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Microblogging: menos es más

La falta de tiempo no me permite seguir como quisiera el 4º Encuentro Edublogs 2009, que este año tiene lugar en el IES Julio Caro Baroja de Guecho (Getxo, Bizkaia), aunque le pienso echar un buen vistazo al canal #edublogs2009 de Twitter y al twubs correspondiente, muy útiles para tomarle el pulso a la conversación.

Destacaría la presentación de Néstor Alonso -Prrofesor Potâchov de Moldavia– sobre «Microblogging en Primaria».

Néstor ha hecho del minimalismo tecnológico (microblogging, lifestreaming, tumblelog…) un arte, y está consiguiendo, desde su experiencia con chavales de Primaria, hacer de estas herramientas una tendencia sólida que a muchos nos está haciendo descubrir las grandes posibilidades que encierra también para la enseñanza de idiomas. Esta capacidad para definir una forma de ver las cosas [- es +] y para hacer de ello un referente educativo, es solo una de las cualidades que hacen de Prrofesor Potâchov un ejemplo y un estímulo constante.

En el slideshare de Guecho, Néstor Alonso hace un repaso exhaustivo del medio, muy útil a efectos informativos, para a continuación entrar en harina analizando el ya mítico Chivato de 3º B, un microblog de aula sencillamente genial.

[slideshare id=1667532&doc=microblogging-090701091547-phpapp01]

La presentación no tiene desperdicio: las extensiones y mashups, las plantillas de WP: Prologue y P2, si no me equivoco, la búsqueda de lo mínimo significativo a través de la tecnología, etc… Me llama la atención la referencia a Edmodo, un servicio del que ya hablamos aquí hace casi un año poniéndole algunos reparos, pero que quizá merezca una revisión.

Todo eso explicado por el autor solo podía llevar a este tipo de comentarios:


Experimento mental. El peligro de la lectura.

Imaginemos un universo paralelo exactamente igual al nuestro salvo en una cosa, un cambio relacionado con la historia de la tecnología: ¿Qué pasaría si los videojuegos se hubieran inventado y popularizado antes que los libros?

En este universo paralelo, los niños hace siglos que juegan a videojuegos, y en ese contexto es donde, de repente, han aparecido los libros. ¿Qué podrían pensar padres, profesores y las autoridades culturales, ante la avalancha de chavales que leen y dejan de lado sus consolas y ordenadores? Quizá podría sonar a algo como esto:

La lectura crónica de libros entorpece el desarrollo de los sentidos. Al contrario de lo que ocurre con nuestra larga tradición como jugadores de videojuegos – con los que nuestros hijos tienen la oportunidad de convivir con un mundo tridimensional, vivo, lleno de imágenes en movimiento y paisajes musicales, y que controlan con complejos movimientos musculares – los libros son simples y estériles lineas de palabras sobre una página. Sólo hace falta dedicar una mínima parte del cerebro para procesar el lenguaje escrito, mientras que los juegos implican gran parte del cortex motor y sensorial.

Los libros, además, aislan de una manera trágica. Mientras los juegos implican a nuestros jóvenes en complejas relaciones sociales con sus compañeros, contruyendo y explorando mundos, los libros obligan a los niños a «secuestrarse» en lugar apartado, lejos de la interacción con otros compañeros. Las nuevas «bibliotecas» que han surgido en los últimos años para fomentar actividades de lectura son tremendamente inquietantes: docenas de jóvenes, tan vivaces y socialmente activos antaño, hacinados en soledad en sus cubículos, haciendo caso omiso de los compañeros que tienen al lado.

¡Claro que muchos niños disfrutan leyendo libros! Y no cabe duda de las sensación de fantasía y abstracción del mundo que proporciona la lectura… Pero para un gran porcentaje de la población, los libros son básicamente discriminación. Sólo hay que pensar cómo esta moda de la lectura que nos acecha en estos años insulta de manera cruel a los 10 millones de americanos que sufren de dislexia -condición, la de disléxico, que ni siquiera existía hasta que el texto impreso vino a estigmatizar a los que la sufren.

