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Coursera irrumpe en la guerra de la enseñanza gratuita

La idea de ofrecer contenido académico gratuito en la red viene de lejos. Muchas universidades lo llevan haciendo a través de iTunesU, por ejemplo.

Sin embargo, es posible que estemos entrando en una nueva fase, con la aparición de Coursera, un proyecto que ofrece cursos gratuitos (unos 50 por el momento) que se imparten en Princeton University, Stanford University, University of Michigan, University of California Berkeley y University of Pennsylvania.

Yo soy poco de cursos, pero me he inscrito en tres; por ejemplo, el de Eric Rabkin sobre Fantasy and Science Fiction: The Human Mind, Our Modern World de la University of Michigan.

¿Por qué me parece que Coursera puede ser algo diferente? Porque ofrece cursos completos, idénticos a los presenciales. Además, el que tenga interés por los papelitos, debe saber que algunos tienen sistemas de evaluación y certificados de asistencia.

Harvard University y el MIT han reaccionado inmediatamente, lanzando su propia iniciativa de cursos gratis online, a imitación de Coursera, llamada edX, que estará en funcionamiento en septiembre:

http://youtu.be/SA6ELdIRkRU

Tanto Coursera como edX se presentan como iniciativas potencialmente disruptivas. No sé si esto es el principio de algo, pero al menos lo parece.

Mozilla open badges entra en fase alfa

Mozilla Foundation sigue trabajando en un sistema de acreditación mediante insignias, basado en entornos de aprendizaje abiertos («assessment in open peer learning environments»).

En septiembre del año pasado traté sobre este tema en Blog Nodos Ele, en un post en el que comentó Fernando Santamaría, que lo conoce bien.

Erin Knight es una de las desarrolladoras de este proyecto, que pretende ser una forma alternativa de acreditación que supere los sistemas de evaluación tradicionales en el ámbito educativo.

Erin ha publicado un post reciente en el que propone un sistema de 3 grados, basado en destrezas, niveles y granularidad. Se trataria de un «3 T´s of badge system design» (tipos, toques, tecnología), en fase alfa:

  1. Skill badges. Se basa en el desarrollo de destrezas sometidas a revisión entre pares. La insignia se obtiene después de completar un «learning challenge».
  2. Participation badges. Se basa en todo tipo de participación en eventos. La insignia la otorga el organizador del evento.
  3. Achievement badges. Se basa en la adquisición de logros que resultan en productos que se comparten con los demás. La insignia se obtiene mediante la culminación de proyectos abiertos.

Erin trata también de los aspectos tecnológicos, que pueden estar integrados en entornos de aprendizaje predeterminados, o no. Y de cuestiones de «rating».

No está mal repetir que estamos en un diseño en fase alfa. Seguiremos atentos.

Badges, evaluación y analíticas

Mi forma de abordar las analíticas la he dejado clara en numerosas ocasiones.

La experiencia demuestra que la evaluación es una herramienta de control, ineficaz y tóxica, que suele estar en manos de lo que el profesor Luis de Rivera llama MIA: Mediocres Inoperantes Activos (conozco a bastantes, por desgracia).

Sin embargo, siempre he estado absolutamente abierto al fenómeno digg me, y ahora me absorbe todo lo relacionado con las badges («¿insignias?»).

Esta tendencia se ha disparado en los últimos días, a partir del proyecto Open Badges de Mozilla:

Learning today happens everywhere, not just in the classroom. But it’s often difficult to get recognition for skills and achievements that happen outside of school.

Mozilla’s Open Badges project is working to solve that problem, making it easy for anyone to issue, earn and display badges across the web — through a shared infrastructure that’s free and open to all.

The result: helping learners everywhere display 21st century skills, unlock career and educational opportunities, and level up in their life and work.

La verdad es que el proyecto me parece muy atractivo, ya que favorece la diversidad en las competencias personales.

Un sistema de badges, de hecho, no es un sistema de evaluación, ya que dispersa las destrezas, creando perfiles individualizados, en la línea de la teoría de juegos. Mi estructura de badges, por tanto, no sería mejor ni peor que la tuya, sino simplemente diferente, a partir de una economía de escalas.

    Voy a seguir muy de cerca este desarrollo de la analítica en mi nuevo blog: Caos Ordenado Relativo (COR), en el que publicaré con más frecuencia que en Nodos Ele, que queda como plataforma colaborativa de Lola, David y yo mismo.

¿Reformar el currículo?

Cuando algo ya no sirve, siempre sale alguien que propone su reforma.

