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Premisas y promesas de la enseñanza de idiomas en la web 2.0: Emilia, Ollivier y un post maravilloso

Hay reflexiones que una se encuentra una y otra vez, y pese a ello siguen provocando una sonrisa de complicidad y de satisfacción. Ahora mismo, al menos en Alemania, se habla mucho de la web 2.0, de su potencial educativo, de la importancia de la literacidad digital, de «soft skills» y de otros muchos anglicismos que están poco a poco encontrando su lugar en el sistema universitario.

En el ámbito de las lenguas extranjeras la integración de la tecnología en la clases se suele ver como un «extra» cuando el tiempo o el presupuesto lo permite o como un prometedor futuro. Por suerte hay cada vez más personas que nos hacen darnos cuenta de que no hay que esperar para llegar al futuro, y no hay que esperar para practicar un enfoque orientado a la (inter)acción, ni para hacer a nuestros alumnos participar en discusiones en la red, compartir y formarse un punto de vista.

Al respecto, los cursos de español de Barbara Sawhill siempre me han parecido ejemplares. En su blog publica una reflexión titulada «Learning to ask hard questions in another language» sobre su experiencia abriendo el aula al mundo que puede servir de inspiración para otros muchos docentes de lenguas.

Me ha resultado fascinante leer sobre su trabajo con los estudiantes entrevistando a nativos via Skype para informarse sobre el contexto cultural de la película «Secuestro express» porque plantea preguntas que también me hago en mi día a día.

But how does one, as a non-native speaker of Spanish, enter into these conversations with native speakers about potentially painful and upsetting events with people we do not know well (or at all)? Is it possible? How do you move from a list of questions that need answers to seamless conversation in a second language?

Para mí se trata de uno de los post del año. Cada vez hay más voces que defienden lo mismo: la enseñanza a través de la web se nutre de experiencias humanas no de «drill and kill». Me ha hecho pensar en Emilia, en Christian Ollivier y en la web como lugar de encuentro de voces distantes (Ohio, Madrid, Barcelona, Salzburgo) pero cercanas. O, en palabras de Barbara Sawhill:

I love it when what they learn within the classroom helps to enrich what and how they learn outside of the classroom.

La otra votación

No me había dado cuenta de que el equipo de Rafe Needleman aglutinado en el blog Webware (a su vez, en la órbita del gigante Cnet.com) había abierto ya el periodo para votar las mejores web apps de 2008.

Como pienso que hay muchos proyectos interesantes que en los últimos meses están consiguiendo productos realmente innovadores y atractivos, he dedicido votar a aquellos que últimamente más me han ayudado en mi trabajo digital. Por supuesto, está WordPress (la niña de mis ojos), Twitter (qué sería de nosotros sin los gorjeos) y Box.net, entre otros. La idea no es sólo mostrar tu apoyo a las empresas que han sacado estos productos, sino también tener un panorama general que te permita descubrir otros que se te habían pasado de largo.

¿A quién vas a votar tú?

Redes (a)sociales

Ahora que parece que remite un poco el empuje de las llamadas redes sociales y que las estadísticas de nuevos usuarios ya no se duplican por meses quizás sea hora de hacer un primer balance de la cuestión. Sin duda, la gran ventaja de estos servicios es que han sabido llegar a cifras de público que ni la blogosfera ni otras formas 2.0 han alcanzado todavía. MySpace ha hecho furor entre los quinceañeros y se ha convertido en un fenómeno que mueve masas en mercados como el de la música (sólo hay que ver la jugada de la selección del representante español para Eurovisión 2008). Incluso aplicaciones locales como Tuenti se han hecho muy populares de la noche a la mañana. Pero la pregunta es si la inteligencia (co-l/n-ectiva) ha crecido o simplemente se ha dejado trepanar por el bisturí del éxito. En cualquier caso, siempre he visto dos graves inconvenientes en la generación de contenidos desde redes sociales cerradas:

a) el espejismo de la comunidad: como ahora en tu Facebook o en tu Ning tienes a todos tus seguidores-amigos-conocidos, no necesitas salir más allá para buscar otros puntos de vista o para refrescar los que ya tienes.

b) la doble llave sobre las ideas: si los contenidos generados por las redes sociales no se incorporan al acervo general, se quedan en su cajón bajo candado. Antes al menos los foros eran de consulta libre, ahora nadie sabe qué está pasando en estas comunidades si no eres miembro de ellas.

