He seguido con mucho interés las II Jornadas Futuro en español, que han tenido lugar esta semana en Logroño.
Especialmente interesante fue la mesa redonda sobre «Influencia de las TIC en la educación en español», en la que Hugo Pardo Kuklinski dijo cosas muy sensatas, entre las que me gustaría destacar estas palabras:
Los desafíos educativos se basan en cambios de diseño.
En un escenario de crisis (es decir, de cambio hacia algo que no ha existido antes), las organizaciones educativas sólo pueden conectar con la realidad de los tiempos si introducen de forma decidida cambios de diseño. De estos temas, por cierto, estaremos discutiendo en la Outliers School a partir del próximo fin de semana.
Esto me lleva a llamar la atención sobre un hecho cada vez más claro: la falta de adecuación del Instituto Cervantes a los patrones emergentes de diseño educativo/organizativo, es decir, a los patrones que están configurando la realidad que vivimos.
El Instituto Cervantes es una de las pocas instituciones que lo tiene todo para dar ejemplo en los nuevos tiempos. Su diseño latente se corresponde con el de «connected organization», que Dave Gray -por poner un ejemplo- desarrolla de forma muy didáctica en este vídeo, que resume su reciente libro The Connected Company (O´Reilly, 2012):
El diseño es importante, porque en la era posdigital en la que vivimos, las herramientas han perdido importancia. Debemos encontrar soluciones basadas en el prototipeado, considerando ecosistemas, ecologías, y todo tipo de cambios de representaciones conectivas.
Es una pena que un organismo como el Instituto Cervantes pase dificultades, porque lo tiene todo para ser un modelo de lo que significa el trabajo en red en entornos complejos, de forma sinérgica, distribuida y conectada. La base del problema radica, en mi opinión, en su estructura jerárquica, escasamente sinérgica, en la que prevalece la división del trabajo en compartimentos estancos.
El mascarón de proa de la enseñanza del español en el mundo, debe aprovechar su ventaja «holárquica» de origen. Recuerdo una excelente intervención de Julia Piera -que era entonces la Directora del centro de Dublín– en la Reunión de Directores del Instituto Cervantes en 2009, que iba en esta misma dirección: «El Instituto Cervantes. Una red de redes. De los logros a los retos».
Puesto que la ponencia de Julia Piera creo que no está en la red, aprovecho para recomendar la lectura de este artículo de Karim J. Gherab Martín, que acaba de publicar Nueva Revista: «La innovación tecnológica. ¿Cómo cambian las conductas?». Es un punto de vista que abunda en la misma línea.
Todos los indicadores dicen que es el momento de un cambio. Bien, hagámoslo. Con tranquilidad, pero con el apremio de lo necesario.