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El laboratorio del futuro

futurelab_medium_(22459)El otro día, repasando lecturas pendientes, me topé de nuevo con Futurelab, una organización sin ánimo de lucro asentada en Bristol y dedicada a la inovación en educación. Lo curioso es que me extraño de que todavía no hubiéramos enlazado con un sitio cuya filosofía se acerca tanto a nosotros.

La idea que dirige el proyecto no es otra que la de intentar expandir el campo de investigación en educación, de cara sobre todo a poner sobre la mesa de debate la gran cantidad de posibilidades que la tecnología nos ofrece -o nos ofrecerá. En otras palabras

to have a surplus of potential ideas, vision and plans so that we have a range of strategies to draw on when we face the serious educational challenges  that social, economic and technical change presents us with.

Es más que probable que la mayoría de los cambios que se prevén ni siquiera vean la luz en las aulas -de ahí ese superplus de ideas-, pero es más que necesario enfrentarse a lo que pueda venir, antes que quedarnos en lo que hay. De otro lado, como ellos mismos comentan, la educación seguirá siendo siempre la Cenicienta de la tecnología… se siguen haciendo Webquest cuando las Redes Sociales están en pleno auge…

We need to understand what may be emerging, explore its implications for education, and understand how best we might harness these changes. (…) Without this early engagement we also risk desingning educatonal practices and approaches that will be rendered obsolete and anachonistic in the context of new human capabilities.

Así que ya sabéis, a bucear en la biblioteca de Futurelab para intentar cambiar las cosas. Es decir, siguiendo a Douglas Adams: «the best way to predict the future is to build it«.

Educación 2.0 : ¿estafa o está fatal?

Me gustan las crisis, entre otras cosas por lo que entrañan de cambio, inestabilidad y caos. El estallido de la burbuja tecnológica en los 90 dejó a montones de profesionales en el paro que tuvieron que estrujarse las meninges para ganarse la vida. De ahí nació la nueva web colaborativa, normalmente conocida como Web 2.0, que hizo evolucionar las aplicaciones tradicionales hasta enfocarlas en el usuario.

Ultimamente estamos viendo cómo lo 2.0 se está poco a poco institucionalizando según el conocido sistema «mismos perros con distintos collares» y se nos empieza a vender como innovador el mismo producto averiado al que se le ha dado un ligero barniz dospuntocérico. Esto es normal, siempre ha sido así: están los que abren camino y los que hacen caja con ello sin entender la actitud que subyace en el cambio. La estafa está empezando a alcanzar proporciones considerables y empieza a extenderse por todo tipo de instituciones.

En el fondo, lo de siempre. Ojalá que la crisis que se anuncia en el horizonte sirva para cambiar el panorama. Mientras tanto, iniciativas como el I Leonardo Dantés Innovéision Award tienen más miga de lo que parece, y son muy pertinentes. Como bien dice Potâchov en un twitteo reciente sobre el vídeo del NoDo (1964) que viene a continuación: Muy actual: cámbiese la TV por la PDI. Lo demás es lo mismo

Qué bien sienta irse del campamento: Educamp 08 en Berlín

educamp

El pasado fin de semana participé en el Educamp en Berlín. El formato me encantó.

Para los que no lo conozcan un Educamp es una evolución del Barcamp, una «no-conferencia», un encuentro en el que la agenda y los temas de las sesiones se proponen y deciden en el lugar por los participantes. Los grupos y las sesiones se autoorganizan. Se discute sobre lo que interesa a los participantes. Es un formato activo y participativo. No se va a escuchar sino a participar. Arriba tenéis una foto del panel informativo en el que se incluyen las sesiones y grupos de trabajo que se van formando.

Podemos disfrutar un pequeño resumen de los que se vivió en el Eduamp gracias a Lutzland.

