Siempre me ha llamado la atención el programa de «r-learning» que se está implementando en Corea del Sur.
No tengo mucha idea del tema, pero lo cierto es que los robots empiezan a invadir las aulas de inglés en Corea.
Uno de los más populares es Engkey, un «English-language teaching robot» desarrollado por el Korea Institute of Science and Technology. Cada robot tiene detrás un profesor nativo, que es quien pone el rostro en la pantalla y guía la clase desde cualquier parte del mundo.
El programa se está expandiendo rápidamente y responde a varios factores, como la escasez de profesores nativos de inglés en Corea y el enorme desarrollo de la robótica en aquel país. Hay diferentes variedades de robots, entre ellas el perro Genibo, que participa en las clases de primaria; en realidad, la mayoría de los robots funcionan como asistentes del profesor.
Según las autoridades educativas coreanas «el robot educativo ayuda a aumentar el interés del alumno y la automotivación a la hora de estudiar una lengua, y mejora la competencia lingüistica de los escolares». Personalmente sigo estas experiencias, porque me despiertan gran curiosidad.