Pero quizá el mayor peligro que podemos atribuir a los libros es el hecho de que siguen un patrón completamente lineal. Los lectores no pueden controlar la narrativa de ninguna manera. Simplemente te sientas y el libro te cuenta una historia. ¡A los que hemos crecido con narrativas interactivas (las de los videojuegos), esto nos parece escandaloso! ¿Cómo es posible que alguien quiera embarcarse en una aventura que ya ha sido perfectamente coreografiada por otra persona? Pues bien, parece que esta generación está cayendo en las pseudoaventuras de los libros todos los días. Lo que conlleva el riesgo de fomentar en nuestros jóvenes pasividad general y les hace sentir que no tienen facultades para cambiar su destino… Leer no es un proceso activo, participativo: es un proceso sumiso. Estamos entrenando a nuestros jóvenes para que se limiten a «seguir la trama» en vez de preparlos para tomar sus propias riendas…

Steven Johnson : Everything bad is good for you (pp. 19-20)
La traducción es mía.

What is Edupop? The confederacy of the Lambs

Hace casi un año que Emilio Quintana y David Vidal redactamos el Edupop Manifesto/Manifiesto Edupop [download EdMa pdf], como respuesta a la extraña acogida que el Manifiesto Edupunk llegó a alcanzar entre gran parte de la blogocosa educativa, también en España.

El pasado 11 de junio Balzac.tv puso en antena un reportaje a propósito del Simposio Educación Expandida organizado por Zemos98, en el que entrevistan a Brian Lamb (Office of Learning Technology, Vancouver) y le preguntan sobre Edupop. Su respuesta nos lleva a matizar algunas cosas, sobre todo porque durante este año nos hemos dado cuenta de que son muchos los que piensan como él.

Obviamente, Brian Lamb no había escuchado hablar de Edupop hasta que Gina Tost (a petición de Rubén Díaz) le hizo la pregunta en cuestión: «¿Por qué no Edupop en vez de Edupunk?» (minuto 7:44).


Balzac.tv: Educación expandida

La verdad es que Zemos98 podía haber tenido mejor respuesta si hubiera aceptado nuestro proyecto para el Simposio, pero en todo caso, el tema está claro: Brian Lamb no sabe de qué le están hablando, no se ha leído el Edupop Manifesto, y sale del paso con una respuesta de aliño en función de lo que él entiende no por cultura pop sino por música pop.

En su respuesta, Brian Lamb habla del Edupop como de algo burdo, «comercial, fácil de producir», en definitiva, mainstream: «Si quieres hacer Edupop haz Edupop», dice, mientras pone sobre la mesa los que son, a su parecer, los 3 puntos fuertes del Edupunk:

    – no tiene que ser perfecto
    – no tiene por qué estar pulido
    – no tiene que ser comercialmente aceptable

Desde que apareció la etiqueta «edupunk» se ha hecho un esfuerzo consciente para darle relevancia a todo lo que conduzca a oponer colectivos: punks vs. no punks, con el fin de conducir el debate a un único modelo de respuesta: la reacción negativa. Edupop no es una reacción negativa sino una propuesta que incide en los aspectos que hacen del Edupunk una gran falsedad.

El Edupunk se muestra, necesariamente, contrario a tender puentes con otras maneras de hacer las cosas: si quieres hacer Edupop, haz Edupop. A los Edupunks no nos importa, no te vamos a decir cómo hacer las cosas, y ni siquiera nos interesa lo que haces, porque seguro que es comercial y fácil de producir, y eso no es punk.

Todo esto estaría muy bien si no fuera una gran patraña, que esconde la parte totalitaria de la marca con su retórica rancia de «vultures of capital» [los buitres del capital] y su pose de niños malos subvencionados.