Impresiones del Educamp 08 por Lutzland

Me gustó la sesión moderada por Ralf Appelt y la discusión sobre su curso «Premises of virtual learning» un curso de formación de profesores en TICs. Se discutió sobre cómo gestionar cursos de este tipo entre varias universidades y sobre lo recomendable o no de fijar de antemano las herramientas de trabajo. El curso de Ralf me pareció estupendo. Abierto a estudiantes de varias universidades, se trata de que futuros profesores exploren y aprendan juntos sobre el uso de TICs en la enseñanza. Me gustó mucho su forma de gestionar un curso en abierto sin plataforma dando libertad a los estudiantes para usar las herramientas de su elección

También, en la línea de lo que comenta Lola, se discutió sobre estrategias de implantación de lo 2.0 en instituciones. ¿Es necesario? ¿Es recomendable? y fue muy enriquecedor el intercambio de puntos de vista. Algunos de los asistentes trabajan en los servicios de apoyo multimedia al profesorado y naturalmente están interesados en la implantación. Los docentes naturalmente tienen otra perspectiva y hasta que la realidad no cambie les resulta más rentable publicar en revistas con ISBN que en blogs y dictar conferencias que crear comunidad. La sesión se estructuró en torno a la pregunta: ¿Cómo implantar software social en instituciones educativas?.

En mi opinión el problema fundamental reside en que nuestro sistema educativo actual no es social. Yo no creo que tenga sentido promover la adopción de software social en las instituciones. Lo que hay que cambiar es la mentalidad y no el software. Los intentos de los departamentos de multimedia por popularizar wikis, blogs y demás herramientas fracasan porque en la cultura académica no es colaborativa. Es un choque de mentalidades no un problema de implatación de software lo que subyace. Si los profesores no colaboran, si ni siquiera saben cómo ni qué se imparte en las clases de sus colegas de departamento, ¿cómo vamos a pretender que triunfen redes de intercambio y colaboración virtuales que no existen en la realidad ?

El software social es estupendo cuando se tiene la voluntad de colaborar, aceptar sugerencias y puntos de vista ajenos, enriquecer con nuestros comentarios el trabajo de otros, conversar, aprender de los demás y eso falta en nuestra cultura académica.

Otro de los platos fuertes de la jornada fue la charla via Skype con Stephen Downes que os resumiré con detalle en otro post.

Más sobre el Educamp puede leerse en su red en Mixxt. También en el blog de Marcel Kirchner y en el de Steffen Büffel.

UrbanLabs: Jornadas sobre TecnoCiudadanía y SocioInnovación

bannerbeta_espTal y como comenté, los pasados días 9, 10 y 11 de octubre tuvo lugar el UrbanLabs: Jornadas sobre TecnoCiudadanía y SocioInnovación, «un espacio para la innovación en la sociedad red». El encuentro se organizó por el CitiLabs de Cornellà.

UrbanLabs invitó a los participantes a llevar sus proyectos de acción ciudadana, innovación, comunicación y aprendizaje que se caracterizaran por tener un componente social y tecnológico.

En el grupo de Educación digital eché de menos la asistencia de más profesores de diversas áreas. Aún así, se intercambiaron impresiones sobre varios temas de gran interés y que se echan de menos en otros encuentros educativos:

  • La brecha digital entre algunos profesores y las instituciones y la administración educativa.
  • Qué uso se da a la tecnología en la educación y qué uso se promueve en los cursos formativos.
  • El problema de un enfoque educativo basado en contenidos: al final siempre hay un examen y una evaluación de ese examen.
  • El cambio en metodología educativa que requiere el momento actual impulsado por la tecnología y el papel que juega la evaluación (o la no evaluación) en ese cambio.
  • La educación debe superar las barreras entre aprendizaje formal, aprendizaje no formal y aprendizaje informal.
  • El concepto de «necesidad» (o no necesidad) de educación digital: qué está al servicio de qué.
  • Cómo deben tratar las institiciones educativas las redes sociales: ¿se deben institucionalizar o no?, ¿se debe pactar de alguna forma con ellas?, ¿perderían naturalidad y frescura?, ¿se debe asumir que es un lugar donde se aprende y tratarlos como tal?.
  • El valor del cambio tiene que ver con lo social y no con lo tecnológico.

Éstas no son unas ideas o conclusiones cerradas ya que el objetivo de la organización es que los grupos de trabajo mantengan abierto el debate y los proyectos de forma online.

