Tres días después de terminar el EP BCN’08 supongo que todos los que estuvisteis allí habréis tenido tiempo de llegar a casa, descansar y revisar las notas, como yo he hecho. En este post comentaremos por encima el evento, destacando algunos aspectos interesantes, sobre todo en lo relacionado con ELE y las nuevas tecnologías.
El nuevo encuentro. Un salto cuantitativo.
Varias eran las novedades de este año, comenzando por la nueva localización en la Pompeu Fabra, que hizo mucho más cómodo el fin de semana, aunque las aulas, sobre todo para los talleres del sábado por la mañana, no eran las más adecuadas… De todas formas, el cambio se agradecía, sobre todo considerando el número de asistentes (más de 500, de todas partes del mundo) y talleres (27 entre los de la mañana y la tarde). También hay que destacar que, por primera vez la organización -de nuevo a cargo de Begoña Montmany y Neus Sans- ha contado con un Comité Científico, formado por Miquel Llobera, Ernesto Martín Peris y Peter Slagter, encargado de seleccionar los talleres.
El viejo encuentro. Regreso al pasado.
Así las cosas, aunque la organización parece que ha subido enteros, a veces daba la impresión de que estábamos en el año 2006, y no en el 2008 (al menos en el Programa B, al que yo asistí): lingüística cognitiva (sí, pero de 2005), Plan Curricular del Instituto Cervantes, gramática y marcadores del dicurso, canciones en el aula de E/LE, y así un largo etcétera… Quizá lo más interesante, bajo mi punto de vista, fue la charla que Juli Palou nos ofreció sobre Aprendizaje de lenguas e historias de vida lingüística. Lo más flojo, sin duda, la conferencia de Margarita Vinagre que, pese a presumir del uso de las «nuevas tecnologías» en el aula, parece mantener una concepción de la evaluación, el error y la corrección que no estaría mal poder discutir.
Conclusión. The Times They Are A Changin’.
Hay que felicitar a la Organización por el esfuerzo, y reconocer que los cambios (ubicación, instalaciones) han sido sin duda para mejor. Ahora bien, se echa de menos más riesgo en la selección de talleres y, sobre todo en las sesiones plenarias, no sólo en cuanto a los contenidos (que también), sino en lo que refiere a las formas (¿cuántas veces más tendremos que escuchar conferencias enmarcadas en power point en un Encuentro Práctico?). También me sobra algo de publicidad (¿necesitan los asistentes tanto folleto en las bolsas de bienvenida?), y quizá me falta algo de organización pre-encuentro (comprensible de otro lado con tal avalancha de profesores, hay que decirlo).
En definitiva, esperemos que ni la Organización ni el Comité Científico se duerman en los laureles, y que el tan aplaudido cambio cuantitativo del EP BCN’08 dé paso en el 2009 a un cambio cualitativo, y de los gordos (temas, ponentes…). Recuerden, The times they are a changin’, y a camarón que se duerme se lo lleva la corriente.
P.D. Por ahí andan ya algunas notas sobre los talleres que ofrecimos Victoria, Lola y yo (1) (2). También hemos recibido varios correos. Gracias a los que nos prestásteis vuestro tiempo.
Estoy de acuerdo contigo. Buena parte del programa parecía una versión recalentada en el microondas de una edición de 2006, o anterior.
Por lo demás, me alegra mucho que te gustara la intervención de Juli Palou, para mí una de las propuestas más atractivas del Encuentro. Ya nos contarás más cuando puedas. ¿Qué tal Orta, también con una propuesta muy buena? ¿Y lo de la tradición educativa de Silvia Pueyo y Adelaida Martín? ¿Qué tal Jenaro? ¿Se llegó a alguna conclusión en torno a ese instrumento de tortura llamado portfolio, que debería desaparecer cuanto antes?
Para mí, la conferencia de Juli Palou también fue la más interesante. Aunque entre el público se escuchaba «y esto para qué nos sirve a nosotros».
Es una pena que el viernes las conferencias fueran tan «conferencias» y no facilitaran ningún espacio para comentarios, crítica o intercambio de opiniones.
Pues sí Emilio. El problema, me parece, es que se presta demasiada atención al EP como negocio, y se descuida lo que para mí es más importante: que sea un lugar de encuentro y discusión . Sólo así se entiende que hubiera gente haciéndote fotos por la mañana, y que luego te las quisieran vender por la tarde, como si fuera el Dragón Kan de Port Aventura.
Se echan en falta mesas redondas en las que haya voces discordantes, talleres con formatos arriesgados y, sobre todo, discrepancia y diferencia de opiniones… Como siempre, sobra buenrollismo, sobran power points, y falta mucho de mirarse a la cara y enfrentar puntos de vista. En nuestro taller, por ejemplo, la gente no entendía que estuviéramos criticando nuestro propio trabajo…
Orta, curtido en mil batallas, estuvo excelente, muy práctico, y abriendo algunos espacios de reflexión interesantes, sobre todo en lo que respecta a arriesgarse en el aula.