Es lo que está pasando con el currículo, una herramienta inoperativa, que no sirve para nada en el marco de la educación posdigital en la que estamos inmersos.

Si se aplicaran los principios que se contienen en el Manifiesto por la reforma del currículo que ha hecho público The Curriculum Reform Forum se produciría su desintegración de hecho, así como la de las instituciones que aún hacen como que lo aplican.

Fernando Santamaría ha traducido el documento al español.

Cómo la evaluación destruye la educación. Un libro de Diane Ravitch (2010)

Diane Ravitch no es una persona irrelevante. Ha sido una de las responsables de implementar las políticas educativas en EEUU durante las presidencias de Bush y Clinton, en especial por lo que se refiere a la «accountability», es decir, el uso sistemático de evaluaciones que midan la «calidad» educativa («total quality management»).

Ravitch ha publicado un nuevo libro, en el que, en cierto modo, pide perdón por todo el daño que le ha hecho al sistema educativo norteamericano: The Death and Life of Great American School System: How Testing and Choice are Undermining Education (Basic Books, 2010). Sus conclusiones son claras:

  • la idea de evaluar el sistema educativo ha fracasado.
  • la evaluación del desempeño en el ámbito educativo se ha convertido en un fin en sí mismo.
  • evaluar la escuela es «mecanicista, contrario a la ética y contrario a la educación».
  • la calidad de las escuelas ha caído debido a la existencia de los sistemas de evaluación, con su legión de pedagogos e inspectores.
  • la «evaluación objetiva» no existe, no es posible un «barómetro» educativo.

En definitiva: la evaluación se está cargando la educación de las nuevas generaciones. Aquí tenemos a una de las máximas responsables en diseñar el sistema educativo norteamericano entre 1997 y 2004, entonando el «mea culpa» a través de libros, conferencias, artículos y en el blog Bridging differences.

Si bien no cree en recetas mágicas, considera que, al menos, hay tres medidas necesarias:

  • la escuela no es un lugar que debe enseñar a pensar, es decir, no es un lugar para la represión del conocimiento, y no es un lugar para domesticar en lo políticamente correcto. La escuela debe ser un espacio de aprendizaje y de libertad, no de evaluación punitiva.
  • se debe acabar con los cuerpos de «expertos», pedagogos e inspectores, es decir, con los policías de la evaluación que contribuyen a «undermining» (destruir los cimientos, socavar) la educación.
  • que el profesor dedique su tiempo a cultivar el conocimiento, en vez de estar pensando en cómo pasar el test de evaluación, del que dependen su sueldo, prestigio e incluso su propia vida.

Viniendo de alguien que ha participado en el montaje del mecanismo, no estaría mal tenerlos en cuenta.

  • Reseña en The Washintong Post.
  • Entrevista en Dallas News.
  • Cinco consejos para trabajar con Moodle 2.0

    logo moodleRecuerdo bien cuando empezaron a hablar de Moodle 2.0. Llevábamos tiempo metidos en eso que llamábamos la Web 2.0 y no podíamos menos que comparar lo que podíamos hacer con Moodle, un LMS de lo más avanzado, pero ridículo al lado de las posibilidades de aprendizaje de la red abierta. El clamor cuajó en el debate LMS vs. PLE, sobre todo a partir de la segunda edición del CCK.

    Moodle necesitaba un lavado de cara, y a finales de 2010, y después de una larga espera (los que estuvimos en la Moodlemoot de 2009 ya vimos versiones más o menos definitivas) nos encontramos con una plataforma de gestión del aprendizaje que, lejos de salvar los obstáculos que se planteaban, redunda en los errores que ya conocíamos. Es probable que muchos no estéis de acuerdo, y será probablemente porque entendáis lo que significa enseñar y aprender de forma distinta a como yo lo hago. Por eso, y para los que estéis en sintonía con lo que aquí escribimos normalmente, os dejo cinco consejillos que seguir para sacar provecho de Moodle 2.0.

    1. Olvídate de los blogs en Moodle. No sirven para nada. Pese a ser una de las características estrella de Moodle 2.0 (junto a la larga lista de especificaciones técnicas y dirigidas a los gestores -no a los docentes ni a los discentes-), Moodle no puede competir con servicios como Blogger o WordPress. El sistema de comentarios es horrible, la sindicación es una ilusión, la personalización del contenido sigue siendo muy pobre… No lo dudes, los blogs fuera de Moodle.
    2. Dale una apariencia diferente. Instala una plantilla (o pide que te la instalen) que sea distinta. Todos sabemos que el aspecto visual de Moodle no es probablemente uno de sus fuertes, y menos si trabajas con pequeños. Si tus alumnos tienen menos de 10 o 12 años directamente olvídate de la plataforma: te lo agradecerán. Si son más mayores, utiliza una plantilla tipo facebook. Quizá consigas tenerlos entretenidos un rato hasta que se den cuenta del engaño.
    3. Olvídate del control. La evaluación mata, y en ocasiones también hace perder el tiempo dándole vueltas a herramientas de calificación. Aunque todavía existe cierta obsesión acerca de la necesidad de que los LMS nos faciliten la evaluación calificación de nuestros alumnos, yo esperaba que Moodle 2.0 fuera en la dirección contraria, y no redundara en este tipo de «utilidades».
    4. Utiliza los foros, el glosario, la wiki, el calendario y los paquetes scorm… si lo necesitas. Te servirán para gestionar más o menos los contenidos y generar discusiones entre los alumnos, pero nada que no puedas hacer mil veces mejor combinando las herramientas de Google con un blog que centralice la marcha del curso. A no ser que quieras llevar un control exhaustivo de la actividad de tus alumnos: si algo funciona bien en Moodle son las herramientas de control. Si quieres saber cuánto tiempo han estado conectados tus alumnos o qué páginas del curso han visitado, Moodle es tu aliado perfecto. Los paquetes SCORM te ayudarán también a presentar contenido a tus alumnos y a hacerles preguntas sobre el mismo.
    5. Busca la complicidad de los usuarios. Sólo con ellos (y con sus familias, en el caso de trabajar con menores) conseguirás vencer dos de las barreras fundamentales que hacen que muchos profesores usen Moodle como plataforma central para el desarrollo de su trabajo en la red, a saber, el miedo a perder el control (de la actividad de los alumnos, de los contenidos que publican,…) y el problema de la privacidad (adultos que piensan que poner tu nombre en internet es como poner el número de tu tarjeta de crédito a disposición de cualquiera, o familias que piensan que hay un corruptor de menores detrás de cada clic).

    Como ves, parece el dilema sigue en pie, y el planteamiento de Dougiamas continúa más vigente que nunca… Aunque el tiempo juega en favor de un claro ganador. Se admiten apuestas.

     

    Evaluación y servidumbre voluntaria

    Llevo tiempo hablando en este blog de evaluación.

    Opino que la evaluación es el poder tiránico de nuestro tiempo, y el más efectivo a la hora de anular la individualidad y someter a las personas a una «servidumbre voluntaria» (Étienne de la Boétie, 1548). En el campo educativo se nos pretende convertir de individuos en masa evaluada. No es casual que el «malestar de la educación» se extienda en forma de bajas, depresiones y todo tipo de efectos perversos sobre los individuos y el aprendizaje.

    Evaluar mata. Evaluar anula la innovación. Evaluar tiraniza. La realidad no es evaluable. Evaluar no tiene nada que ver con educar, enseñar ni aprender.

    El 11 de junio se reúne en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el Foro «Lo que la evaluación silencia». Recomiendo seguir la actividad de este Foro, que presenta Mercedes de Francisco con estas palabras:

    La evaluación inunda la actividad de nuestras vidas, casi de manera imperceptible, desde los dispositivos sanitarios en su amplio espectro, hasta los educativos, empresariales, literarios, artísticos, e incluso la vida cotidiana. Es así como lo calculable, la medida, entra en nuestras vidas y nos afecta como sujetos.

    El poder administrativo, las políticas de gestión, la pesadez de su control informático y estadístico, se imponen y atraviesan los gobiernos. En principio, parecería que se trata de evaluar instituciones, grupos y no de individuos, pero son los individuos los evaluados, y el resultado de ella es tener a hombres y mujeres marcados por la comparación con el grupo de referencia o los parámetros que las agencias de evaluación imponen. Esta comparación siempre se salda con un negativo.

    Evaluar mata

    He escrito en los últimos meses bastante sobre la evaluación y el efecto letal que tiene en la sociedad, y particularmente en el sistema educativo. La cuestión se suscitó especialmente en Francia el año pasado, y considero que el trabajo que se está haciendo en la Universidad de Granada es el más honesto que conozco en España.

    Evaluar mata, castra cualquier pensamiento diferente, elimina la capacidad crítica, el talento y la creatividad, estandariza a la baja. Evaluar no tiene nada que ver con el mérito ni la capacidad. No voy a insistir en el tema, que he argumentado en varias entradas. Abro este post solamente como homenaje a Rigoberto Ruelas, una víctima más de un sistema perverso, y más si cae en ciertas manos.