Hay 3 ideas que podemos compartir con los edupunks, porque están en los dos manifiestos. Sin embargo, las interpretaciones que les damos son diferentes y desvelan su cara oculta:

  1. Culture and knowledge is everywhere. Este principio, que sin duda es fundamento de la llamada Educación Expandida no debería distinguir espacios ni ámbitos de aprendizaje. Sin embargo, la atención de la comunidad educativa -no sólo desde el Edupunk, sino desde los propios espacios de difusión como el Simposio organizado por Zemos 98- resulta que está centrada en las Instituciones, como puede deducirse del video anterior. ¿Qué broma es esta?

  2. We live in a connective world… pero que solo puede ser concebido de manera compleja. Los dualismos y las visiones ingenuamente reduccionistas que suelen manejarse no sirven. No quiero extenderme más, pero en Everything bad is good for you hay ejemplos que nos ayudan a entender por qué el Edupunk supone un modelo de comprensión de la educación conformista con el establishment.

  3. Individuals must be free to do as they want in it… porque el conocimiento reside fundamentalmente en los individuos y sus conexiones, libres para compartirlo de la manera que ellos determinen. En el Sharismo radica la esencia de la naturaleza del conocimiento, que sólo surge cuando es conectado, y no en virtud de ninguna actitud seudosubversiva ajena a la realidad.

Join to the perfect melody, join Edupop!

Trabajo en equipo y conformismo

No me resisto a llamar la atención sobre otro acertadísimo post de George Siemens que lleva por titulo: «Why group norms kill creativity» [«Por qué las normas de grupo se cargan la creatividad»] y que es una glosa de un estudio del que se hace eco Jeremy Dean en el que se demuestra que el trabajo en equipo no sirve para innovar creativamente sino que favorece el conformismo.

He decidido traducir entero el post de Siemens porque no tiene desperdicio:

Colaboración, cooperación, comunidades de práctica, inteligencia colectiva, y otros conceptos parecidos se han convertido en términos usuales dentro del campo de los negocios, en la propia sociedad y en el ámbito educativo.

Toda forma de organización debe rendir homenaje a la primacia del individuo. El conocimiento colectivo o sabiduría de las masas se malinterpreta con frecuencia, ya que se sugiere que las personas son inteligentes cuando piensan en grupo. Sin embargo, sería más apropiado decir que las personas son inteligentes cuando piensan por sí mismas y que esta inteligencia se ve amplificada en el momento en que entra en conexión. Se trata de una distinción sutil pero vital.

Un grupo homogéneo normalmente no es efectivo en términos de creatividad. La diversidad individual y conectada es la que produce cambios significativos en la buena dirección. Un grupo puede refinar, extender, aumentar e incluso perfeccionar ciertos conceptos e ideas. Pero las normas de grupo acaban con la creatividad.

El maestro Siemens está en plena forma y sigue argumentando en favor de una inteligencia conectiva y no colectiva en la que el individuo es el centro. Estamos ante una auténtica ontología del aprendizaje, que en Nodos Ele hemos defendido desde siempre. Como escribe Dean en su impecable entrada:

Unfortunately groups only rarely foment great ideas because people in them are powerfully shaped by group norms: the unwritten rules which describe how individuals in a group ‘are’ and how they ‘ought’ to behave. Norms influence what people believe is right and wrong just as surely as real laws, but with none of the permanence or transparency of written regulations… the unwritten rules of the group, therefore, determined what its members considered creative. In effect groups had redefined creativity as conformity.

Wordnik: diccionario contextual en inglés

Wordnik es un proyecto de diccionario contextual de la lengua inglesa en pleno desarrollo y que aspira a abarcar todas las palabras existentes o posibles en ese idioma -1,7 millones, y más de 130 millones de ejemplos en este momento. La diferencia que aporta este todavía en beta «no diccionario» –«if you have a suggestion for a better word than «dictionary» to describe Wordnik, please send it our way», dicen- radica en lo siguiente:

Wordnik is based on the principle that people learn words best by seeing them in context. We’ve collected more than 4 billion words of text (web pages, books, magazines, newspapers, etc.) and have mined them exhaustively to show you example sentences for any word you’re interested in.