Al contrario de los blogs, que expanden la libertad de consumo y creación de conocimiento, las redes sociales, en mi opinión, tienden a costreñirlo y empaquetarlo, no sé si para un consumo rápido y superficial o para laminarlo hasta la extinción.

Inteligencia conectiva

Este es el término que acaba de recuperar George Siemens para contraponer al concepto tradicional de «inteligencia colectiva». Lo ha hecho en otra de sus entradas magistrales:

«Collective Intelligence? Nah. Connective Intelligence»

Todo procede de una incomodidad: «No me siento cómodo con el término «inteligencia colectiva», prefiero la noción de «inteligencia conectiva».

De ahí nació un primer esbozo de explicación, que traduzco a grandes rasgos:

«Derrick de Kerckhove ya exploró el concepto [de «inteligencia colectiva»] en 1997, mucho antes de que dispusiéramos de las herramientas colaborativas de que disponemos hoy. James Surowiecki trató sobre un concepto parecido en «Wisdom of the Crowds» [n. b. lamentablemente traducido al español]. El libro de Surowiecki suele ser malinterpretado. El énfasis lo pone en que la gente no piensa junta para llegar a determinadas conclusiones, sino que más bien cada uno de nosotros piensa por su cuenta y obtiene valor colaborativo de la conexión y la combinación de ideas. Cada persona conserva su propia identidad y sus propias ideas, que toman forma y se ven influídas por las aportaciones de los otros. Todo esto está relacionado en cierto modo con la discusión de Stephen Downes sobre «grupos contra redes» (groups vs. networks). Lo que está en juego en este debate (Surowiecki, Downes, de Kerchove) es la forma en que percibimos lo individual en un mundo en que cada vez se valora más lo colaborativo/colectivo. Cuando hablamos de «inteligencia colectiva» damos prioridad a lo colectivo. Si hablamos de «inteligencia conectiva» colocamos al individuo [individual node] en primer plano.

La distinción entre inteligencia colectiva y conectiva puede no parecer muy relevante para algunos. Sin embargo, a medida que vayamos trabajando colaborativamente cada vez más, me parece que esta distinción será de vital importancia. Por razones de motivación, autoconfianza y satisfacción, es fundamental que podamos preservar nuestro yo y nuestras ideas a la hora de colaborar con los demás. La inteligencia conectiva permite eso. La inteligencia colectiva termina borrando [over-writing] la identidad individual».

Creo que el concepto de «inteligencia conectiva» hará fortuna, ya que nos ayuda a reorientar el trabajo colaborativo. Por el momento, el propio Siemens lo ha reelaborado en forma más sistemática y compleja en Connectivism Blog: «Collective or Connective Intelligence?». Sin duda, otro de los posts del año.

On/Off | Contenidos v. Contextos

Con este post inauguramos una nueva sección en la que dos (o más) miembros del Grupo Nodos ELE van a contrastar opiniones sobre un mismo tema. En esta ocasión, David Vidal y Emilio Quintana se ensarzan quizá demasiado apasionadamente a costa de la interpretación de una de las entradas más polémicas del año: «De la producción de contenidos al diseño de contextos», publicada por Pablo Mancini en su blog.

  • En contra | David Vidal
  • ¿A qué viene esto? ¿Qué demonios es eso de que la Web 2.0 no está centrada “en las personas ni en redes de creatividad o conocimiento”? Por favor, ¿de qué estamos hablando? ¿Qué pasa, que nos ha comido la cabeza un meme? Porque, sí, en el fondo de lo que estamos hablando es de qué papel jugamos como individuos en un mundo en el que “el contexto/red es lo importante”, pero no debemos olvidar que los contextos y las redes las hacemos los individuos, y que, mal que les pese a algunos, el conjunto es menos que la suma de sus partes. Y esto se deduce claramente si consideramos que el contexto/red no es más que emergencia de una unitas multiplex producto de la interacción/organización de individuos. La emergencia supone la aparición de algo nuevo, pero dependiente de un equilibrio en el sistema que, en el caso que nos ocupa depende exclusivamente de nosotros como individuos.