      «Rigoberto Ruelas. El suicidio de un profesor poco eficaz«

    En Granada reflexionan sobre la libertad, la subjetividad y el malestar de la evaluación

    No es la primera vez que recomiendo seguir las actividades del grupo de lacanianos de Granada. Creo que es una gente que piensa con rigor sobre la educación y su «malestar», y que aporta reflexiones muy inteligentes y útiles.

    Este curso académico se reúnen en jueves alternos a las 20:00 en los locales de la c/ Pedro Antonio de Alarcón, 91, dentro de una programación encuadrada en la UNIA arteypensamiento: «El malestar contemporáneo». Han empezado en noviembre y seguirán hasta junio 2011.

    De la presentación del «cursus», destaco:

    Un hecho que está ocurriendo y que se deja ver en las actuales prácticas sociales, educativas, laborales y sanitarias: los modos de sufrimiento, los síntomas, son el objeto de intervención de una alianza de saberes universitarios y poderes administrativos que apuntan a extender su imperio sobre la intimidad y sobre esa relación específica con la verdad y con el dolor de la verdad que es lo propio del sujeto que habla.

    El ser humano aparece así como algo calculable, objeto exacto de medida, alma y cuerpo a la vez, reducida toda la aventura del pensamiento y de la subjetividad a una maquinaria con circuitos purgados de nuestra cuota de sombra, opacidad y sinsentido.

    Basándose en un trato supuestamente igualitario, apareciendo como un signo de progreso, se promueve la anulación de las diferencias entre los seres humanos y se emprende una homogeneización que atenta contra lo que el ser humano tiene de más particular y singular.

    Si estuviera en Granada, no me perdería ni una de sus sesiones, pero especialmente las que más nos atañen, como, por ejemplo, la de José Ordóñez: La impostura de la evaluación (24 de marzo 2011) o la de Josefa Estepa: El malestar de los docentes (7 de abril 2011).

    El maestro ignorante y una perífrasis

    "Los galaaditas cortaron a los efrainitas los vados del Jordán; y cuando los fugitivos de Efraín decían: “Quiero pasar”, le preguntaban los galaaditas: “¿Eres tú efrainita?” Y cuando respondía: “No”, le decían: “Di schibólet”; mas él decía: “sibólet”, pues no sabía pronunciarlo bien. Entonces lo prendían y lo degollaban junto a los vados del Jordán. Así murieron en aquel tiempo cuarenta y dos mil efrainitas. [Jueces 12:5-6]”

    Me salgo un poco del tema de las nuevas tecnologías para llamar la atención sobre el estimulante artículo que publican hoy en el Diario de Sevilla José Plácido Ruiz Campillo (Columbia University) y Juan José Romera López (autor de uno de los libros del año en el campo de la educación obligatoria: Retrato canalla del malestar docente, Toromítico, 2010).

    El artículo -a cuenta de una perífrasis que no lo era- es simplemente perfecto, y se titula «El maestro ignorante y una perífrasis».

    En esta tribuna periodística vuelven a hilvanar algunas necesarias obviedades sobre el enorme engaño de la gramática y su evaluación en la actualidad: una gramática que no habla sobre la lengua sino sobre lo que debería ser la lengua, y una evaluación que solo sirve para que alguien obtenga un papelito diciendo lo que otra persona «habilitada para ello» quiere que diga:

    Si a los alumnos de Física se les explica cómo opera el efecto fotoeléctrico y no cómo debería operar, si en biología aprenden cómo evolucionan las especies y no cómo deberían evolucionar, ¿por qué en Lengua se les machaca con cómo debería o no debería ser la lengua y se les niega la descripción científica de cómo realmente es y cuáles son las leyes que explican su funcionamiento real? ¿Por qué la asignatura de Lengua es la única donde el objeto de estudio no es la misma lengua, sino los libros sagrados que glosan sus misterios? ¿Por qué es la única donde se niega el conocimiento disponible y se impone el dogma?

    Un adolescente no tiene por qué encontrar problemático, por ejemplo, memorizar para un examen que el subjuntivo es el modo de la irrealidad, y felicitarse después del examen diciendo «Me alegro de que haya caído esa pregunta», formulando adecuadamente en subjuntivo la evidencia. En cualquier caso, examen superado.

    Como ellos mismos reconocen, la «gramática taxidérmica» seguramente seguirá en el mismo sitio, como el dinosaurio de Monterroso; pero recordar de vez en cuando cuatro cosas al alcance de cualquiera supone un ejercicio intelectual muy recomendable.