Siendo impresionante el enorme corpus textual en el que se basa, el mayor atractivo de Wornik radica en la gran riqueza de sus conexiones. Tomemos un ejemplo: esto es lo que conseguimos si buscamos la palabra «sheep». El entorno contextual es singularmente rico y significativo ya que no solo se asienta en definiciones y ejemplos reales sino también en imágenes, frecuencias, palabras relacionadas«not just synonyms and antonyms, but words that behave in similar ways»– etiquetas, pronunciaciones, etimologías, contribuciones de los lectores, concordancias en redes sociales etc. Como bien explican:

Our goal is to show you as much information as possible, just as fast as we can find it, for every word in English, and to give you a place where you can make your own opinions about words known. By «information,» we don’t just mean traditional definitions (although we have plenty of those)! This information could be:

  • An example sentence: even if we’ve only found one sentence for a word, we’ll show it to you. And we’ll show you where the sentence came from, too!
  • Related words: not just synonyms and antonyms, but words that are used in the same contexts. (For instance, cheeseburger, milkshake, and doughnut are not synonyms, but they show up in the same kinds of sentences.)
  • Images tagged by our friends at Flickr: want to know what a «pout» looks like? We’ll show you.
  • Statistics: how rare is «tintinnabulation«? Well, we think you’ll see it only about once a year. «Smile»? You might see that word many times, every day.
  • An audio pronunciation: you can record your own!
  • Por supuesto, cualquier lector logueado puede incorporar una nueva palabra a Wordnik.

    Qué envidia no tener algo parecido en español, especialmente cuando no debe ser muy difícil hacerlo, ya que básicamente se trata de remixar contenidos que ya existen en red y estar abierto a las aportaciones de la gente. ¿Soy el único que piensa que nuestra lengua está perdiendo terreno en la nueva sociedad en red?

    Actualización: George Siemens se hace eco de Wordnik también en su blog.

    Mucho más que piratas

    Desde Nodos Ele queremos felicitar al PiratPartiet [Partido Pirata] sueco por los resultados electorales que ha obtenido en las elecciones al Parlamento Europeo del pasado domingo: más del 7% de los votos y 1 escaño, que se convertirá en 2 si entra en vigor el Tratado de Lisboa.

    Hay quien piensa que el PiratPartiet solo busca acabar con la propiedad intelectual y legalizar el intercambio de archivos. Pero se olvidan de que van mucho más allá, y que precisamente por eso han logrado un éxito tan importante. El Partido Pirata parte de 3 principios fundamentales:

  • share culture – cultura del intercambio, sharismo
  • free knowledge – conocimiento libre
  • protection of privacy – protección de la privacidad
  • Por supuesto están en contra de las interceptaciones o «electronic eavesdropping», pero en general se oponen a cualquier intromisión estatal en el ámbito privado.

    De hecho, el voto al PiratPartiet ha sido masivo entre los liberales suecos -sin ellos no hubieran conseguido el escaño-, ya que se trataba del único voto posible en contra de la intromisión del Estado en la vida de la gente. Esto ha quedado muy claro en las primeras palabras de su líder, Richard Falkvinge:

    «We don´t accept that the government is easvesdropping on us. People begin to understand that the government is not always good.» [«No estamos de acuerdo en que el Gobierno se meta en nuestra vida privada. La gente está empezando a entender que el Gobierno no siempre actúa correctamente»]

    Felicidades, y que cunda el ejemplo:

    GNOSS: Conectando inteligencias en ELE

    imagesLa web semántica, de la que tanto hemos oído hablar y de la que tanto podemos leer (en español gracias a Dolors Reig), parece que se va posicionando poco a poco, y parece que cada vez más son los servicios que se suman a la etiqueta.

    Lo que supondrá la web semántica pocos lo saben en realidad, igual que está pasando con la web 2.0.  Lo más probable es que desde fuera no se perciban grandes cambios respecto a la web que hoy conocemos. La verdadera revolución vendrá desde dentro, conforme el paradigma 2.0, la actitud, cale de verdad en los usuarios. Porque si algo parece estar claro es que la tecnología que la web semántica nos ofrece no sirve de nada (es tecnología, no otra cosa) si no conseguimos que la filosofía que subyace sea un estándar en el uso de la red: «It’s not what the software does. It’s what the user does».

