Desde que estoy fuera de España ando un poco desconectado del panorama poético nacional, de modo que no sé hasta qué punto el cambio tecnológico está afectando a la manera de escribir o leer poesía. Tampoco es un tema que me interese demasiado. Recuerdo haber leído Mester de cibervía, de Vicente Luis Mora (1999) con cierta curiosidad, pero poco más (ahora V. L. M. dirige el Instituto Cervantes de Alburquerque, igual eso tiene que ver con esto). En la disputa, he solido estar más de la parte de creacionistas, cubistas o imagistas que de los futuristas.
Chris McCabe (1977) acaba de publicar su nuevo poemario, Zeppelins, que me ha gustado bastante (excepto la parte política panfletaria, previsible y floja). La poesía de McCabe es compleja y fragmentaria, parece escrita -no solo a causa de los temas- por alguien que se siente a gusto en un mundo conectado y digital. Sin embargo, esto que podría llevar fácilmente al desvarío sin sentido, se ve transformado por una mezcla de conciencia y conocimiento de la tradición literaria que termina enganchando y convenciendo.
Hay mucho de «déjà vu», una especie de repetición posmoderna de las primeras vanguardias del siglo XX (su libro anterior, The Hutton Inquiry tenía un aire a lo Veinte poemas para leer en tranvía de Oliverio Girondo pasado por el espejo imagista del joven Pound). No creo que McCabe llegue a ser el Ezra Pound del siglo XXI, pero aquí dejo un poema de este último libro, «A 98p Voicemail Message to Blaise Cendrars« («Mensaje de voz de 98 peniques a Blaise Cendrars»), leído por el autor y encontrado en YouTube:
https://youtube.com/watch?v=jKahiwVNlhk%26hl%3Des%26fs%3D1%26rel%3D0
Actualización: El texto del poema lo he copiado en los comentarios.
Increíble. Telepatía. No viene a cuento. Si no, os haría una crónica del festival, que tengo marcado en mi agenda.
¿Te refieres a 2008 poetas por km2? Yo creo que sí viene a cuento, al fin y al cabo aquí hablamos de cómo los cambios tecnológicos están reinterpretando la forma de educarse y de enseñar.
El post se me ocurrió después de leer el libro de McCabe y ver lo del encuentro de Madrid. Conozco mejor (y me da rabia) lo que pasa en países como Gran Bretaña, por eso sería bueno tener la perspectiva madrileña. Una crónica del evento estaría muy bien. Es lo que hizo Lola cuando estuvo en la UrbanLabs. Parece que no, pero estos temas son importantes -a mi entender- para un profesor de ELE. ¿Cómo vas a conectar con tus alumnos si no sabes qué pasa, cómo está cambiando la cultura de la lengua que enseñas?
A cambio, no sé, voy a traducir algunos poemas de McCabe, por ejemplo, para ver si es posible captar ese ritmo poético fragmentado que -si no estuviera tan manido el término- llamaría 2.0. Como siempre, los poetas se anticipan al cambio: Borges intuyó la red de redes (habrá que volver a este tema también, ¿no?) y estamos ahora viendo una especie de nueva vanguardia pero con los medios técnicos que no tenían los vanguardistas históricos.
¿De verdad te parece que no viene a cuento?
Sí, a ese me refiero.
Sobre la red de redes, el grupo Cyborges nació muerto, pero yo he estado leyendo y pensando sobre el tema bastante en los últimos meses, y sobre la explosión epigramática a lo Girondo, o a lo Luis Vidales en «Suenan timbres» (1926), que me parece que capta el dinamismo y la fragmentación de la vida -poética- de aquellos -y estos- años.
Iré al festival y te diré si viene a cuento.
Y sí, la vanguardia artística y literaria pasa indefectiblemente por la tecnología web. También lo veo así.
Vale. En todo caso, los grupos en Facebook no nacen ni muertos ni vivos, se desarrollan según sus miembros quieran hacerlo. Y pueden resucitar, como los amores del pasado o las clases que un profesor te dio hace treinta años (doy fe de ambas cosas).
Dear Blaise,
They still shout outside my door: get your Nokias out for the lards. Take this take on progress: last night I watched The Greatest Hits of R.E.M. & Stipe´s hair grew back song-by-song. A culture of bacon beans over here: I dropped a rasher on the dresser & wipped it clean on my jeans. She said her brain had turned to mush. I must soak my peas. How does the brain work (excuse me, a white van just pulled up). Mine not so much pulp as wild knitted plaque. We tried to do a Sunday escape to Paris 1913 on the Trans-Siberian rail but the ice-cream man did his jingled route & broke the dream. It was like Dagenham was a trinket box & the lid, lifted. Blaise, you´re breaking up. Are we very far from Montmartre, she asked. Yes Ness I said, this is still Becontree Heath. Take this take on democracy: they strut a fetish around the doors of the gig because they won free tickets. How I was always Nature Boy, she knows that Blaise. It makes such sense that French tag for toad: crapaud. In September we´re going to ensnare one -a toad that is- & drop its dolloped hop on the grave of Apollinaire. We´ll tie coloured balloons to Beckett´s tomb. I hope you can be there. Take this take on desire: he fell in love at just sixteen but she married the local undertaker at a turn. I seem to get more confused as the week ties up, like an actor´s wife turned on by the roles he plays. And those poems you gave to us -thanks for those. Blaise, you´re breaking -Blaise, you´re gone.
Muy tarde para una crónica, pero valga como resumen mi descubrimiento de Eduard Escoffet, que presenta sus proyectos poéticos con dos casetes en sendos aparatos de walkman -o cascos, qué palabra tan estupenda en el 2008- que sincroniza a mano con fallo humano incluido («low tech, high problems»). Se lee, se relee, se corea, se cubre de loops y nos descubre -generoso- a Felipe Boso, poeta palenciano (con P de Palencia), a cuyo maravilloso poema idealista añade si cabe más sonoridad y amplitud:
Quiero
una casa de campo,
de campo, solo de campo.
Sin paredes ni tejado,
de campo,
solo de campo.
Sin puertas ni cerraduras,
de campo,
solo de campo.
Sin ventanas ni balcones,
de campo,
solo de campo.
Sin muebles y sin cortinas,
de campo,
solo de campo.
Quiero
una casa sin casa,
de campo,
solo de campo.
Todo ello ejemplos de las fronteras líquidas entre la música electrónica, la performance, una incierta y compleja sencillez y la poesía fonética, sonora, leída o recitada o hablada o tartamudeada o avivada o entregada para un público, en ese momento, «una poesía orientada a la acción» (vale, vale, cogido por los pelos, pero algún vínculo había que buscar, una excusa para esta divagación).
Para escuchar a Escoffet (en catalán, castellano, inglés, alemán, italiano…), recomiendo marcar en del.icio.us su proyecto Propost y pasearse por su galería de poesía sonora, y por su galería de poetas de cualquier lugar.
A Escoffet no lo conocía (la verdad es que de las lenguas románicas la que menos me interesa es la catalana -yo me lo pierdo, ya lo sé). Pero a Felipe Boso («Llamemos a las cosas por su nombre: cosas»), sí, quizá porque Palencia ha producido pocos poetas modernos, pero muy peculiares, como Boso o su maestro Francisco Vighi, una especie de dadaísta sentimental y cabaretero.
Escoffet tiene también un myspace con muestras de su trabajo y una presencia en YouTube que da una cierta idea de lo que hace en directo.
El poema que has puesto me recuerda al primer León Felipe, el que estaba de maestro en Guadalajara, y una canción de Vainica Doble.