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Fernando Santamaría en #IBERTIC sobre PLE

Fernando Santamaría (Universidad de León) no para. Resulta incluso difícil seguirlo en su blog, por la variedad, densidad e inteligencia de sus reflexiones.

Fernando casi siempre nos sorprende, porque sabe ir a las fuentes y tratarlas de un modo propio. Hace un rato ha terminado su intervención mediante videoconferencia en #IBERTIC, donde ha hablado de Entornos Personales de Aprendizaje.

Como es natural, lo que más me ha gustado de las palabras de Fernando es lo que se refiere a conectividad, es decir, al conocimiento como caos, distribución etc. No perderse la segunda parte, cuando trata de PLE vitaminados y de iPLEs o sistemas mixtos:

UPDATE: El autor ha publicado hoy un post destacando lo más importante de su intervención.

Too Big to Know (2012) de David Weinberger

De lo que va de 2012 me ha llamado la atención el nuevo libro de David Weinberger (Harvard University) Too Big to Know: Rethinking Knowledge Now That the Facts Aren’t the Facts, Experts Are Everywhere, and the Smartest Person in the Room Is the Room (Basic Books, 2012), sobre todo porque me parece que ahonda en las ideas conectivistas de George Siemens.

Weinberger intenta explicar la forma en que es posible manejar un conocimiento que ha dejado de ser manejable («too big to know»), es decir, una biblioteca que no cabe en ninguna estantería. Weinberger vuelve al tema generacional; piensa que su generación (y la mía) ha pensado el conocimiento como una serie finita de contenido preciso y fiable ordenado en repositorios, mientras que las nuevas generaciones lo ven como un flujo, es decir, como una red de discusiones y razonamientos que no tiene límites.

Pensábamos que el conocimiento era limitado, pero solo eran limitadas las estanterías

De este razonamiento viene una de las ideas que sustentan la obra: hemos pasado de la era del conocimiento como libro a la era del conocimiento como habitación, es decir, la persona más sabia en una habitación es la habitación («the Smartest Person in the Room Is the Room»). En el fondo, nada que no hubiera dicho Siemens en Knowing Knowledge (2004), un libro que tradujimos y publicamos en el Grupo Nodos Ele.

De hecho, las ideas de Weinberger no tienen nada que ver con lo que suele llamarse inteligencia colectiva, sino con lo que Siemens llamó inteligencia conectiva.

No se trata de que muchos sepan más que uno, sino de las relaciones que se establecen entre nodos dentro de una ecología del conocimiento, llamada aquí «room». Por ejemplo, tomemos una conferencia académica:

Si partimos de que el conocimiento está distribuído en red, la persona más inteligente de la sala de conferencias no será ni la que está hablando ni la inteligencia colectiva de los asistentes. La persona más inteligente de la sala será la propia sala, es decir, la red que conecta a los individuos y a las ideas en la sala.

No se trata de que las redes se estén convirtiendo en supercerebros con una conciencia propia. Lo que está pasando es que el conocimiento cada vez es más inseparable de la red que lo hace posible.

De ahí la importancia de las ecologías de aprendizaje, que deben tener un diseño adecuado, ya que en la propia conformación de la red reside el conocimiento y la inteligencia.

También en Caos Ordenado Relativo

La gran estafa del trabajo en equipo

En 2009 publiqué una entrada sobre la inutilidad del «trabajo en equipo», así como su relación con el conformismo y la falta de innovación: «Trabajo en equipo y conformismo», a raíz de un artículo del científico cognitivo Jeremy Dean, experto en psicología de grupos: Why Group Norms Kill Creativity

Toda forma de organización debe rendir homenaje a la primacia del individuo. Las personas son más inteligentes cuando piensan por sí mismas y cuando esta inteligencia se ve amplificada en conexión.

La diversidad individual y conectada es la que produce cambios significativos en la buena dirección. Un grupo puede refinar, extender, aumentar e incluso perfeccionar ciertos conceptos e ideas. Pero las normas de grupo acaban con la creatividad.

Son las redes y no los grupos los que hacen que las cosas funcionen y avancen – Downes tuneado por Potachov (esquema). Estos días en Suecia se puede ver un spot en el que me parece que se explica gráficamente por qué la libertad individual es más productiva, más eficiente y más creativa que esa gran estafa del «trabajo en equipo». Una lección que en España está por aprenderse, si se quiere cambiar un modelo que ya no funciona:

Palabras XL

Poco a poco se están empezando a usar las apps en proyectos cientificos. Hay quien habla en este sentido de «minilaboratorios portátiles». El potencial de las aplicaciones radica en que permiten llegar a millones de personas. Aunque el éxito de un experimento con apps depende de la participación de los usuarios.