    Así que no se engañen. ¿Qué no somos importantes? El remixado de contenidos es lo más antiguo del mundo y lo venimos haciendo desde que el hombre es hombre. Y lo practicamos desde antes incluso de que se inventara el papel. ¿Qué es la reproducción si no un acto de remixado de información? ¿Debo por ello considerarme un plugin de un sistema que me utiliza para sobrevivir? ¿Escuela como contexto? Sí, pero con individuos que remixan la información, la seleccionan y hacen uso arbitrario de ella. ¿Empresa como contexto? Sí, pero con empleados creativos, que copian una idea y la transforman en algo completamente distinto.

    Sí, mashups, plugins, remixados, contexto/red y todo lo que quieran ustedes. Yo soy todo eso. Pero también mucho más y mucho menos. ¿Qué la Web 2.0 ha muerto como productora de contenidos? ¿Y desde cuándo eso fue lo importante?

  • A favor | Emilio Quintana
  • El visionario Mancini ha puesto el dedo en la llaga y escuece. Los espíritus teleológicos que habían diseñado ese plan quinquenal de la web 1.0, 2.0, 3.0 hasta acabar en la construcción del hombre nuevo fruto de la inteligencia colectiva no tienen razón. Porque ahí es donde se está jugando todo, en la cancha de los contextos frente a la del sujeto subordinado a una instancia que absorbe su inteligencia y lo sume en la cómoda placenta comunitarista.

    Lo que Mancini afirma es que la estafa del «You» de la revista Time no se encarnará en esa «pesadilla en el parque de atracciones» en la que se convertiría la web hegeliana. Seremos las personas «en tanto widgets mutantes de la nueva ecología» las que generaremos contextos/red y construiremos identidad, creatividad e inteligencia. El «remixado de contextos» acabará barriendo como un soplo de divina justicia los intentos crecientes de estabulación digital. No seremos bloggers, seremos individuos en contextos mutantes, porque el remixado forma parte de la naturaleza humana, está en la forma en que agarramos el tenedor o navegamos por la red. Si alguien nos tiene que decir que «somos importantes» es porque quiere someternos mediante el halago. Sofismas, diría Sócrates, sofismas de tiranos.

    Cuando Richard Gatarski gritaba «Forget School» hace unos meses en Estocolmo no hacía otra cosa que adelantarse a las palabras de Mancini: «La escuela como contexto». Es decir, la red frente al grupo. Mancini habla siempre de redes de individuos, de personas como «apis o plugins de los entornos», de gente que piensa junta a través de contextos que son «mashups de habilidades». ¿Inteligencia colectiva? ¿Web social? Venga, hombre… Toda esa jerga está llena de «palabras comadreja». La inteligencia se conecta, no se colectiviza.

    El español vivo | tuBabel

    Esta tarde me he tirado más de una hora trasteando en tuBabel y me encanta. Se trata de una utilidad que se presenta como un «diccionario social de regionalismos latinos» en permanente desarrollo por parte de los usuarios. Cualquiera que se registre podrá agregar aquellas palabras o expresiones que son características de su país y que no se encuentran o tienen un significado diferente en otros países hispánicos.

    tuBabel tiene un diseño claro y una estructura superusable, y las opciones de que dispone son intuitivas y te enganchan. Si tomamos una palabra al azar, podemos ver quién y cuándo la ha definido, en qué país se usa, y tenemos la posibilidad de añadir cómo se dice en el nuestro, consultar el diccionario de la RAE, dejar comentarios, agregar una definición propia si no nos gusta la del autor o añadir un ejemplo. Algo que me ha llamado la atención es que podemos votar la palabra y decidir si se usa realmente o no.

    Hay nubes de vocablos y lista de significados por zonas, pero también puedes elegir un país y pasar el rato explorando el vocabulario local. Porque engancha, eh. No tengo la menor idea del futuro que le espera a tuBabel, pero lo que tengo claro es que se trata de una idea brillante y muy bien desarrollada. Un auténtico ejemplo de cómo compartir conocimiento y una herramienta valiosa para profesores y alumnos de ELE.

    Lo único que me desagrada es lo de llamar «regionalismos latinos» a lo que son variedades del español en el mundo hispánico. En todo caso, tuBabel es un ejemplo vivo de wikilengua, nada que ver con otras iniciativas institucionales que cada día que pasa «ganan» en patrocinios rimbombantes y rigidez de uso.