    En GN_E seguimos explorando las posibilidades del intercambio y la conexión de inteligencias en red. En esta línea, he decidido que el Seminario de formación de profesores ELE que servirá de base a mi Memoria de Máster se desarrolle en GNOSS:

    «… un sitio social diseñado para conectar inteligencias e intereses por medio de su red de comunidades», que «permite compartir, crear y distribuir conocimiento y desarrollar procesos de pensamiento colectivo y deliberación on-line

    GNOSS sale de beta privada en julio, de modo que, mientras tanto, podéis ir probando y haciéndoos con los mandos de la herramienta, descubriendo sus potencialidades (que no son pocas). Hasta entonces yo seguiré desarrollando con ellos el espacio y el tesaurus que guiará mi reflexión y conformará la ontología del grupo de trabajo. El Seminario en sí comenzará en septiembre.

    Seguiremos informando. Y no olviden vitaminarse y mineralizarse.

    Maggie Simpson sobre la escuela

    La sorpresa que me he llevado con las primeras palabras de Maggie Simpson ha sido mayúscula. Resulta que la pequeña Maggie ha salido una libertariana de libro, y su primer objetivo ha sido -lógicamente- la escuela:


    Obviamente, la escena de Maggie está inspirada en la película «The Fountainhead» (El manatial) -una película de la que no conozco edición en DVD en español, siendo uno de los clásicos del cine y de la libertad de pensamiento, creación y cooperación voluntaria. Así está la cultura en nuestro país.

    Por qué publicar el trabajo de los estudiantes en la Web

    El lunes, en el blog de Stephen Downes (lo destacado en negrita es mío):

    «Technically, this recording on YouTube. But from my perspective, any law that makes such a recording illegal is itself illegitimate, a law that simply misunderstands what it is to teach and learn within the context of a culture. And this wonderful recording is also, as Alec Couros notes, more evidence of the reason why student work should be posted online»

      Vía Alec Couros.
      Gracias Dolors Reig por twittearlo.

    Moodlemoot Euskadi 2009 (II): algunas notas para la reflexión docente en torno al Conectivismo.

    (viene de un post anterior)

    Una de las más gratas sorpresas que me llevé en la Moodlemoot Euskadi 2009 fue escuchar a una importante figura de la blogosfera educativa, como es Aníbal de la Torre, hablar de Conectivismo. Conduciendo hacia Bilbao comentaba la ilusión que me hacía conocer en persona a Aníbal, después de tanto tweet y tanto post. La verdad es que la impresión fue muy buena, aunque no pudimos hablar mucho -lo mismo que ocurrió con muchos de los que había allí. Me queda el consuelo de que la conversación sigue en la red.

    Como decía, me entusiasmé cuando Anibal nombró a la criatura de George Siemens y Stephen Downes (¡vaya padres!): si él lo hacía era porque el paradigma conectivista estaba calando de alguna forma en la educasfera. Pero la alegría me duró un suspiro: lo poco que dijo Anibal no me parecía sino un batiburrillo de ideas sin montar, probablemente fruto de los pobres intentos que se han (hemos) hecho por difundir la teoría de forma sistemática, que necesitan ser precisadas:

