Marina y Educared

En el Congreso Educared, que se ha clausurado hoy en Madrid, la conferencia inaugural corrió a cargo del filósofo y pedagogo José Antonio Marina. Marina relacionó el subtítulo del congreso, «Educar en comunidad», con el viejo proverbio africano: “para educar a un niño hace falta todo un pueblo”.

Reproduzco aquí -esquemáticamente- el diálogo que siempre quise tener pero nunca me atreví a mantener:

Marina: Hay que “insistir en la poética de la educación, que es cálida, frente a la frialdad de la tecnología”.

Yo: La tecnología es fría si se pierde de vista el objetivo: hacer acopio de programas sin ton ni son no ayuda a aplicar las TIC con éxito. Con un buen análisis de necesidades y objetivos comunicativos claros para realizar en grupo, se escala uno una montaña, por ardua que parezca la subida. El sendero ya lo vamos marcando entre todos los que pasamos, antes o después. Y esto, ¿cómo va a ser frío?

Marina: Hay cuatro fases en el desarrollo de internet: (1) Internet como fuente de conocimiento al que todos tenemos acceso, (2) como fuente de comunicación a través de medios como el chat o el email, (3) como fuente de cooperación (con la emergencia de la web social) y (4) la web semántica.

Yo: Aunque la comunidad educativa está en su día a día como mínimo en la segunda fase, a menudo retrocede o se queda simplemente en la primera cuando se trata de implicar a los aprendientes. ¡Pero si lo más novedoso, el salto cualitativo, está precisamente en la posibilidad de producir y compartir, no en la de consumir!

(Haciendo referencia al chiste que ilustra esta entrada) Marina: Pues no, señor. Claro que importa quién está delante del ordenador: un burro delante de Internet sigue siendo un burro.

Yo: Yo me solidarizo con los burros, pero -dejando esto aparte- ¿ustedes qué opinan de todo esto?

3 comentarios en “Marina y Educared

  1. Emilio Quintana

    !Vaya tela! De lo que dice Marina, no opino nada, son cuatro trivialidades y unos pocos chascarrillos. Este hombre tiene esa cualidad propia de los políticos: habla mucho y no dice nada. Con lo que tú dices estoy totalmente de acuerdo, y creo que por eso deberíamos centrarnos en fomentar todo lo que signifique una «actitud» colaborativa, más allá de las herramientas y las tecnología (no te rías, Victoria).

    Lo que de verdad me da miedo es lo de la cita africana. !Qué yuyu eso de dejar la educación de un niño en manos de «todo un pueblo»! Me suena al «Ein Volk» hitleriano. Este Marina debería leer un poco más a Ortega y dejar ese «comunismo» educativo que solo mata la individualidad y nos sume en la tribu (por más africana que sea)

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  2. Emilia

    Bueno, Emilio, en realidad la conferencia de Marina fue agradable después de las sequísimas charlas de inauguración de La Ministra de Educación (tantos millones de presupuesto, tantos tantos por ciento de escuelas conectadas a internet, mucha estadística, mucho número, todo muy institucional), la de la Presidenta de la Comunidad de Madrid (cuando yo era ministra de educación hicimos cositas muy chulis… y oh, gran telefónica que estás en los cielos, ¿qué haríamos sin ti?), la de la ministra de cultura de Colombia, país invitado, muy en su papel de ministra, las del Secretario de Estado de Telecomunicaciones y el Presidente de Educared, que he olvidado por completo, y la del Príncipe Felipe, quien -curiosamente- fue el único de todos ellos que mencionó «la llamada Web 2.0».

    Lo que dice Marina son cosas muy obvias, de acuerdo contigo, pero algunas de ellas siguen sin estar asimiladas. Además, las dice bien (lo cual no se puede dar por hecho ni siquiera en tamaño evento), lo que yo agradezco tremendamente.

    El pueblo africano yo lo entiendo como «Dorf» (village) y no como «Volk»(people), es decir, como comunidad educativa. En ese sentido, a mí no me da ningún miedo. A mi entender, estamos hablando de un desarrollo individual que se ve potenciado por el intercambio con otros. Según cómo se conciba ese desarrollo/aprendizaje, es un postulado que puede aplicarse también al constructivismo social, en el que tanto creemos nosotros. No veo que la individualidad y lo colectivo sean incompatibles. Pero ya sabes que en este tema tú y yo tenemos opiniones diferentes. No así en el de la actitud colaborativa; aquí estoy contigo.

    De todas formas, es que en el congreso se dijeron muchas obviedades. Demasiadas.

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  3. Emilio Quintana

    No quiero acaparar balón, así que solo un pequeño apunte.

    La forma en que tú entiendes la relación individuo – colectividad la puedo compartir también yo sin problemas (con los matices que haga falta, porque al final es una cuestión de marcos: primero está el individuo, y después la sociedad, y no al revés).

    El problema es que dudo mucho de que Marina estuviera de acuerdo, cuando lleva meses repitiendo que su ley de «Educación para la Ciudadanía» no permite la objección de los padres. A mí sí me da miedo que se niegue la patria potestad y que el Estado decida sobre la educación de tus propios hijos.

    Pero este no es el tema del post, así que vale.

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