Las jornadas se pueden seguir a través de twitter, flickr, facebook, LinkedIn y technorati, además de los blogs y otras webs de los participantes.

eduGadgets del año

Si en lo que a herramientas 2.0 decíamos que había sequía, lo contrario ocurre con el mundo del hardware. Ya lo adelantaba Francisco Herrera aquí mismo hace nueve meses. El Asus Eee PC iba a dar que hablar este año, incluso mucho más que el iPhone 3G. La profecía se cumple al dedillo, y no sólo los Asus están ya por todas partes, sino que además otras marcas siguen la tendencia y lanzan al mercado sus propias versiones de minilaptops. De momento, el modelo Eee PC 901 se lleva el Stuff’s gadget of the year. ¿Destacará algo más antes de que acabe 2008?

Es más que un capricho de geek, y evidencia que el individuo también puede marcar tendencia, eligiendo equipos de manera inteligente, adecuados a sus necesidades conectivas. Eso de mi disco duro es más grande que el tuyo ya no se lleva…

Ahora a ver qué pasa en el mundo de la educación… ¿Dejarán los niños de llevar libros al colegio? ¿Qué pasará con los fabricantes de mochila con carrito? ¿Y cómo afrontaremos los profesores este cambio?

Apple y la educación

Si hay un ejemplo de manual que muestre como ninguno el poder de la marca ese es el de Apple. Ninguna empresa o producto digital ha conseguido fidelizar a sus clientes hasta el punto de identificarse con una actitud o una estética. De hecho se habla de la «experiencia Mac» como si se tratase de una vivencia extrasensorial cuasi mística. Pero aparte de esa actitud, hay que reconocerle a los de Cupertino una postura muy coherente entre sus objetivos y el esfuerzo por llegar a lograrlos. Uno de esos fines, el que me parece más loable, claro, es el de la promoción del podcasting como medio digital y como formato educativo. Ninguna marca ha apostado tanto en su software (iTunes), en su hardware (iPod, iPhone, Apple TV) y en sus aplicaciones por el podcasting y su relación con los procesos de enseñanza y aprendizaje. Un ejemplo paradigmático de este compromiso es el del Proyecto Grimm, blog y podcast, apadrinado originalmente por Apple. Ellos mismos lo definieron en su momento así:

Grimm es un proyecto pedagógico de envergadura al que Apple aporta una muy amplia experiencia en tecnología aplicada a los procesos educativos, y en el que participan de manera muy activa colegios, universidades y empresas.

Actualmente, el peso del proyecto está casi por completo en manos de los propios enseñantes:

Las TIC no son nuestro fin, sino nuestro medio. Usarlas nos ha llevado a reflexionar sobre nuestras escuelas, sobre cómo nos relacionamos con nuestros alumnos, sobre cómo nos relacionamos con el mundo exterior, sobre qué cosas nos interesan, sobre cómo repensar la escuela para que nuestros alumnos sean creativos usando la tecnología.

La penetración de la marca Apple no ha sido nunca mucha en la comunidad educativa, al menos no al nivel de otras áreas profesionales como el diseño gráfico, por ejemplo. Pero al menos ha puesto su grano de arena, que es mucho más de lo que se puede decir de otros gigantes tecnológicos.

¿Te molesta el cambio? ¡Conviértete en cambio!

La verdad es que es de agradecer que a veces a alguien se le escape un «mis cojones» bien dicho.

Suele darse que el buenrollismo educativo lo que esconda sea mediocridad y esa aspiración funcionarial de mesa camilla tan española.

Así que gracias, Antoine, por hablar claro. Hace falta más gente que se indigne como tú. O que haga sátira, como el colega moldavo de aquí arriba.

Menos tecnología, más pedagogía | 1

Hubo un tiempo en el que todo era más fácil: o te interesaba la tecnología, y hacías todo lo posible para buscarle aplicaciones didácticas a tu trabajo como enseñante, o no entraba dentro de tus planes, y podías vivir sin remordimientos ni anatemas. Por desgracia, en los últimos años toda la cuestión se ha embrollado de una forma irritante, porque, como a menudo ocurre, hemos empezado a construir la casa por la ventana. Ahora es habitual que los programas educativos exijan (sí, exijan) que cada área tenga su barniz digital sea o no pertinente y casi siempre traído por los pelos. Está mal visto ser tecnofóbico, pero lo que hemos creado es una generación de profesores que cuenta con unos medios tecnológicos impresionantes y nadie les ha dicho qué pueden hacer con ellos.

