Esta semana me estoy mudando de despacho, y aprovecho para recordar una ilustración que tengo colgada en el tablón de la oficina, del estupendo ilustrador Hugh MacLeod:
Can an algorithm edit a journal? Can a library exist without books? Can students build and manage their own learning management platforms? Can a conference be held without a program? Can Twitter replace a scholarly society? (…)
In keeping with the spirit of hacking, the book will itself be an exercise in reimagining the edited volume.
Any blog post, video response, or other media created for the volume and tweeted (or tagged) with the hashtag #hackacad will be aggregated at hackingtheacademy.org (submissions should use a secondary tag — #class #society #conf #journal #book #tenure #cv #dept #edtech #library — to designate chapters).
The best pieces will go into the published volume. The volume will also include responses such as blog comments and tweets to individual pieces. If you’ve already written something that you would like included, that’s fine too, just be sure to tweet or tag it (or email us the link to where it’s posted).
Así se presenta el proyecto llevado a cabo por Tom Scheinfeldty Dan Cohen (he querido resaltar algunas ideas) mediante el cual se propusieron escribir y publicar un libro colaborativo sobre «hackear las instituciones académicas» y reconstruir la educación, y lo han conseguido en una semana.
Los capítulos del libro, que han estado abiertos a colaboraciones del 21 al 28 de mayo, son los siguientes:
En NodosELE llevamos ya tiempo tratando muchos de estos temas y este trabajo nos ha llamado la atención principalmente por cómo ha sido elaborado y editado colaborativamente, dando importancia a los medios de comunicación que utilizamos.
Ayer terminó el III Congreso Internacional de FIAPE, del que ya habíamos hablado hace unos días. Han sido tres días de intenso intercambio entre los escasos asistentes -apenas 50 personas en las sesiones plenarias más concurridas, cuando los inscritos superaban los 120, según la organización- y mi impresión ha sido bastante buena, dentro de lo que cabe.
Dejo a continuación el slideshare de mi participación:
Me detendré aquí en un sólo tema, y dejaré otras reflexiones para la Navaja de Ockham, donde también encontraréis enlaces al material que utilizamos en el taller: «Profesor 2.0: nuevos modelos educativos en tiempos de crisis pedagógica«. Lo cierto es que la aceptación del taller y la respuesta de los asistentes fue muy positiva, dentro de la inseguridad que el planteamiento conectivo provoca (tanto entre los no iniciados como entre los «expertos»). Quizá esto explique el fenómeno que me ha parecido reconocer en el Congreso, que en general abunda en la «educasfera», y que podríamos llamar algo así como la «desnaturalización de lo digital».
Y es que parece que lo natural consiste en trabajar según esquemas en los que el protagonista del proceso de aprendizaje es el alumno, que construye -con sus compañeros y la ayuda del profesor- un conocimiento en el aula. O al menos esa es la metodología -a la manera constructivista- en la que la mayoría de los profesores ELE se reconoce.
Sin embargo, a la hora de elaborar actividades 2.0 en la red el «director de orquesta» -metafora de un amigo durante el congreso- es el profesor, que es el que dice cómo, cuándo y porqué se hacen las cosas, que para eso es el pedagogo, el experto que conoce la mejor manera en que sus alumnos deben aprender. Mientras tanto, los músicos replican en la red procedimientos más bien propios de los años 70, rellenando huecos y realizando actividades conductistas diseñadas en Hot Potatoes o en forma de WebQuest. En definitiva, desnaturalizando un espacio -lo digital, la nueva red- donde, mal que a muchos les pese, los alumnos se sienten como pez en el agua…
Quizá todo esto tenga que ver con eso que se ha llamado miedo 2.0, no sé.
Del 23 al 26 de septiembre participaré en el III Congreso Internacional de FIAPE (Federación Internacional de Asociaciones de Profesores de Español), que han decidido subtitular «La enseñanza del español en tiempos de crisis».
El no-taller, titulado «Profesor 2.0: nuevos modelos educativos en tiempos de crisis pedagógica», durará unos 90 minutos, y tiene como objetivo básico discutir el panorama pedagógico actual en ELE, sobre todo lo vinculado con las nuevas tecnologías y lo 2.0.
