Cómo se hundió la Universidad española (2). Entrevista a José Penalva

En marzo comenté un libro que me había llegado desde la Universidad de Murcia: Corrupción en la Universidad. El ocaso de la educación. El triunfo de la endogamia (Ciudadela, 2011), de José Penalva.

La universidad española -con las lógicas excepciones- funciona de un modo que no le permite avanzar en la excelencia, y que hace que no tenga el peso que debería en la escena internacional. La peripecia personal del profesor Penalva, inmediatamente sancionado y expedientado, explica en buena parte dicha anomalía.

Esta entrevista es de ayer. Como universitario, no me sorprende nada de lo que se cuenta, pero puede ser esclarecedora para los que no conozcan esos ambientes. En España, ser un buen profesor suele pagarse en forma de acoso, expedientes y sanciones, verdaderas medallas a la excelencia educativa en la situación actual, frente a los controles de un poder cada vez más ciego y estandarizador.

3 comentarios en “Cómo se hundió la Universidad española (2). Entrevista a José Penalva

  1. Cristina

    Tiene más razón que un santo. Yo tuve la suerte de tener una directora de tesis absutamente íntegra y honesta (Dña. Micaela Carrera de la Red), pero sé que eso no es lo frecuente, por desgracia.

    Tengo que decir que me fui de España cansada del amiguismo y de la corrupción académica y laboral, y no creo que vuelva ya que veo complicado que esto cambie. Una pena.

    Luego dirán que las universidades españolas reciben no sé cuántos estudiantes extranjeros al año… Pero seamos realistas, NO es por su calidad académica, sino por su calidad de vida (fiestas, playas, clima, carácter de la gente, oferta cultural…).

    Una cosa sí me sorprende, y es la carga pragmalingüística inferida por el Sr. Vidal cuando dice que «hasta Nueva Zelanda» va mejor que España…¿¿¿??? La verdad, ya quisiéramos tener la calidad académica de N.Z.

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  2. Emilio Quintana

    Cierto. Creo que este tipo de comportamientos se da en muchas instancias del sistema educativo, no solo en la Universidad. Yo lo he visto frecuentemente en los entornos de trabajo que conozco.

    Sin embargo, mi opción no es dejar España. Como español, tengo el mismo derecho que cualquiera a intentar mejorar mi país, aunque eso implique tener que tratar con las malas artes de personas que carecen de ese interés.

    Creo que merece la pena trabajar por mejorar las cosas, aunque pocos te lo reconozcan. Eso es la vida. Tener ideales y trabajar por ellos; o, al menos, es una «forma de ser» en el mundo (no confundir con «una forma de estar», que es lo que tienen los que carecen de lo otro).

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