Mathias Dharmawirya ha publicado en Scientometrics, Knowledge Management, and Social Network Analysis una entrada en la que basándose en la definición ORA de autoridad en un sistema de nodos distribuídos, ha llegado a la conclusión de que en la selección española «Xavi is authority central because he received passes from other players who passes the balls a lot (i.e. played the distributor role in the team)».
Xavi ha pasado el balón 464 veces, con un nivel de «accuracy» del 80%, pero apenas lo ha hecho con David Silva. Este hecho ha sido el que ha motivado que David Silva sólo jugara el primer partido contra Suiza, al quedar fuera de la red de conexiones fuertes, a pesar de su talento. De este hecho, concluye:
Talent alone may not guarantee a place in an organization, one should make sure he/she can mesh together with other team member (especially with the influential people in the organization.)
Me parece un post inteligente y complejo, que puede ser aplicado a nuestro trabajo como profesores y como gestores (de contenido y de muchas más cosas…). Sin embargo, hay algo que me rechina en esta exaltación de Xavi como «facilitador». De hecho, diría que somos muchos los aficionados al fútbol que echamos de menos la figura del líbero, desaparecida desde los tiempos de Beckenbauer, Figueroa o Baresi (el último de los grandes).
En un once titular el líbero es un jugador «libre» de obligaciones de marca y que no está sujeto a una zona que deba cubrir. Su valor reside en su libertad, su polivalencia y su talento (un líbero la pone literalmente donde quiere). Un buen líbero es capaz de crear el caos y desequilibrar un partido a favor de su equipo.
No sé a ustedes, pero el post de Dharmawirya me sugiere una enorme cantidad de reflexiones sobre conceptos como conectividad, autoridad, libertad, talento, educación etc.
¡Qué bueno! La primera cosa relacionada con el fútbol que leo con interés.
La tendencia es siempre la misma: innovación, estandarización, control, evaluación. Lo hemos visto con la famosa Escuela 2.0, que me temo que va a hundir aún más el sistema educativo español, llenando de chatarra los colegios y haciendo que muchos educadores hagamos «unplugged» (en mayor o menor medida).
Creo que algo así empieza a pasar en temas de conectividad. La entrada de las estadísticas en el fútbol, lo desvirtúa. La diferencia entre fútbol y baloncesto siempre ha sido que el baloncesto se basa en una serie de jugadas ensayadas que son siempre las mismas (es el deporte de la sociedad industrial y del trabajo en cadena) mientras que el fútbol permite el caos dentro de un orden normativo idéntico para los dos equipos. «Once contra once» (igualdad), «fútbol es fútbol» (caos) etc. son frases sublimes.
Cada vez entra más estadística en el fútbol. Claro que esto tiene aspectos positivos, y claro que la conectividad de los nodos en la cancha crea una jerarquía espontánea en buena parte, pero reducir la conectividad a pases (como en el baloncesto o como se hace en educación haciendo del profesor un «facilitador») y suprimir la figura del líbero, indican que lo que puede surgir es una nueva jerarquía basada en la conexión tan falsa como la anterior.
Los que estamos sobre el terreno de juego (dando clase, sudando la camiseta) sabemos de la importancia de los «estudiantes líberos», por ejemplo, esos talentos disruptivos que en muchos casos hacen que el grupo entero funcione. Y esto es extensible a contenidos y a todo. No hay distribución sin creación, y no hay creación sin libertad. Corremos el riesgo de estandarizar la conectividad y eliminar la disrupción. Ese no es el camino, en mi opinión.
Genial!!!!!!!!!!!!
Para mí que has dado en un clavo muy preciso cuando señalas:…
«Los que estamos sobre el terreno de juego (dando clase, sudando la camiseta) sabemos de la importancia de los “estudiantes líberos”, por ejemplo, esos talentos disruptivos que en muchos casos hacen que el grupo entero funcione. Y esto es extensible a contenidos y a todo. No hay distribución sin creación, y no hay creación sin libertad. Corremos el riesgo de estandarizar la conectividad y eliminar la disrupción. Ese no es el camino, en mi opinión».
un saludo.