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Comunicarse o morir: interfaces, interlenguas y globish

Esas formas de respiración articulada que conocemos como «lenguas» sirven básicamente para comunicarse. Esto significa que mueren cuando son inútiles para su función básica.

Ahora tenemos los medios para documentar su desaparición, pero lo raro es que una lengua como el «foe», que cuenta solo hasta 37, y de esta forma (vídeo), siga existiendo.

El ser humano ha buscado siempre una forma universal de comunicación, como el latín lo fue entre las élites de la Europa del Renacimiento. Los intentos de ingeniería social, caso del esperanto, no sirven. Es la propia lógica de las cosas la que está creando una forma de respiración articulada universal: el globish. Los debates sobre el «globish» se multiplican, al mismo ritmo que la nueva lengua se abre paso como lingua franca universal:

Los profesores de Español para Extranjeros sabemos que, fuera de la/s lengua/s nativa/s, no hay más que interlengua. El «globish» no es otra cosa que una interfaz de tipo interlingüístico, del mismo tipo que el latín del Renacimiento, solo que en un nivel masivo. Oponerse a su avance implica empobrecimiento intelectual.

En cuanto al español, soy firme partidario de que, independientemente de nuestra variedad nativa, vaya tomando forma de manera espontánea un «globish» hispano, que actúe de interfaz comunicativa para los millones de hablantes de esta variedad latina.

Diccionario Callellano (beta)

Algunos amigos en Estocolmo hemos lanzado la idea de un diccionario colaborativo para extranjeros del tipo Urban Dictionary.

Lo llamamos Diccionario Callellano y está en fase beta. Cuando uno está fuera de España pierde cierto contacto con el «español de la calle», y eso es lo que no queremos perder, ni nosotros ni los estudiantes.

Wordnik: diccionario contextual en inglés

Wordnik es un proyecto de diccionario contextual de la lengua inglesa en pleno desarrollo y que aspira a abarcar todas las palabras existentes o posibles en ese idioma -1,7 millones, y más de 130 millones de ejemplos en este momento. La diferencia que aporta este todavía en beta «no diccionario» –«if you have a suggestion for a better word than «dictionary» to describe Wordnik, please send it our way», dicen- radica en lo siguiente:

Wordnik is based on the principle that people learn words best by seeing them in context. We’ve collected more than 4 billion words of text (web pages, books, magazines, newspapers, etc.) and have mined them exhaustively to show you example sentences for any word you’re interested in.

Siendo impresionante el enorme corpus textual en el que se basa, el mayor atractivo de Wornik radica en la gran riqueza de sus conexiones. Tomemos un ejemplo: esto es lo que conseguimos si buscamos la palabra «sheep». El entorno contextual es singularmente rico y significativo ya que no solo se asienta en definiciones y ejemplos reales sino también en imágenes, frecuencias, palabras relacionadas«not just synonyms and antonyms, but words that behave in similar ways»– etiquetas, pronunciaciones, etimologías, contribuciones de los lectores, concordancias en redes sociales etc. Como bien explican:

Our goal is to show you as much information as possible, just as fast as we can find it, for every word in English, and to give you a place where you can make your own opinions about words known. By «information,» we don’t just mean traditional definitions (although we have plenty of those)! This information could be:

  • An example sentence: even if we’ve only found one sentence for a word, we’ll show it to you. And we’ll show you where the sentence came from, too!
  • Related words: not just synonyms and antonyms, but words that are used in the same contexts. (For instance, cheeseburger, milkshake, and doughnut are not synonyms, but they show up in the same kinds of sentences.)
  • Images tagged by our friends at Flickr: want to know what a «pout» looks like? We’ll show you.
  • Statistics: how rare is «tintinnabulation«? Well, we think you’ll see it only about once a year. «Smile»? You might see that word many times, every day.
  • An audio pronunciation: you can record your own!
  • Por supuesto, cualquier lector logueado puede incorporar una nueva palabra a Wordnik.

    Qué envidia no tener algo parecido en español, especialmente cuando no debe ser muy difícil hacerlo, ya que básicamente se trata de remixar contenidos que ya existen en red y estar abierto a las aportaciones de la gente. ¿Soy el único que piensa que nuestra lengua está perdiendo terreno en la nueva sociedad en red?

    Actualización: George Siemens se hace eco de Wordnik también en su blog.

    19 maneras de usar Wordle

    A todos lo nodos nos encanta Wordle y lo usamos frecuentemente, sobre todo para generar nubes de palabras que resuman artículos o intervenciones en encuentros. ¿Podría ser aplicable a la enseñanza de idiomas?

    En esta presentación, Tom Barrett expone «19 Interesting Ways to use Wordle in the Classroom». Me quedo con las propuestas 1 (todo sobre mí), 6 (escribir cuentos) y 10 (expectativas del estudiantes) ¿Y tú? ¿Se te ocurren más?:

    YouTube decide la palabra holandesa del año

    3127352665_f381fe12f8_m«Swaffelen» es la palabra del año en Holanda, elegida por el 57% de las más de 15.000 personas que han participado en la votación organizada por Onze Taal -una especie de RAE oficiosa- y van Dale, toda una institución lexicográfica en el país. La nueva palabra es una mezcla de verbos ingleses como swing, sway and sweep, más la palabra alemana para «pene» (schwaf o schweif), y significa oficialmente, en traducción casera:

    acción de sacudirse el pene repetidamente o contra un objeto, con el propósito, entre otros, de excitarse o excitarlo

    Lo interesante del caso es que la palabra se la inventó un estudiante holandés que estaba de viaje de estudios en la India mientras grababa un vídeo al lado del Taj Mahal que luego subió a YouTube. De forma viral, esa palabra está hoy en boca de todos y ha entrado oficialmente en el diccionario. El estudiante, por cierto, fue arrestado por hacer «swaffelen» en público.

