el diseño educativo, existe un nuevo mapa de actores y propuestas desintermediadas, innovadoras y basadas en la apertura a la comunidad, especialmente fuera de las estructuras formales. Nuevos actores que construyen un metasistema de ideas que conecta la academia con el mundo empírico de forma mucho más eficiente. Referencias: Brabazon (2007):

“We have to ask how to encourage intellectual rigour in an edu-tainment landscape stimulating the learn of meta-skills, but not only contents. To teach the meaning and purpose of refereeing.”

10. De la pedagogía de la enunciación a la pedagogía de la participación. Nuevos formatos más allá del libro, nuevas narrativas transmediáticas. Todos somos prosumidores, sin necesidad de intermediarios. Referencia: Grant McCracken, Culturematic (2012):

“As the story escapes the creative control of a single artist, author or studio, it is free to experiment. The story becomes a laboratory.”

Outliers School Educación 2012 / Presentación (2) from Outliers School on Vimeo.

xEducation, el nuevo libro de George Siemens, Bonnie Stewart, y Dave Cormier

Sólo una pequeña nota para poner sobre aviso de xEducation (Johns Hopkins University Press, 2013), el nuevo libro que están escribiendo George Siemens, Bonnie Stewart, y Dave Cormier. Lo presentan así:

Our focus is on sidestepping the rather substantial hype around educational reform, particularly from the technological angle, and present a solid discussion of the scope and nature of higher education (HE) change.

Para seguir la escritura del libro han creado el blog xED Book, a book about education stuff, moocs, etc., en el que -como es lógico- apenas hay todavía sino declaraciones de intenciones:

The university’s main currency, its main product, is knowledge. As new things are done with knowledge, university’s face pressure to adapt to knowledge’s structure and flow.

El nacimiento de Twitter y Grupo Nodos Ele

[Este fue uno de los logos que creamos en julio de 2007 para Nodos Ele. Al final, lo descartamos porque daba una imagen demasiado unidireccional del Grupo]

El Grupo Nodos Ele nació en Twitter en el verano de 2007. Francisco H., Victoria C, Emilia C., David V. y yo mismo, decidimos fundarlo para explorar las posibilidades de lo digital en el aprendizaje de lenguas.

No pienso contar batallitas. Desde entonces han pasado muchos negronis, que darían para estar horas hablando. Recuerdo que en aquellos meses la gente se tomaba a broma Twitter, que acababa de nacer en marzo.

Nosotros mismos hacíamos bromas sobre la forma en que lo estábamos usando para conectarnos, aunque me atrevería a decir que éramos de los pocos que teníamos claro que había venido para revolucionar la forma en que nos comunicamos.

Me he acordado de esto al ver este fragmento de un telediario de aquel momento. Es de la CBS. El final es glorioso, con los periodistas riéndose y diciendo que Twitter no sirve para nada y que no tiene futuro.

Cráneos «previlegiados»:

Monsieur Lazhar (2011). Una película contra la infantilización de la enseñanza

Desde que la secta tóxica de los pedagogos -esos especialistas en crear problemas donde no los hay- metieran sus sucias manos en la educación, se ha venido notando una progresiva infantilización de la enseñanza, que se hace igualmente perceptible en el mundo ELE (Español como Lengua Extranjera).

En vez de buscar la excelencia, en vez de entender la educación como una forma de ser mejores, se ha instalado un buenrrollismo para papanatas que nos toma (a profesores y a estudiantes) por tontos del haba, que deben hacer cosas muy didácticas, muy lúdicas (jueguecitos, pasa la bola, chorradas varias).

Por eso se agradece una película como Monsieur Lazhar (Philippe Falardeu, 2011), que no sólo es buena, sino que pone en solfa tanta mamarrachada:

http://youtu.be/c-2JnermrAo

Monsieur Lazhar habla de inmigración, de enfrentamientos ideológicos, de profesores perdidos en las aulas…. Y lo hace de una forma simple, como son las cosas.

El protagonista es Bachir Lazhar, un argelino cincuentón que se ofrece como profesor en una escuela de Montreal (Canadá), como sustituto de una maestra que se ha ahorcado en clase delante de sus alumnos. Todo el mundo parece muy preocupado y estresado, todo el mundo se toma muy en serio a sí mismo: psicólogos pedantes, padres preocupadísimos porque sus hijos «no se traumaticen», feministas al borde de un ataque de nervios, profesores sin alma que sólo piensan en cumplir las normas, que no son más que un conjunto de patochadas.

Frente a este mundo decadente -que conocemos todos los que nos dedicamos a esta profesión- el misterioso Sr. Lazhar usa un arma revolucionaria: el sentido común; explica los adjetivos posesivos, enseña a escribir mediante dictados con textos de Balzac (hilarante la escena con la directora, que lo llama a su despacho y le recomienda -la pobre mema- que «simplifique los dictados», que Balzac no es didáctico).