    AutoTutor (previsto para 1975)

    Ultimamente varios blogs se han hecho eco de la iniciativa de Derrick Bostrom de escanear y subir a Flickr algunas fotos de un libro retrofuturista de Arnold B. Barach: «1975: And The Changes To Come» (1962). Me ha llamado la atención una máquina llamada «AutoTutor», que pretende ser un prototipo de elearning previsto para 1975 -aunque posiblemente hasta la aparición del AVE no se ha desarrollado en toda su capacidad innovadora:

    Push-Button Learning. Teaching machines break complicated subject matter into bit-by-bit segments, permitting each student to progress at his own pace. This machine first presents a unit of information. Then come questions based on what the student has learned, together with alternate answers. If the student presses the right buttons for the answers, he is «rewarded» with a new unit of study which appears on the machine. If he flubs the answers, a paragraph of text appears on the screen setting him right, and then he tries again. On the right is a classroom demonstration of the machine — a scene that will be commonplace in future years in most schools.

    Encerrados con un solo juguete


    Como ya todo el mundo sabe, la semana pasada se inauguró oficialmente Cervantes TV, el canal televisivo del Instituto Cervantes. Elena Benito ha escrito algunos apuntes en su blog, «pensando según las variables «estudiante de ELE» y «web 2.0″…», que me parecen un poco ingenuos.

    Es impensable que una organización tan importante apueste por una visión horizontal de la producción y consumo de contenidos, no digamos ya por un diseño remixado de contextos. Menos comprensible es que no desarrolle una política «beta» de experimentación y desarrollo. Y desde luego la pregunta que me hago es: ¿a qué público va dirigida esta TV? ¿quién la va a ver?

    Más reacciones:

    El suplemento ocasional: «Cervantes TV con licencia CC»
    El estanco: «Cervantes TV»

    5+1-1=?

    Esta sencilla operación aritmétrica para la que no tengo solución describe la evolución de los miembros de Nodos ELE en las últimas semanas: por un lado, el grupo tiene la suerte de contar con un nuevo miembro. Por otro, yo me veo obligada a descolgarme por motivos personales y de trabajo. La solución de la operación está por ver, porque si 2 es el contrario de 1, y no la suma de 1+1, entonces 5+1-1 quizá no sea exactamente 5, sino un 5 con decimales, o multiplicado por sí mismo, o elevado al cubo.

    Sea como sea, yo doy las gracias a los nodos por todo lo que habéis compartido conmigo, y os deseo que mantengáis el entusiasmo y la generosidad que habéis demostrado hasta ahora. Seguimos enredados.

    Ctrl

    Me sigue sorprendiendo que uno de los motivos por los que las escuelas holandesas se interesan por el AVE sea la posibilidad de controlar al estudiante, es decir, de saber si ha hecho los deberes que les han mandado para casa, cuánto tiempo ha estado conectado o cuántos intentos ha necesitado para terminar las diferentes actividades.

    ¿En qué medida estamos ante una de las manifestaciones del «miedo institucional»? ¿o en qué medida es el profesor el que lo demanda? ¿cómo cabe interpretar este afán de control, como una forma de retroalimentación o como una coerción al aprendizaje autónomo del alumno? ¿hasta qué punto instituciones jerarquizadas pueden defender en sus currículos el fomento del «aprendizaje autónomo» del alumno para luego vender productos que se basan en una tutorización que pone en manos del profesor todos los resortes Ctrl?

    Es obvio que la nueva versión flash del AVE del Instituto Cervantes supone un avance considerable con respecto a la plataforma anterior, imposible y surrealista. El nuevo AVE es un producto muy competitivo en entornos educativos blended-learning jerarquizados, y puede servir de apoyo a la hora de que las escuelas holandesas se decanten por el español. En este sentido, su utilidad es indudable.

    Las preguntas anteriores me han surgido al observar este simple pero significativo esquema del profesor Erik de Graaf (Delft University of Technology, Países Bajos). El esquema se mueve en dos ejes, el vertical «Control del profesor vs. control del estudiante», y el horizontal «Orientación hacia el contenido vs. orientación hacia el problema». ¿En qué punto nos situaríamos cada uno de nosotros actualmente? ¿en qué punto queremos estar en el futuro?

    Haz clic en la foto para ver las notas y hacer comentarios. Foto de Grainne Conole que comenta también el tema.