Uno de los proyectos europeos que más repercusión está teniendo por ahora es Palabras XL (Science XL en inglés), que pretende conocer mejor la capacidad de leer del ser humano:

Un aspecto fundamental de esta capacidad es el modo en el que somos capaces de decodificar de manera rápida y sin apenas esfuerzo las cadenas de letras, identificando a qué palabra se refieren para poder así acceder a su significado.

La aplicación de Palabras XL (en español, vasco y catalán, entre otras lenguas) se basa en tareas de decisión léxica, es decir, hay que decidir si cada palabra que se nos presenta es real o inventada. La aplicación mide el tiempo de reacción y si la respuesta es correcta.

El mecanismo es simple, pero depende de la participación masiva. Hay que tener en cuenta que, en el caso del español, la prueba se está haciendo con la variedad de los hablantes de España:

Confianza, redes sociales y una divagación antropológica

Una de las mejores entradas que he leído últimamente sobre la sociedad posdigital (sus organizaciones e instituciones) es «Trust and Networks» («Confianza y redes»), de Gideon Rosenblatt.

No es el típico mantra del guru profesional, sino una reflexión realista que incide en la línea del conectivismo y el sharismo que defendemos en NodosEle.

Para Rosenblatt, la sociedad posdigital (y sus organizaciones e instituciones) no se estructura en jerarquías sino en conexiones, y en ella no tiene cabida la evaluación externa. Su base es la confianza entre iguales autónomos. Este sería un resumen de los puntos básicos de su reflexión:

  1. Las redes consisten en conexiones voluntarias entre iguales autónomos.
  2. La confianza es la base de una red social, ya que la fortalece, la hace más flexible y eficiente.
  3. Las redes son las conexiones que permiten a los pares trabajar juntos.
  4. En una red no hay control externo. Una «evaluación del desempeño» impuesta destruye la confianza de la red colaborativa.
  5. La relación en la «red» se basa en el «trabajo» en la red. Trabajar es conectarse.
  6. La «confianza» consiste en no tener miedo a ser vulnerable.
  7. El principio básico en una red es el «respeto mutuo». Si hay respeto mutuo, las conexiones surgen de forma natural.
  8. Tenemos que salvaguardar la confianza para garantizar que nadie abusa de la autonomía de los nodos.

No voy a traducir todo el post. Es simplemente perfecto, y no se trata de ninguna especulación teórica. Es la pura realidad. Las cosas funcionan así.

Todo esto me suscita una pregunta de tipo «antropológico». ¿Hasta qué punto una sociedad como la española (sus instituciones y organizaciones también), en la que abunda la picaresca, la falta de cumplimiento de las promesas, el «engaño» a los otros como forma de «ser más listo», la falta de transparencia, el principio de autoridad, las jerarquías y los escalafones, la titulitis, las instancias con póliza y compulsa, la burocracia como forma de impedir la innovación, etc. tiene cabida en el mundo en que ya estamos viviendo?

No es absurdo pensar que si nuestro país no cambia de «mindware», puede perfectamente iniciar una lenta y profunda decadencia en los próximos años.

Crisis significa cambio. Y el cambio es acción

En definitiva, un discurso que hace referencia a lo que está pasando en el mundo del cine, de la música, de la cultura, de la política y de la educación.

No es diferente lo que está ocurriendo en la cultura, en el periodismo, en la educación o en política. Cada sector tiene sus instituciones, con sus miedos por autoconservarse. Pero ya hemos visto estos días que la acción no viene de ellas.

  • Puedes leer el discurso en e-learning, conocimiento en red y web colectiva.
  • Y los nominados son…
  • Siemens se aburre (y nosotros también)

    [Ilustración: Pintachan]

    Tenía pensado hacer un post sobre la última y magistral entrada de George Siemens este martes: «Questions I’m no Longer Asking». Afortunadamente, David Alvarez se me ha adelantado, de modo que les remito a su blog [e-aprendizaje]: «Cuestiones que ya no nos interesan…».