El Sr. Lazhar está siempre metiendo la pata, parece que nadie lo entiende. Pero es obvio que él tiene razón. Siempre. Cuando le pega una colleja a uno de los chicos, tiene razón. Cuando reordena la clase en filas nada más llegar, y elimina la disposición en círculo recomendada por los pedagogos, tiene razón. Cuando el chico árabe le habla en árabe en clase, y él, que es árabe, le dice que «en clase hablamos en francés», tiene razón. Cuando se asombra de que después de una excursión los alumnos vengan con la espalda quemada, porque está prohibido que un profesor le ponga crema solar a un alumno (oh, tocarlo, pecado nefando), tiene razón (una escuela que ve a un pedófilo en cualquier maestro que toca a un chico, una escuela que no acepta las caricias, el abrazo, el beso, es una escuela de enfermos).

Lazhar oculta una vida de sufrimiento en su Argelia natal. Por eso entiende que en el fondo las cosas son simples, que lo políticamente correcto sólo agrava la esquizofrenia pedagógica, que los seres humanos gozamos y sufrimos (sí, también sufrimos, profesores y alumnos), y que aprender del sufrimiento es parte de la educación (sus alumnos hablan de la muerte, piedra de escándalo general). Un niño al que se le evita el contacto con la realidad de las cosas, crecerá enfermo por dentro.

Da gusto, la verdad, encontrar una película como esta, perdida entre tanto panfleto delirante, propuesta de libertad y de madurez en estos tiempos de infantilización de la enseñanza.

Short Stories About Tiny Tasks. Un libro sobre microtareas, crowdsourcing y gamificación

Short Stories About Tiny Tasks. Microtasks, crowdsorcing and gamification (Microtask, 2012) es un libro editado en Tampere (Finlandia) por los miembros del proyecto Microtask.

Como explica el título, recoge un número considerable de artículos (publicados en el blog del grupo) sobre crowdsourcing, microtareas y gamificación.

El blog de Microtask se puso en funcionamiento a finales de 2009, cuando el concepto de «crowdsourcing» estaba empezando a tomar cuerpo. Desde entonces, han pasado muchas cosas, que han ido documentando en la red y que se resumen en este libro.

Esto quiere decir que Short Stories About Tiny Tasks es una obra que va más allá del proyecto estrella del grupo: Digitalkoot, es decir, la digitalización de las publicaciones periódicas que se conservan en la Biblioteca Nacional de Finlandia. Digitalkoot ha sido todo un éxito, ya que más de 100.000 voluntarios han realizado unos 7 millones de microtareas, poniendo a disposición de los finlandeses todo su patrimonio periodístico on line.

El libro es muy recomendable (166 páginas llenas de ideas inteligentes y reflexiones estimulantes, se abra por donde se abra), está dividido en tres capítulos (crowdsourcing, microtareas y gamificación) y se puede descargar gratuitamente en PDF. Creo que si les pides un ejemplar a info@microtask.com, te lo mandan. Al menos a mí me lo mandaron (y con dedicatoria, qué majos).

On/Off Un Dígito Binario Dudoso (2012) Hidrogenesse (y II)

Love lettersA mí también me gusta Hidrogenesse, posiblemente porque soy de una generación que experimentó con ciertas formas de teatro grotowskiano, al tiempo que crecía a golpe(s) de Deutsch Amerikanische Freundschaft, italodisco y cosas raras.

Sin embargo, Un bit binario dudoso se merece un off como una catedral, ya que se trata de un proyecto fallido, se ponga David Vidal como se ponga.

En un mundo fragmentado los mensajes se revelan y esconden en forma de escolios, que ocupan los márgenes del discurso. Olvidad las bonitas melodías y las reflexiones campanudas, olvidad las trabazones caramelizadas y la logorrea de los puntos y seguido. Son cantos de sirena en papel de celofán.

No queda rastro en este disco de las apostillas laterales de caballos y ponies, no hay disputaciones entre PCs y MACs, no hay márgenes ni gritos ni medias verdades.

Sólo así se comprenden las innecesarias addendas del video sobre la historia de la computación. Cuando desde América nos llegan los himnos de Matilda, Capullo o Dixybait, que en su simplicidad cortante de cuchillo en el agua, nos revelan el envés de la trama, todo esos bits quedan un poco Corte Inglés («¿se lo envuelvo para regalo?»).

Pues mire, no. Me voy a la verbena en busca de unas cuantas certezas. No querían conectivismo, pues tomen dos tazas:

La caída de Hidrogenesse en la moralina se puede resumir en esa actitud viejuna de adoctrinar deleitando, aunque sea sobre unos tacones en forma de tarima, y tras unos bigotes austrohúngaros.

Lo más cercano al último disco de Hidrogenesse es una asamblea de indignados sentados en el iBook al lado de la tienda Mac de la Puerta del Sol, todo ello convertido en fábula en verso por Félix María de Samaniego.

Que vuelva Hidrogenesse a sus inicios, que vuelvan a la calle en ukelele, que no se escondan detrás de una mampara en blanco y negro.

On/Off Un Dígito Binario Dudoso (2012) Hidrogenesse (Parte I)

Love lettersOn/Off sobre el disco de Hidrogenesse «Un Dígito Binario Dudoso», del que Emilio hacía una breve review en este post. En definitiva, un on como una catedral de grande.

Hidrogenesse es un grupo que siempre me ha gustado. Me va ese rollo entre naïf y absurdo, alrededor de temáticas que dejan entrever que hay algo más allá del juego entre tacones y bigotes (hasta hace poco) pasados de moda.

Desde que anunciaron la edición de Un Dígito Binario Dudoso, esperaba con impaciencia poder escuchar los temas, de los que apenas ofrecían algunos adelantos a través de la ya habitual web dedicada al lanzamiento (en la que puedes seguir el desarrollo de la creación del mismo). Además de por las razones habituales, en esta ocasión Hidrogenesse tocaban uno de mis temas favoritos, el de la conciencia, encarnado esta vez en la pregunta ¿Puede pensar una máquina? enunciada por Turing en uno de sus textos clásicos. A pesar de ser un encargo, que bien podía no haber llegado a buen puerto, se nota que las discusiones con Manolo Martínez no han sido pocas.

«Un Dígito Binario Dudoso» es una suerte de viaje a través de la vida del matemático, con parada y fonda en temas que confunden al propio Turing (voz narrativa en Christopher, Captcha Cha-Cha) con una máquina que es capaz de sentir amor (Love letters, que podéis escuchar en el video, un poco más abajo) y reivindicar la historia de su estirpe (Historia del Mundo Contada por las Máquinas).

Para quien no sitúe muy bien este On/Off en un blog como Nodos Ele, sólo recordaros que uno de los puntos más polémicos de la teoría conectivista enlaza directamente con la problemática a la que tuvo que enfrentarse Turing. Si recordáis los principios básicos del Conectivismo, sostienen que el aprendizaje (no el conocimiento) puede residir en dispositivos no humanos, ampliando de esta forma la idea de conciencia humana más allá del propio cerebro… hacia las máquinas. Conectivismo y música pop: sin duda una nueva alineación de los astros.

En definitiva, uno de los discos imprescindibles de 2012, ejemplo también de modelo de negocio y creación en nuestra maltrecha industria musical. Si no lo has escuchado puedes hacerlo gratis en You Tube y Spotify, o comprarlo directamente en la web de Austrohúngaro.

10 destrezas para el siglo XXI

El Institute for the Future de la University of Phoenix publicó hace unos meses un documento titulado Future Work Skills 2020 [pdf], en el que pretende cambiar la perspectiva a la hora de afrontar el trabajo.

Se trata de pasar de las clásicas prospecciones sobre «los trabajos más demandados dentro de una década», para centrarse en las habilidades más valoradas en el futuro, independientemente del trabajo que se haga.

De las 10 destrezas propuestas me quedo con estas 5, que me parecen las más relevantes:

  • Creación de sentido («sense-making»), es decir, la capacidad para determinar el significado profundo de las cosas. Las máquinas no son capaces de codificar a partir de ciertos niveles complejos. La capacidad de darle sentido a las cosas nos ayuda a la hora de tomar decisiones basadas en análisis profundos. Deep Blue puede ganarle a Gary Kasparov, pero si le dices «no te tires a la piscina» es incapaz de captar el significado pragmático de la frase.
  • Pensamiento adaptativo, es decir, la competencia que permite pensar y descubrir soluciones y dar respuestas, más allá de reglas y rutinas. Da igual si se trata de trabajos de alta especialización o de tareas de baja cualificación, lo importante es saber reaccionar eficazmente ante situaciones no previstas, más allá de los protocolos establecidos.
  • Competencia intercultural, es decir, la capacidad de operar en diferenctes entornos culturales. La diversidad en los entornos de trabajo es un motor para la innovación. Parece bueno que en un equipo haya personas de diferentes edades, capacidades, conocimientos, formas de trabajar, formas de pensar, etc. La igualdad no crea nada nuevo. La diversidad, sí. Un libro de referencia es The Difference: How the Power of Diversity Creates Better Groups, Firms, Schools, and Societies, de Scott E. Page.
  • Transdisplicinariedad, es decir, la capacidad para entender conceptos que pertenecen a diferentes disciplinas. «La transdiciplinariedad va más allá de juntar a investigadores de disciplinas diferentes para que trabajen en un equipo multidisciplinar. Estamos hablando de personas que pueden hablar el lenguaje de disciplinas diferentes. Por ejemplo, biólogos que entienden de matemáticas, o matemáticos que entienden de biología» (H. Rheingold).
  • Pensar en diseño, es decir, la capacidad de diseñar tareas y procesos de trabajo eficaces. Esto incluye también el entorno físico de trabajo.
  • Gestión de la información, es decir, la capacidad para discriminar y filtrar información según su importancia. Esta competencia tiene relación con el etiquetaje, la simplificación de sistemas complejos, y otros mecanismos cognitivos.

En todo caso, lo que me ha gustado más de este enfoque es que no se centra en el trabajo que se haga, sino en las destrezas generales. Otra cosa es que las cosas vayan por ese camino. Deberían, desde luego. Si las instituciones no evolucionan hacia entornos de trabajo más libres y abiertos pueden caer en una esclerosis que acabe con ellas.