En Nodos Ele hemos escrito en otras ocasiones sobre el papel del aula como espacio de aprendizaje. ¿Cuál es el futuro, o no futuro, del aula de idiomas? ¿Cuáles son los cambios fundamentales que necesita?
La revista Slate ha preguntado a sus lectores sobre cómo vivir una vida más eficiente, y también ha dedicado un espacio para el rediseño de las aulas en Estados Unidos. Si la educación está cambiando, ¿por qué no lo hace también el espacio en el que aprendemos?
Greg Stack y Natalie Nesmeainova han sido los arquitectos ganadores del desafío de Slate para el diseño del aula del futuro. Su proyecto consiste en un gran espacio cubierto con diferentes elementos conectados con otro espacio al aire libre.
Stack explica así los principios que ha tenido en cuenta para el diseño del aula:
«(…) mobiliario ajustable, un área de arte «desordenado», pantallas de vídeo grandes y pequeñas, zonas comunes para las clases de acción, espejos cuidadosamente colocados de forma que permiten el contacto visual cuando un estudiante y el profesor se sientan en un equipo juntos.»
¿Qué elementos de este diseño serían realmente prácticos en un aula de lenguas extranjeras? ¿Qué necesitaría el nuevo espacio de aprendizaje de idiomas?