La tesis, ya la adelanto, es que nos encontramos ante una crisis pedagógica global en la que la mayoría de tendencias, disfrazadas de modernidad dospuntoceril, no hacen sino replicar modelos ya obsoletos que alejan cada vez más el mundo ELE de la realidad. Esta brecha pedagógica, que ha ido creciendo desde mediados de esta década, aumenta conforme lo digital cobra más y más protagonismo en nuestra sociedad, exigiendo a los docentes un replanteamiento de su actividad en conjunto, y no sólo de metodologías concretas en el aula.
Podéis encontrar más información sobre el Congreso en su página, y consultar el programa en su versión web o en pdf.
Como comentaba hace un post, el viernes pasado estuve en la Moodlemoot Euskadi 2009, con Luis Soldevila y José Abellán, compañeros de viaje en hablapalabra, un curso que hemos desarrollado en CTY España a partir de la ecuación Moodle + conectivismo + niños de 10 años. Más tarde me detendré a hablar de la acogida del proyecto. Ahora hablemos de la Moodlemoot en sí.
La Moodlemoot Euskadi 2009 se desarrolló en una sola jornada, en la que se celebraron una conferencia (Anibal de la Torre), 24 talleres simultáneos (en dos salas, con unos 15 minutos por taller) y dos talleres finales, simultáneos también (un underconference para profesores de euskera y un taller de Mahara). A nadie se le escapa que se trata de demasiado contenido para muy poco tiempo (10 horas con cafés y lunch duró el sarao). De hecho, esa fue la única crítica que se puede hacer a la organización que, por lo demás, estuvo impecable. Las estupendas instalaciones (el CRAI de Deusto) ofrecían wifi a mansalva, lo que permitió twittear durante toda la jornada (#mooteu09), y cuando hizo falta, la organización dispuso el material necesario para que los que nos estábamos quedando sin batería en el portátil pudiéramos enchufar nuestros equipos. Un diez.
Ahora bien, cuando me pongo a pensar en los talleres a los que pude asistir, no puedo más que acordarme del debate que se generó paralelamente y vía twitter en el I Encuentro Andaluz de Blogs Educativos: el de herramientas vs. metodologías. Como en el artículo de El País -del que, por cierto, tampoco se ha hablado mucho, con lo pobre que es- podríamos acudir a la manida frase de que los ordenadores no enseñan por sí mismos para decir que Moodle, como código de ceros y unos, no tiene valor ninguno para nosotros los docentes. Y desde mi perspectiva, eso es lo que se olvidó en la Moodlemoot, sobre todo en los talleres de la mañana, donde se supone que íbamos a hablar de pedagogía y no a enseñar nuestras pantallitas de las respectivas aulas virtuales (que, de otro lado, son todas casi iguales).
¿Qué evidencia esto? Pues que la comunidad Moodle que acudió al evento está más preocupada de insertar módulos, temas y tests en sus aulas virtuales que de pensar qué quieren hacer con sus estudiantes y sobre todo, por qué lo quieren hacer así (más allá del manido «aprender compartiendo» que, a la hora de la verdad se convierte en polvora mojada). En definitiva, y aunque se escucharon algunas cosas muy interesantes, parece que la gente iba más a enseñar y ver -los dos de los verbos más usados por Anibal de la Torre durante la conferencia inaugural- que a aprender y mostrar.
El término actividad Ikea hace referencia a todas aquellas actividades pre-fabricadas, que encontramos en la mayoría de los libros que utilizamos en clase. Actividades que son hechas por y para el profesor y que normalmente no tienen en cuenta ni al aprendiente ni el momento presente: unos aprendientes y unas circunstancias concretos y unas características que diferencian lo que significa el aprendizaje en ese momento de otro; porque aprender y por tanto, educar, no significan siempre lo mismo.
En los últimos meses la Web 2.0, los blogs, wikis, podcasts, etc. y todo el debate y la formación de cómo utilizarlos en el mundo educativo han saltado de la red a los manuales. Ya podemos encontrar una parte de los libros de ELE dedicada a cómo utilizar un blog con Blogger o a grabar un podcast, por ejemplo.
Sin embargo, las herramientas que utilizamos en la Web para la educación cambian constantemente y a un ritmo cada vez más rápido. Dentro de poco nadie utilizará blogs ni podcast en sus clases porque aparecerán otras herramientas que se adapten mejor a cómo aprendemos en ese momento concreto. Se ha hecho ya rutina decir que el email, los blogs, incluso la Web 2.0 han muerto.
David Vidal y yo (y otros compañeros, seguro) nos preguntamos qué sentido tiene incluir «tareas 2.0» en libros de texto como si fueran otras actividades más, que se diferencian de las «no 2.0» simplemente porque utilizan internet, y que hay que utilizar porque ya se sabe que nuestros estudiantes las utilizan, porque son unos nativos digitales. A eso llamamos actividad Ikea.
En una actividad Ikea hay un manual con unas largas instrucciones que debemos aprender y seguir obedientemente para llegar a nuestro objetivo: construir una estantería o completar una actividad. Sin embargo, nosotros nos encontramos con un problema, como dijo David: «A mí no me encajan siempre las piezas». Y éste es el resultado:
Necesitamos, por tanto, tareas abiertas, que se diferencien en el enfoque educativo, un enfoque que se adapte a la manera actual de aprender.
Proponemos una vez más eliminar la etiqueta 2.0 y fomentar una educación y una formación de profesores centrada no tanto en las herramientas sino en la manera de aprender, que sí se ve expuesta a modificaciones constantes por los cambios que tienen lugar en la sociedad, sobre todo por la manera de relacionarnos y conectar con la información, el conocimiento y el mundo que nos rodea.
Ayer arrancó en Sevilla la 11ª Edición del Festival Zemos’98, que este año tiene como leitmotiv lo que llaman la Educación Expandida, bajo el impecable eslogan de «La educación puede ocurrir en cualquier momento, en cualquier lugar«.
El Festival resume en su programa de mano (atención, pdf) tantos proyectos que cuesta un poco hacerse una idea clara de cómo funciona, dónde comienza una cosa y dónde termina la otra. Conciertos, talleres, conferencias, intervenciones sonoras,… o lo que es lo mismo, una semana para estar en Sevilla disfrutando del buen tiempo e intercambiando experiencias e impresiones.
De momento me interesan bastante los talleres que tienen que ver con la generación de conocimiento colectivo (¿por qué no conectivo?) de David Gómez y Marcos García y Laura Fernández, y los que ponen en relación proyectos educativos con el entorno en que se producen, como los de Lafundició y Amasté.
Estaremos atentos a cómo se desarrolla el Simposio, sobre todo en lo que incumbe a la educación en relación con las instituciones -el gran reto de la Educación Expandida (¿Educación Conectiva?) en los próximos años- y al lugar del individuo en este maremágnum de colectividad. A ver si este modelo de educación ocurre de una vez «aquí y ahora«, y dejamos atrás la eterna promesa del «de un momento a otro«.
¿Alguien anda por ahí? ¿Alguna crónica desde Sevilla, al margen de las oficiales?
El otro día, repasando lecturas pendientes, me topé de nuevo con Futurelab, una organización sin ánimo de lucro asentada en Bristol y dedicada a la inovación en educación. Lo curioso es que me extraño de que todavía no hubiéramos enlazado con un sitio cuya filosofía se acerca tanto a nosotros.
La idea que dirige el proyecto no es otra que la de intentar expandir el campo de investigación en educación, de cara sobre todo a poner sobre la mesa de debate la gran cantidad de posibilidades que la tecnología nos ofrece -o nos ofrecerá. En otras palabras
to have a surplus of potential ideas, vision and plans so that we have a range of strategies to draw on when we face the serious educational challenges that social, economic and technical change presents us with.
Es más que probable que la mayoría de los cambios que se prevén ni siquiera vean la luz en las aulas -de ahí ese superplus de ideas-, pero es más que necesario enfrentarse a lo que pueda venir, antes que quedarnos en lo que hay. De otro lado, como ellos mismos comentan, la educación seguirá siendo siempre la Cenicienta de la tecnología… se siguen haciendo Webquest cuando las Redes Sociales están en pleno auge…
We need to understand what may be emerging, explore its implications for education, and understand how best we might harness these changes. (…) Without this early engagement we also risk desingning educatonal practices and approaches that will be rendered obsolete and anachonistic in the context of new human capabilities.
Así que ya sabéis, a bucear en la biblioteca de Futurelab para intentar cambiar las cosas. Es decir, siguiendo a Douglas Adams: «the best way to predict the future is to build it«.
La verdad es que, aunque me enteré del seminario pocas horas antes de que comenzara (y vía twitter -gracias @carlaarena-), esperaba ansioso ver qué se iba a decir sobre el asunto. Y es que visto que lo de los portafolios y e-portfolios no termina de cuajar en las aulas, está claro que hay que buscar alternativas para ver qué se hace. Con este panorama, y el respaldo de la web como repositorio de material, la necesidad de un espacio que nos sirva para hacernos una idea clara de qué y cómo está desarrollándose una persona en un momento determinado está clarísima. Ya nos hablaban de ello Francisco Herrera y Victoria Castrillejoen el último LdeLengua, a raíz de las aplicaciones lifestream. Ahora bien, ¿está tan claro el asunto como lo planteaba Lola ayer? ¿Son realmente útiles los PLE? ¿Cuáles son los principales inconvenientes?
Parece claro que un PLE no podrá entenderse NUNCA en el marco de una institución educativa. El constreñimiento al que terminan sometidos los estudiantes terminaría por repercutir en los supuestos PLEs, que acabarían por amoldarse a modelos estandarizados que poco tienen que ver con lo que se supone que es un PLE: algo individualizado, contextualizado, vivo y dinámico.
De otro lado, no es menos cierto que los PLE no tienen sentido si se convierten en un requisito para otra cosa… por ejemplo para promocionar de curso. El mismo Scott Wilson reconocía en la sesión que no se puede obligar a nadie a involucrarse en un PLE, ni a profesores ni a alumnos. ¿Cuál es la solución entonces? Pues fácil: si quieres que el PLE se convierta en una herramienta eficaz, forget the school.
En esta situación, además, la evaluación pierde todo su sentido. ¿Cómo evaluar un entorno? ¿Cómo evaluar las relaciones de una persona? Lo único que podríamos evaluar, en todo caso, serían los hábitos que desarrollan los habitantes ese entorno lo que, de otro lado, parece un poco arriesgado si no cambiamos lo que tradicionalmente se entiende por evaluar…
Así que, en resumidas cuentas, casi prefiero que se quede la cosa como está. PLEs off. Mejor un mundo sin PLE institucionalizado que vivir una farsa al compás del decreto ley de turno. Al fin y al cabo, todos tenemos nuestro propio entorno de aprendizaje sin que nadie haya tenido que venir a ponerlo sobre la mesa, ¿no? O eso o que se abandone el modelo de educación basado en escuelas (privadas, públicas, da igual…) ¿O tú piensas otra cosa? ¿Deberían regularse de alguna manera los PLEs? ¿Es posible controlar un PLE?
Si en lo que a herramientas 2.0 decíamos que había sequía, lo contrario ocurre con el mundo del hardware. Ya lo adelantaba Francisco Herrera aquí mismo hace nueve meses. El Asus Eee PC iba a dar que hablar este año, incluso mucho más que el iPhone 3G. La profecía se cumple al dedillo, y no sólo los Asus están ya por todas partes, sino que además otras marcas siguen la tendencia y lanzan al mercado sus propias versiones de minilaptops. De momento, el modelo Eee PC 901 se lleva el Stuff’s gadget of the year. ¿Destacará algo más antes de que acabe 2008?
Es más que un capricho de geek, y evidencia que el individuo también puede marcar tendencia, eligiendo equipos de manera inteligente, adecuados a sus necesidades conectivas. Eso de mi disco duro es más grande que el tuyo ya no se lleva…
Ahora a ver qué pasa en el mundo de la educación… ¿Dejarán los niños de llevar libros al colegio? ¿Qué pasará con los fabricantes de mochila con carrito? ¿Y cómo afrontaremos los profesores este cambio?