[Ilustración: Pintachan]
Tenía pensado hacer un post sobre la última y magistral entrada de George Siemens este martes: «Questions I’m no Longer Asking». Afortunadamente, David Alvarez se me ha adelantado, de modo que les remito a su blog [e-aprendizaje]: «Cuestiones que ya no nos interesan…».
En efecto, hace tiempo que algunos simplemente ni nos planteamos determinadas cuestiones: la autonomía del estudiante, la estafa de la evaluación, la necesidad del caos para aprender, la evidencia de la conectividad, la naturalidad de la apertura y el intercambio («sharismo») etc…
Hace bien Siemens en dejar claro que no piensa contestar a más chorradas sobre estos temas, que resume en varios puntos (modifico mínimamente el resumen de Alvarez), que ya cansa seguir explicando:
- Los estudiantes deben tener el control de su propio aprendizaje. Los educadores podemos guiarlos o ser intermediarios, pero el aprendizaje significativo implica una actividad impulsada por el que aprende.
- Los estudiantes necesitan experimentar confusión y caos durante el proceso de aprendizaje. Aclarar(se) ese caos es el objeto del aprendizaje.
- La apertura de los contenidos y la interacción aumentan las conexiones aleatorias que impulsan la innovación.
- El aprendizaje requiere tiempo, pensamiento crítico y reflexión. La ‘ingestión’ de nueva información requiere tiempo para ‘digerirla’.
- El aprendizaje es aprendizaje en red. El conocimiento está distribuido.
- La creación es vital en el aprendizaje. Los alumnos tienen que crear artefactos para compartir con los demás y para ayudar a dirigir su exploración más allá de los artefactos que el educador les ha proporcionado.
- Dar sentido a la complejidad requiere de sistemas sociales y tecnológicos.
Quien quiera perder el tiempo cerrando contenidos, intentando evaluar o controlar, pensando que el caos no es parte del proceso de aprendizaje, etc., es su problema. La realidad va por otro lado.
Todos los puntos que recoge Siemens dan mucho de sí cuando los confrontamos con la realidad de nuestros sistemas educativos, pero la de que «el aprendizaje requiere tiempo, pensamiento crítico y reflexión» me llama especialmente la atención por lo mal que se lleva con los cursos tipo «sopinstant» y los talleres de 2 horas con los que pretendemos salvar la formación, sobre todo la del profesorado.
Por otra parte, tampoco me cuadra con el formato habitual de los MOOC tal y como los plantean Siemens y Downes. Al menos es mi impresión.
A mí los MOOC no me convencen, no sabría decir el motivo, pero no he conseguido engancharme a ninguno.
De lo demás, no digo nada, porque este post es un punto y aparte (y un punto de partida). Los 7 puntos me parecen obviedades. Para decirlo en «callellano», son «sí o sí».
Ahora bien, sigo distinguiendo entre enseñanza obligatoria (sistema educativo de no adultos) y enseñanza no obligatoria (mi caso, como profesor de Español como Lengua Extranjera desde hace 25 años). Hablo desde mi perspectiva, la otra parte no la conozco.
En cuanto a lo de que el aprendizaje requiere tiempo, etc. yo lo había ligado automáticamente al aprendizaje de los estudiantes (y diría que Siemens piensa en eso también); ni se me había pasado por la cabeza que tuviera que ver con la llamada «formación de profesores», esa gran farsa de nuestro tiempo.
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