Silvia Pueyo estuvo acompañada de Joan-Tomàs Pujolá, aunque para mi gusto la reflexión que plantearon sobre el portafolio se quedó a medio gas y, sobre todo, era poco crítica con la herramienta -tampoco se podía ofrecer mucho más cuando mucha gente no sabía muy bien de qué se estaba hablando.
A Jenaro me lo perdí, pero escuché a Lourdes Miquel, que dio un buen repaso a los principios que dirigen la Gramática Básica, eso sí, en una conferencia que a mí se me hizo un poco larga…
No sé… ¿alguien por ahí tiene otras impresiones?
Lo que dice Lola me parece fundamental, eso de que en la charla de Palou se comentara “y esto para qué nos sirve a nosotros”.
En esta profesión nuestra hay un ombliguismo atroz, la mayoría lo que busca son recetas para clase cuando lo que de verdad sirve es hablar libremente de física, de música pop, de metafísica escolástica. Abrirse, enriquecerse, pasar de recetas y hacer la propia receta a través de una formación intelectual lo más completa posible. Trabajamos con personas no con cobayas.
Es triste oir cosas así, aunque en la gente muy joven es disculpable. Una de las cosas que más me ha servido en la vida -perdón por la anécdota- es que mi maestro de latín nos comentara la «Eneida» en clase en latín y divagando sobre películas de romanos. Estábamos enfadados, pensábamos: «¿Y esto a qué viene?». Pues todavía recuerdo aquellas clases. En general, lo que pensaba que era inútil ha sido lo que más me ha servido en la vida.
Lo que comenta David también es muy significativo: el buenrollismo, la falta de debate. Si hablamos de algo es porque nos ponemos en solfa a nosotros mismos. ¿Es que hay otro camino para avanzar, para aprender? Hay algo de enfermizo en esa susceptibilidad tan propia de nuestra profesión. Si se miran los comentarios a vuestro Taller en el blog del EP se ve cómo se malinterpreta todo, en una actitud a la defensiva muy rara.
Hola David,
Yo no podría estar más en desacuerdo contigo. A mi la conferencia de Margarita Vinagre fué una de las que más me interesó. Su exposición fué muy clara, se nota que tiene mucha experiencia y me animó a emplear las nuevas tecnologías en proyectos con otros países, algo que no he intentado nunca. Tampoco recuerdo que ella hablara sobre evaluación en ningún momento, solo explicó los distintos modos de corregir que empleaban los estudiantes en los intercambios en línea. Su conferencia además de parecerme interesante, me ha aportado muchas ideas prácticas para mi clase de ELE.
Saludos,
Hola Mark.
De verdad, me alegra que escuchar a Margarita Vinagre te animara a utilizar internet en tus clases, en proyectos multiculturales e internacionales. Otra cosa es que podamos decir que lo que ella presentó era innovación tecnológica o, no sé, nuevas tecnologías (¿de verdad consideras el correo electrónico una nueva tecnología?).
Efectivamente, ella no habló directamente de evaluación, y sí de corrección. Pero algo se le escapó -bendito subconsciente- y comentó que ahí estaba ella para supervisar -evaluar, ¿no?- todo el proceso (tanto en tándems por e-mail como en wikis). Eso supone de entrada una concepción de la evaluación (ya implícita en la corrección) que dista mucho de conceptos como el de autonomía del alumnado o responsabilidad.
Espero que puedas utilizar lo que Margarita expuso, y que te vaya bien… Pero verás muy pronto lo mucho que se parece a las prácticas tradicionales en el aula, y lo rápido que los alumnos se salen del guión que tú has establecido y te piden hacer otras cosas.
Un saludo.
Hola a todos,
me alegra saber que os gustara la charla de Juli Palou porque para mí fue de las mejores también. Algo nuevo, diferente y ameno se echaba en falta en este encuentro.
En cuanto a vuestro taller, la idea de hacernos observar, reflexionar y criticar actividades que habíais pilotado me pareció fantástica. Eso sí, creo que para reflexionar y criticar hay que tener una mínima base y al público que asistió, entre los cuales me incluyo, nos faltaba un poco de experiencia en el campo para sacarle todo el jugo, ¿ no? Personalmente sentí que me faltaban herramientas para hacer la crítica que me pedíais.
Un saludo
Hola Ana,
me alegra saber que asististe al taller. Lo que comentas sobre nuestro taller era uno de mis temores. Creo que un problema importante fue la falta de tiempo para poder, al menos, ser conscientes de la postura crítica que tuviera cada uno ante esas actividades en concreto y ante las «nuevas actividades 2.0» en general.
De todos modos, las actividades del taller era lo de menos. Esperamos que el taller sirva para preguntarnos por qué trabajamos en clase con ciertas actividades y enfoques.
Un saludo.
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