    Las siguientes palabras del año quedaron a mucha distancia: el verbo wiiën («acción de jugar con la Wii») y «bankendomino» («quiebra de bancos en efecto dominó»). Yo voté por la que ha quedado cuarta: «gastroseksueel» (o sea «gastrosexual»: «hombre que utiliza la cocina para ligar»).

    Wordia: Diccionario 2.0 con posibilidades ELE

    Una cosa que suele pasar a menudo es que un colega se te adelante a la hora de presentar alguna novedad de interés de la que se puede sacar provecho en el mundo ELE 2.0. Además, normalmente lo hace mejor, de modo que lo que hay que hacer es enlazarlo. En este caso, me hago eco de la entrada que Francisco Herrera ha publicado en su blog Enseñando Español sobre Wordia, un nuevo concepto de diccionario colaborativo que usa el vídeo y que encierra atractivas posibilidades desde un punto de vista significativo, accional y evaluativo:

    Lo que más me gusta de Wordia es que le pide a los usuarios que definan esa palabra que para ellos tiene un significado especial, es decir, apunta al caracter significativo, no tanto al valor descriptivo o a la creación de contenidos con un valor académico o científico.

    Como señala FH, por el momento tienen pocos usuarios -y encima con una sospechosa proporción de escoceses- y solo se centra en el inglés, pero el carácter significativo del invento se acerca a la estructura real del lexicón mental y nos permite un uso libre (¿por qué lo llaman «democrático» los que lo han lanzado? Menuda tontería) de las palabras, más acorde con la verdadera relación que con ellas establece cada hablante, tanto en su lengua nativa como en una lengua extranjera.

    Algo de eso es lo que farfulla a continuación Nikki Grahame, la hiperactiva participante del Gran Hermano británico a la hora de glosar la palabra «invention». La colérica Nikki se pregunta cómo es que a alguien se le ocurrió la absurda idea de «inventar» cosas como los crispies o los aviones y eso de volar con ellos, es decir, nos deja echar un ojo a algunas conexiones de su lexicón mental:

    El español vivo | tuBabel

    Esta tarde me he tirado más de una hora trasteando en tuBabel y me encanta. Se trata de una utilidad que se presenta como un «diccionario social de regionalismos latinos» en permanente desarrollo por parte de los usuarios. Cualquiera que se registre podrá agregar aquellas palabras o expresiones que son características de su país y que no se encuentran o tienen un significado diferente en otros países hispánicos.

    tuBabel tiene un diseño claro y una estructura superusable, y las opciones de que dispone son intuitivas y te enganchan. Si tomamos una palabra al azar, podemos ver quién y cuándo la ha definido, en qué país se usa, y tenemos la posibilidad de añadir cómo se dice en el nuestro, consultar el diccionario de la RAE, dejar comentarios, agregar una definición propia si no nos gusta la del autor o añadir un ejemplo. Algo que me ha llamado la atención es que podemos votar la palabra y decidir si se usa realmente o no.

    Hay nubes de vocablos y lista de significados por zonas, pero también puedes elegir un país y pasar el rato explorando el vocabulario local. Porque engancha, eh. No tengo la menor idea del futuro que le espera a tuBabel, pero lo que tengo claro es que se trata de una idea brillante y muy bien desarrollada. Un auténtico ejemplo de cómo compartir conocimiento y una herramienta valiosa para profesores y alumnos de ELE.

    Lo único que me desagrada es lo de llamar «regionalismos latinos» a lo que son variedades del español en el mundo hispánico. En todo caso, tuBabel es un ejemplo vivo de wikilengua, nada que ver con otras iniciativas institucionales que cada día que pasa «ganan» en patrocinios rimbombantes y rigidez de uso.

    Wikilengua, quiero y no puedo


    Victoria nos llama la atención sobre el lanzamiento de Wikilengua, un espacio colaborativo en forma de wiki que ha creado Fundeu como «recurso sobre el uso del castellano, donde se pueden consultar, con una orientación esencialmente práctica, dudas frecuentes». O sea, si no me pierdo en un prosa tan pedregosa, la idea es montar una especie de Panhispánico de Dudas en plan wiki colaborativa.

    A mí, como a Victoria, me parece una idea sugestiva. Pero… Bueno, lo primero que llama la atención es que el diseño es bastante cutrecillo, algo que no entiendo cuando se cuenta con tantos y tan poderosos patrocinadores. Eso, ya de principio, da mala imagen. Además, a diferencia de la Wikipedia, el contenido es confuso y abstruso, está mal organizado; sí, ya sé que están empezando, y hay que esperar que mejoren, pero hoy por hoy no hay quien se entere bien de qué va la cosa.

    Tampoco entiendo que tengan lo que llaman «supervisores» -al parecer «encargados de velar por que los criterios de redacción se cumplan, con la posibilidad de bloquear artículos, reponer versiones anteriores, etc.»-, ni que afirmen que el contenido de la Wikilengua está «protegido» [sic] por la licencia Creative Commons, o que escriban perogrulladas como que la consulta del sitio es «libre y gratuita». Todo esto -y muchos otros detalles que me ahorro- me lleva a pensar que aunque la iniciativa tiene su mérito, los que la han puesto en marcha andan bastante despistados sobre lo que significa la web 2.0.

    Mi opinión es que o Wikilengua se replantea el proyecto en clave social o las buenas intenciones se van a quedar en eso. Habrá que esperar para saberlo, aunque ni siquiera han sacado una versión beta sino que anuncian que están «en mantenimiento» (sólo les ha faltado colocar uno de esos gifts animados con un tipo dándole a un martillo neumático y el letrero de «página web en construcción»).