    En efecto, hace tiempo que algunos simplemente ni nos planteamos determinadas cuestiones: la autonomía del estudiante, la estafa de la evaluación, la necesidad del caos para aprender, la evidencia de la conectividad, la naturalidad de la apertura y el intercambio («sharismo») etc…

    Hace bien Siemens en dejar claro que no piensa contestar a más chorradas sobre estos temas, que resume en varios puntos (modifico mínimamente el resumen de Alvarez), que ya cansa seguir explicando:

    • Los estudiantes deben tener el control de su propio aprendizaje. Los educadores podemos guiarlos o ser intermediarios, pero el aprendizaje significativo implica una actividad impulsada por el que aprende.
    • Los estudiantes necesitan experimentar confusión y caos durante el proceso de aprendizaje. Aclarar(se) ese caos es el objeto del aprendizaje.
    • La apertura de los contenidos y la interacción aumentan las conexiones aleatorias que impulsan la innovación.
    • El aprendizaje requiere tiempo, pensamiento crítico y reflexión. La ‘ingestión’ de nueva información requiere tiempo para ‘digerirla’.
    • El aprendizaje es aprendizaje en red. El conocimiento está distribuido.
    • La creación es vital en el aprendizaje. Los alumnos tienen que crear artefactos para compartir con los demás y para ayudar a dirigir su exploración más allá de los artefactos que el educador les ha proporcionado.
    • Dar sentido a la complejidad requiere de sistemas sociales y tecnológicos.

    Quien quiera perder el tiempo cerrando contenidos, intentando evaluar o controlar, pensando que el caos no es parte del proceso de aprendizaje, etc., es su problema. La realidad va por otro lado.

    Diccionario Callellano (beta)

    Algunos amigos en Estocolmo hemos lanzado la idea de un diccionario colaborativo para extranjeros del tipo Urban Dictionary.

    Lo llamamos Diccionario Callellano y está en fase beta. Cuando uno está fuera de España pierde cierto contacto con el «español de la calle», y eso es lo que no queremos perder, ni nosotros ni los estudiantes.

    Usar Facebook con grupos de estudiantes

    Facebook acaba de implementar una nueva función que permite «crear grupos». En mi opinión se trata de la primera opción realmente operativa que los educadores tenemos para crear y gestionar grupos de trabajo o estudio mediante una auténtica red social.

    En mi opinión, podemos estar ante el comienzo de una nueva vuelta de tuerca en el aprendizaje en red. Lo veremos en los próximos meses. Esta es solo una primera impresión de esta nueva utilidad de Facebook. La función está en desarrollo, de modo que hay que esperar mejoras en un futuro inmediato. Se echa de menos, por ejemplo, que no haya apps para grupos, pero no creo que tarde en haberlas, con lo que su valor para implementar una educación abierta y en red se verá incrementado. Tampoco permite todavía subir documentos.

    Estoy empezando a probarlo, y la verdad es que le encuentro muchos puntos fuertes. Por ejemplo:

  • Configuración. Pertenecer al grupo (que puede ser abierto, cerrado o secreto) no implica compartir información con el resto de los miembros. Cada perfil conserva la configuración que ya tenía antes de entrar en el grupo.
  • Documentos. El grupo cuenta de esta manera con la opción de escribir notas, trabajos, newsletters, o cualquier otro tipo de texto, que queda así inmediatamente archivado y editable.
  • Eventos. Esta función permite crear eventos sólo para los miembros del grupo. Sirve como calendario, así como para marcar la fecha de entrega de tareas, o para cualquier otro tipo de reunión.
  • Chat en grupo. Esta herramienta es muy útil para expandir las conversaciones fuera del aula.
  • Notificaciones. Si alguien escribe algo en el grupo, puede recibir una notificación inmediata (a su gusto, según configure las opciones de notificación) en su página de perfil.
  • Educar en una sociedad posdigital

    No tengo la menor idea de si se trata de una campaña viral de Apple, pero eso me importa poco. Este vídeo muestra cómo están cambiando las cosas cuando hay capacidad de cambiar nosotros con el mundo que nos rodea.

    La educación, también la enseñanza de idiomas, me parece que no lo está haciendo suficientemente. La música, sí. Todo lo que no sea avanzar en una educación posdigital terminará por pasarnos factura antes o después. Uno de los puntos clave es que los educadores estemos abiertos a cambiar el «mindware» (la forma de «pensar y entender» la enseñanza). Son las personas, no las tecnologías: