Acaba de lanzarse el primer número de una nueva revista: Journal of Virtual and Personal Learning Environments, que trata –vaya comienzo de año que llevamos con el PLE- sobre Entornos Personales de Aprendzaje.
Buena noticia, ¿no? Lo curioso es que se trata de una publicación cerrada, algo que a Stephen Downes le parece incoherente:
«¿Por qué hay quien dedica su tiempo a crear revistas de acceso cerrado? … Me entristece comprobar cómo el concepto de PLE, al que he estado íntimamente asociado desde su nacimiento, se lo apropia con fines comerciales y uso propietario una empresa editorial, que de este modo no contribuye en nada a su desarrollo».
Vamos a ver, a mí también me hubiera gustado que la nueva revista hubiera decidido difundir su contenido «en abierto», creo que sería mejor para nosotros y para ellos. Pero si han optado por una gestión comercial y propietaria, es cosa suya. Como impulsores del proyecto tienen todo el derecho a decidir libremente, incluso a equivocarse: llegarán a menos gente, tendrán menos relevancia, perderán autoridad por la propia contradicción entre tema y modelo de negocio, etc. Ellos sabrán lo que hacen.
Sobre este tema (ah, qué diferente sería el mundo académico sin la DOAJ sueca), trata también Hugo Pardo Kuklinski en el capítulo 2 –«Un estudio de caso de nuevas formas de intermediación: los open access journals«– de su excelente último libro: Geekonomía, que ha salido esta semana: