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«I love the internet. Cos it’s ours». Kevin Barrington o la humana impureza del caos

935082_256814861126059_2037738227_nNo sigo gran cosa la relación entre poesía y digitalidad, aunque de vez en cuando me llaman la atención algunos libros, poemas o autores, sobre los que publico en este blog.

Kevin Barrington es un «slam poet» irlandés, lleno de odios y prejuicios, un «bigmouth» político, un camorrista que mezcla lucidez y chorradas mientras dispara rítmicamente sus sílabas.

Su nuevo e-book de poemas: I love the Internet (Political World Publishing, 2013) se abre con toda una declaración de principios: «a multi-media e-collection of militancy and mischief, fun and fury».

Para prueba, «Spoken Word» («Palabra hablada»), que copio abajo. Ni comparto sus «ideas», ni tengo especial interés por la poesía «slam», pero me parece que hay una verdad en estas cacofonías, o al menos me lo parece:

Opium to De Quincey
Sin to Milton
Congo to Conrad
Aran to Synge

I love the internet

Castles to Shakespeare
Deceit to LeCarre
Dublin to Joyce
Marketplace to Chaucer

Did we say
‘Daffodils to Wordsworth?’
We couldn’t forget that.
Or mounted jihad to Tennyson
Or the [weird] whole wild wonder
of the [whole g** damn] show
to Dylan

I love the internet

Wild, lewd, bawdy, bullying, smelling of cats.
Cranks, crank, meth, conspiracy, snipers, knoll.
Fascists made cartoon on ripe digital soil.
Erudite waltzing with trite.
In eternal ballroom
Dedicated skiers on seas of trivial loon.
Self help soma screaming thinnin tv hair repair.
And always the smiles of the filippino brides
And promises of untold nigerian riches.
Flashing wheel spinning ace poker squared
You Have Been Chosen
But
Shhhhhhh
Somewhere down there in the fly fishing section
the first faint whispers
(If ears are right)
of hushed talk
of
bold revolution.

I love the internet
The sheer
dull
scintillating
infantile
anarchy
of
it
all.

Boisterous Brueghel medieval market.
Futuristic Middle Ages
Directed
by
Friar Tuck.
And offset, whispers
of
Robin
lurking
in
wood.

I love the internet.
Cos it’s ours.

Kristofer Flensmarck publica su nuevo libro de poemas en #BKFF

Entiendo que es un asunto demasiado local, ya que se trata de un poeta que publica en sueco y que no tiene proyección fuera de Suecia, pero me ha llamado la atención por lo novedoso.

El caso es que Kristofer Flensmarck (Escania, 1976) empieza a publicar en Twitter esta noche (a partir de las 21:00 horas) su nuevo libro, bajo el hasthag #BKFF.

El poemario se llama Ingmar Bergman Kristofer Flensmarck Fragment (#BKFF), «sonata para dos instrumentos: Ingmar Bergman y Kristofer Flensmarck». Se editará en papel en otoño, en edición limitada. La obra trata de la crisis personal de Flensmarck (con divorcio de por medio) en el contexto de la muerte de Bergman en 2010, y de la subasta de sus bienes. Se trata de poemas que hablan del amor, el arte y el desencanto.

He leído muy poco de Flensmarck, que me parece un poeta líquido, posmoderno, alguien capaz de mezclar un realismo descarnado con ciertas técnicas de la música pop (Brian Eno o Mogwai son dos de sus referencias) o del cine de Michael Haneke y Gus Van Sant. Interesa, pero cansa.

Se considera representante de la nueva «dokumentärlyrik» («poesía documental») sueca. En Almanacka (2009), por ejemplo, los poemas son transcripciones de notas de la agenda de su abuela (poesía encontrada»). Y hace unas semanas publicó Navigation (2011), que se basa en los artículos de la Wikipedia que tratan sobre transporte marítimo.

Face to Face v. Facebook, un debate estéril… y Borges

A través de Facebook he conocido Face to Face. Un cortometraje sobre la desconexión (noviembre 2009), dirigido por el argentino Max Coronel. La tesis de la obra es clara: «las redes sociales como Facebook muchas veces nos desconectan de la realidad y nos alejan de las relaciones cara a cara«:

https://youtube.com/watch?v=l4sbmHrpTYs%26hl%3Des_ES%26fs%3D1%26

En mi opinión, se trata de una nueva versión de un argumento tan trillado como falso -el mito del «buen salvaje» en clave tecnofóbica. En este juego de interfaces en que se ha convertido nuestra vida -si es que alguna vez la vida no fue un manejo de interfaces-, plantear de este modo la dicotomía mundo real/mundo digital resulta pueril.

A este corto le pasa como a esas películas que están muy bien hasta que llegan los minutos finales con su pasteloso y obligatorio «happy end». Y eso que el valor de Face to Face radica precisamente en la forma en que relaciona las interfaces real y digital; en eso, este corto es una buena idea (aunque plana).

Otro argentino, Jorge Luis Borges -de quien últimamente se han publicado algunos libros de título atractivo y lectura decepcionante que lo consideran precursor de internet (está por escribirse el estudio que relacione en serio a Borges con la web 2.0)- refuta esta falsa controversia real/virtual en «Borges y yo».

Yi Won: «Hago clic, luego existo»

3844061938_fe4731d760_mEn junio tuvo lugar en Rotterdam una nueva edición del Poetry International Festival, que pude seguir a través de la red. Una de las secciones de esta edición (y van 40) estaba dedicada a la «poesía digital», es decir, a la mezcla de arte y tecnología, sobre todo a través de lo que dieron en llamar Digital Poetry Laboratory.

De entre lo que pude ver destacaría, por ejemplo, las «works for I-phone» de la norteamericana Aya Karpinska, o este poema de la coreana Yi Won (Seúl, 1968), que traduzco del inglés como «Hago clic, luego existo», aunque el original está en coreano [aquí el vídeo] y tiene ya unos años, porque la autora lo escribió para el «Poetry International Festival Rotterdam» de 2004 -de entonces es la foto de arriba, en la que está con su hermana.

    HAGO CLIC LUEGO EXISTO (2004) – Yi Won
    [Traducción e hiperenlaces de Emilio Quintana]

    En vez de desplegar el periódico de la mañana fresco de tinta
    cuando me levanto hago suavemente doble clic en el aséptico internet
    Hago clic en el PDF gratuito que me muestra
    exactamente la imagen de una página impresa de periódico
    El KOSDAQ ya no tiene impulso
    Total de la deuda externa a corto plazo 50.000.000.000 de dólares
    Con cada clic se pasa una página del periódico
    Hago clic en el mundo sin parar
    Con un clic un mundo se colapsa y
    otro surge
    El sol se eleva También el sol tiene instalado un chip
    Le echo un ojo a un artículo de 12 páginas: “El ordenador detecta
    una conexión wifi en mi cuerpo en el que hay fibras ópticas que conducen
    electrodos microscópicos injertados en la red de nervios de mis brazos”
    y hago clic en la página web de Kevin Warwick que sueña con el primer
    robot humano Soy el visitante 28.412
    Tengo un gen que también quiero insertar
    Con el índice de mi mano derecha con el que muevo el ratón
    Hago clic en mi correo electrónico Por la noche me ha llegado un email
    Hago clic en el archivo adjunto que k desde Toronto me ha mandado
    Rosas rojas perladas de gotas de rocío que caen de los pétalos
    Florecen tras una valla blanca
    Las flores que me ha enviado k no están marchitas
    Inmediatamente hago clic en el dial del teléfono online gratuito
    Hago clic en el número de k
    Me conecto a 689 millas de distancia
    Incluso Yo puede que sea un programa que alguien ha instalado
    Moviendo el escurridizo ratón con la mano derecha Yo
    Hago clic en literatura Hago clic en revistas
    Hago clic en el número de abril del webzine literario Novel
    “El principito” en la cubierta dice: “Lo que hace bello al desierto
    es que en alguna parte esconde un pozo”
    continuamente cambia la escena en torno a él Abro la ventana un poco más y
    hago clic en la librería online Aladdin Le echo un ojo a la lista de novedades
    Hago clic para comprar La música del azar de Paul Auster con un 20% de descuento
    y La violencia y lo sagrado de René Girard con un 15%
    Afuera de mi ventana los asuntos rutinarios se dan de cabezadas
    dentro de un camión a un ritmo de 4-beats chunda chunda chunda chunda
    Me dejo llevar por el momento musical chunda 4-beat y
    mirando con displicencia hacia la calle el camión hace clic en su mapa
    Sigo una de las carreteras que salen de Seúl y conducen al
    Templo de Hwaôm El sonido de una campana de madera se expande desde los
    arrayanes de camelias
    delante del interior del templo Manos juntas que rezan
    Hago clic en uno de los cupones con 60% de descuento para un apartamento en las Montañas Chiri
    En mis rodillas bajo la impresora
    me cae un cupón como un pétalo de camelia Yo
    hago clic en el Yo adjunto en el pétalo de camelia
    Cero categorías y 177 páginas se abren
    resultado de la búsqueda de la palabra Yo
    Pero dónde soy
    Buscando Yo Yo hago clic en todas las páginas en orden
    locura película India y Yo…me escindo
    … saliendo… pleiteando sola…Y Yo, S.A. .…
    historias que quiero contar… la tierra y Yo….
    Puedo escuchar el clic de las pezuñas de un camello de dos jorobas

    Hay un oasis cerca
    Sigo Hago clic luego existo

Obviamente, la traducción es una pálida muestra del original.

    En Nodos Ele hemos dedicado otras entradas al tema de la poesía en la era digital. Y seguiremos haciéndolo

Lifelong Learning – Chris McCabe

3151428101_0f9e735e57_mSi hay una idea que quiero recordar cuando acaba el año y empieza otro nuevo es la de «aprendizaje para toda la vida».

He traducido uno de los mejores poemas fragmentarios del último libro de Chris McCabe, Zeppelins (2008) –que ya comenté hace un par de meses en Nodos Ele– titulado «LifeLong Learning». Los enlaces me van a servir como notas a pie de página hipertextuales -la mayoría tiene que ver con el juego que hace el autor de términos computacionales.

La traducción es muy personal y soy consciente de la imposibilidad de traducir el peculiar ritmo sincopado de McCabe, como puede comprobarse en este vídeo. Les aconsejo que lean el original -que transcribo después- imitando ese estilo cortante:

Quiero trabajar con esculturas
para acariciarlas con las manos
ojos intrigados en curvas, ángulos –
a la mierda los slideshows, imágenes fijas

*

En todas esas clases el reloj parado
como una esfera inútil
que solo tiene razón dos veces al día
llamar a eso aprendizaje es evaluar
los teléfonos de ducha por el ancho de banda

*

¿Podemos diseñar un programa de software
para nuestra vida juntos
un mapa emocional que nos funcione? –
si hay un fallo al usarlo, no hables de resultados

*

El asesor dijo: una consulta
es un acto llevado a cabo
por adultos que no han dado su consentimiento:
Dejaré mi tarjeta de visita
al fondo de la clase

*

De pie en el ascensor con una mujer
que empuja un carrito con té
para que cojan fuerzas unos que están extrayendo el DNA
de las cebollas –
cuando se las corte en un futuro
no habrá lágrimas

*

Mi presentación consta de cinco partes
en las que muestro lo que puede que hayáis logrado
– recuerdos que he tenido, una manzana, mis pelos en las piernas-
Recuerdo que cuando la estaba preparando
pensé que cinco estaría bien: una obra shakespeariana:
incluso el código mal escrito podría acabar casándose

*

Tienes que crear masa crítica para tu círculo virtuoso

*

Un taxi atrapado en el tráfico
las luces Moët a los lados
-tu conversación, tu forma de hablar-
los semáforos en rojo no conocen el lenguaje de los claxon

*

Mis proyectos no siguen pautas
ni establecen objetivos
que lleven a conclusiones:
no me desanimé cuando tardamos
más de lo que se esperaba