La cuestión es que la tecnología en sí ni añade ni quita valor a un plan curricular o a una secuenciación didáctica, si no se parte antes de una reflexión y de una adaptación de principios pedagógicos, que ni siquiera son ya novedosos, pero que no aparecen en nuestras clases ni por asomo.

La pregunta es ¿para qué queremos más ordenadores si los vamos a emplear en actividades de drill and kill? ¿qué aporta la Wikipedia si nos limitamos a buscar un dato, como haríamos con la Larousse, y no participamos en su empresa colectiva? A lo mejor resulta que no hacen falta tantas subvenciones para equipamiento o proyectos faraónicos y deberíamos canalizar todo ese esfuerzo y esa inversión en ponernos al día como enseñantes y no como desarrolladores web o algo similar. Es más importante que un profesor sepa lo que es un portafolio que lo que es un blog, porque sin el primero, nunca podrá llevar el segundo al aula. Y de eso se trata ¿no?

Poesía y ordenadores

Un tema extravagante. Un desarrollo brillante, con la pasión justa, obra del filólogo y excelente blogger W. Gardner Campbell (Mary Washington College, Fredericksburg, Virginia), un tipo raro, empeñado en ver la dimensión poética de la web. Esta fue una charla que dio en The University of British Columbia el 5 de marzo de 2008 y que me ha encantado. No es nada fácil de digerir, pero no hace falta, solo hay que dejarse llevar por la «magia» de Campbell y disfrutar de la forma en que «conecta» ideas aparentemente distantes.

Si tienes un poco de tiempo libre, escúchala y déjate atrapar. Estamos sin duda ante otra de las charlas imprescindibles del año, y van…:

La presenta así:

Emily Dickinson once wrote, “If I read a book [and] it makes my whole body so cold no fire ever can warm me I know that is poetry. If I feel physically as if the top of my head were taken off, I know that is poetry.” Can that experience be true of computing as well? Can the experience of computing reveal metaphors, compelling forms, rhymes, even meter in our encounters with knowledge, virtual worlds, and each other? Do some people resist a deep exploration of computers for the same reason they shy away from poetry? In A Poet’s Guide to Poetry, Mary Kinzie writes, “I believe the craft of writing is actually to entice readers into the same domain as the creative imagination.”
Is there a similar craft of computing, a digital imagination no less creative than the verbal, musical, and artistic varieties we have known for centuries?

I believe the answer to all those questions is ‘yes.’

Reivindicando a Clifford Stoll

¿Qué sería de nosotros sin los escépticos y los tecnófobos, sin aquellas personas que identifican redes sociales con aislamiento social? ¿Y qué sería de ellos sin nosotros, los tecnófilos? Ellos nos leen la cartilla y nos bajan del guindo.

Confieso mi simpatía por el otrora «digerati» Clifford Stoll, que en 1995 publicó en Newsweek un precioso artículo ya clásico titulado «The Internet? Bah!». Su amplia visión del futuro produjo párrafos como el siguiente:

«Visionaries see a future of telecommuting workers, interactive libraries and multimedia classrooms. They speak of electronic town meetings and virtual communities. Commerce and business will shift from offices and malls to networks and modems. And the freedom of digital networks will make government more democratic.

Baloney [Chorradas]. Do our computer pundits lack all common sense? The truth in no online database will replace your daily newspaper, no CD-ROM can take the place of a competent teacher and no computer network will change the way government works.»

Desde luego, la página web de Cliff Stoll es toda una declaración de intenciones. Me gusta su coherencia, y me parece injusto que lo estén meneando a gusto los cuatro listillos de siempre. El artículo completo no tiene desperdicio y en muchas cosas tiene toda la razón; siempre será mejor un escéptico inteligente que un bloguero indocumentado.