Abrir el aula al mundo, por Christian Ollivier (II)

(Esta es la segunda parte de un artículo que comienza en Moleskinele. Las razones para su división son tanto de forma – entradas eternas cansan a cualquiera- como de contenido, y bueno, algo lúdicas también).

…Podemos abrir aun más el círculo: podemos ampliar el público meta regalando el libro de recetas a otros grupos, otros profesores o trabajadores del centro donde tenga lugar la clase. Pero podemos ir aun más allá, publicando su contenido en Internet. Para ello no hay más que entrar en un foro de recetas de cocina y empezar a intercambiar recetas. Como bien apunta Ollivier, el interés de estos sitios web reside precisamente en que los destinatarios habituales no son aprendientes de lengua, sino usuarios reales de este servicio, nativos en su mayoría, y son ellos quienes, a través de sus reacciones con comentarios como “Mm, qué rica” o “¿cuántos tomates utilizas?” evaluarán el resultado de Franz, exactamente igual que en la vida real. Además, todo el que haya participado en un foro, escrito en un blog, etc. sabe lo motivador que es que alguien reaccione ante nuestra contribución.

Como se ve, nada más fácil que hacer una actividad que integre el aspecto principal de la web 2.0 -participar y compartir- y del enfoque orientado a la (inter)acción: la acción con otros. Y para esto, no hay que saber nada de tecnología. Ser capaz de buscar en google es suficiente.

3 comentarios en “Abrir el aula al mundo, por Christian Ollivier (II)

  1. Emilio Quintana

    Me parece una entrada muy acertada. Este Ollivier, ¿era uno de los de Salzburgo de los que hablaba Victoria?

    Lo de «enfoque orientado a la interacción» me parece todo un acierto, como en general todo lo que dice sobre el Marco. Mi única pregunta es: ¿qué pasa con los que no nos gusta cocinar y pasamos de hablar de tomates y eso?

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  2. Emilia

    Sí, Ollivier era de la Universidad de Salzburgo, pero desde hace aproximadamente dos meses está en la Universidad de La Reunión. Dirigirá el proyecto Babelweb, que irá en esta dirección y del que os iré informando según vayamos avanzando (y digo «vayamos» porque yo tengo la suerte de andar ahí metida).

    A ver, lo de la cocina es un ejemplo. Otros eran escribir una entrada sobre tu pueblo en wikipedia o corregir la existente, o cambiar la actividad: «Usted está de vacaciones en X. Escriba una carta a un amigo que está en su país y cuéntele a, b, y c sobre su viaje» por el intercambio en un foro de viajes (que también se podría hacer con la herramienta de «Mis viajes» de Yahoo, que presentábamos hace unos meses).

    Yo creo que la clave es, como siempre, dar la posibilidad de escoger, pero también es verdad que el tema de los alimentos se encuentra entre los contenidos de un A1, por lo que veo difícil evitarlo.

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  3. Victoria

    En la línea de Ollivier y de lo que comenta Emilia van también proyectos como The Mixxer y Soziety. Se trata de promover comunicación real con personas fuera del aula.
    Un ejemplo de uso ejemplar de The Mixxer en la clase de español podéis encontrarlo en los blogs de alumnos de Barbara Sawhill . Para escribir su proyecto final de la clase relacionado con algún país hispanohablante los alumnos tienen que documentarse en parte mateniendo conversaciones con nativos en Skype que contractan a través de The Mixxer.
    En esencia creo que es lo mismo que plantea Ollivier.

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