I want to work with sculptures / to get my hands around / eyes intrigued with curves, angles – / fuck slideshows, still-images
In all such classes the stuck clock / was a bland badge / that could only be right twice a day- / to call this learning is to measure / showerheads in bandwidth
Can we plan a workflow / for our lives together / an emotional map that works for us- / if there´s a hiatus, don´t talk of results
The consultant said: / consultation is an act carried out / by non-consenting adults: / I will leave my contact card / at the back of the class
Stuck in the lift with a woman / taking a trolley of tea / to fortify those extracting DNA / from onions- / when they´re cut in futures / there will be no tears
My presentation is in five parts / to show you what you might have won / -memories I´ve got, an apple, hairs on my legs- /
I thought back in the preparation period / five would be good: a Shakespearean play: / even the problem text would end in marriage
You need to build a critical mass for your virtuous circle
A taxi cramped in the traffic / Moët lights along the flanks / -your conversation, the way you talk- / red lights don´t know the language of honk
My projects don´t follow patterns / or have set objectives / so to conclude: I wasn´t / disheartened when we took / longer than expected

Chris McCabe y la nueva poesía futurista

Desde que estoy fuera de España ando un poco desconectado del panorama poético nacional, de modo que no sé hasta qué punto el cambio tecnológico está afectando a la manera de escribir o leer poesía. Tampoco es un tema que me interese demasiado. Recuerdo haber leído Mester de cibervía, de Vicente Luis Mora (1999) con cierta curiosidad, pero poco más (ahora V. L. M. dirige el Instituto Cervantes de Alburquerque, igual eso tiene que ver con esto). En la disputa, he solido estar más de la parte de creacionistas, cubistas o imagistas que de los futuristas.

Chris McCabe (1977) acaba de publicar su nuevo poemario, Zeppelins, que me ha gustado bastante (excepto la parte política panfletaria, previsible y floja). La poesía de McCabe es compleja y fragmentaria, parece escrita -no solo a causa de los temas- por alguien que se siente a gusto en un mundo conectado y digital. Sin embargo, esto que podría llevar fácilmente al desvarío sin sentido, se ve transformado por una mezcla de conciencia y conocimiento de la tradición literaria que termina enganchando y convenciendo.

Hay mucho de «déjà vu», una especie de repetición posmoderna de las primeras vanguardias del siglo XX (su libro anterior, The Hutton Inquiry tenía un aire a lo Veinte poemas para leer en tranvía de Oliverio Girondo pasado por el espejo imagista del joven Pound). No creo que McCabe llegue a ser el Ezra Pound del siglo XXI, pero aquí dejo un poema de este último libro, «A 98p Voicemail Message to Blaise Cendrars« («Mensaje de voz de 98 peniques a Blaise Cendrars»), leído por el autor y encontrado en YouTube:

https://youtube.com/watch?v=jKahiwVNlhk%26hl%3Des%26fs%3D1%26rel%3D0

Actualización: El texto del poema lo he copiado en los comentarios.

Poesía y ordenadores

Un tema extravagante. Un desarrollo brillante, con la pasión justa, obra del filólogo y excelente blogger W. Gardner Campbell (Mary Washington College, Fredericksburg, Virginia), un tipo raro, empeñado en ver la dimensión poética de la web. Esta fue una charla que dio en The University of British Columbia el 5 de marzo de 2008 y que me ha encantado. No es nada fácil de digerir, pero no hace falta, solo hay que dejarse llevar por la «magia» de Campbell y disfrutar de la forma en que «conecta» ideas aparentemente distantes.

Si tienes un poco de tiempo libre, escúchala y déjate atrapar. Estamos sin duda ante otra de las charlas imprescindibles del año, y van…:

La presenta así:

Emily Dickinson once wrote, “If I read a book [and] it makes my whole body so cold no fire ever can warm me I know that is poetry. If I feel physically as if the top of my head were taken off, I know that is poetry.” Can that experience be true of computing as well? Can the experience of computing reveal metaphors, compelling forms, rhymes, even meter in our encounters with knowledge, virtual worlds, and each other? Do some people resist a deep exploration of computers for the same reason they shy away from poetry? In A Poet’s Guide to Poetry, Mary Kinzie writes, “I believe the craft of writing is actually to entice readers into the same domain as the creative imagination.”
Is there a similar craft of computing, a digital imagination no less creative than the verbal, musical, and artistic varieties we have known for centuries?

I believe the answer to all those questions is ‘yes.’