    • El Conectivismo NO es una metodología de enseñanza. Más bien responde a lo que Kuhn llamó modelo paradigmático, esto es, un conjunto de ideas (mindset) que permiten caracterizar un conjunto de teorías de orden inferior. La relación del paradigma conectivista con disciplinas como las ciencias sociales, las teorías del aprendizaje, la ética, etc… son la prueba de que no podemos tomar estas ideas tal cual, como principios funcionales. En este sentido el Conectivismo es una teoría compleja sobre cómo aprendemos.
    • A la hora de caracterizar el Conectivismo de cara a trabajar con principios funcionales, yo lo haría como teoría del conocimiento, esto es, como una explicación de qué es aprehensible y cómo, de cuáles son los mecanismos que permiten la aparición de constructos de información que, sea por la razón que sea, llamamos conocimiento. Las Ciencias Cognitivas, más allá del constructivismo (que, recordemos, también es paradigma, y no método), son el sustento del Conectivismo como teoría del conocimiento aplicada a los procesos de enseñanza/aprendizaje.
    • Así, el Conectivismo como teoría del conocimiento no se limita -no puede hacerlo- a explicar cómo aprendemos con TICs, sino que es un modelo complejo, que no olvida que los elementos que lo integran (objetos de aprendizaje y agentes) son también complejos. Que ahora tengamos acceso a muchas más fuentes de información no quiere decir que antes se adquiría el conocimiento sólo de una fuente y que cualquier individuo tenía acceso a él de la misma manera (eso ya lo puso de relieve el constructivismo, ¿no?). Lo que ocurre es que en la era de internet el modelo anterior se muestra del todo insostenible: el juego no da más de sí y tenemos que cambiar no sólo las reglas, sino también el tablero.
    • ¿En qué se traduce lo anterior? Pues en que el alumno se considera también de manera compleja: el aprendizaje se produce en una multiplicidad de ámbitos y de muy diversas maneras (distinguir aprendizaje formal/no formal/informal en función de la certificación o el espacio me parece un error común y una distinción inútil en esos términos). Ahora bien, esto no quiere decir que el docente tenga que seguir y evaluar las actuaciones de los alumnos en todos los ámbitos. No, Anibal, no tenemos que meternos en tuenti a seguir lo que hacen nuestros estudiantes. No sólo es físicamente imposible, sino que además es inútil.
    • La consideración anterior (tomar al alumno como un agente complejo del proceso de aprendizaje) trae de suyo establecer que, entro otras cosas, los estudiantes son, en esencia, autonomía con piernas. Los docentes no tenemos la virtud de conceder autonomía de aprendizaje a nuestros alumnos, como si fuera un turno de palabra. A lo sumo, a lo más que llegamos es a castrar ciertas actitudes en el aula, como bien sabe el hijo de Aníbal, que desprende creatividad a raudales.

    Las cinco pinceladas anteriores son sólo el principio, y no agotan en absoluto el modelo. De hecho, sólo me sirven para una cosa: evidenciar que efectivamente estamos ante cambios trascendentales. No son cambios estructurales si hablamos en términos físicos (al fin y al cabo, nuestro cerebro y su funcionamiento no cambian de una década para otra), pero sí en términos sociales. Estamos, como diría Kuhn, ante una revolución científica, ante un cambio de paradigma del que tenemos que dar cuenta. Y ahí es donde entramos en juego nosotros, los docentes. Tenemos que responder de forma eficaz a este reto, repensando el modelo educativo y comprometiéndonos con el esfuerzo. Que lo hagamos con ayuda de unas herramientas u otras da igual. Internet no es sinónimo de excelencia, como no lo fue nunca el ordenador, la televisión, la radio, la imprenta o el rollo de papiro. Lo que cuenta es ver qué tenemos alrededor y sacar el mayor partido posible del tiempo que nos ha tocado vivir.

    El proyecto que presentamos en la Moodlemoot, hablapalabra, no ha sido está siendo en este sentido más que un intento bastante improvisado de ser consecuentes con unas convicciones claras. Nos hemos arriesgado mucho (unos más que otros, ¿verdad Luis?), ya que la iniciativa se enmarca en el ámbito privado, y eso supone que igual te despiden si sale mal, o no se obtienen resultados satisfactorios. El esfuerzo, eso sí, merece la pena. Así lo demuestra el interés de la gente por el proyecto, el apoyo que venimos recibiendo desde muchos compañeros, y, sobre todo, la respuesta de los niños, reflejada en lo que hacen y, sobre todo, en la manera en que se enfrentan a lo que hacen.

    A partir de aquí sólo nos queda seguir adelante con el debate. La intervención de Aníbal en la Moodlemoot y el revuelo levantado así lo exigen. Merece la pena.