La universidad española -con las lógicas excepciones- funciona de un modo que no le permite avanzar en la excelencia, y que hace que no tenga el peso que debería en la escena internacional. La peripecia personal del profesor Penalva, inmediatamente sancionado y expedientado, explica en buena parte dicha anomalía.
Esta entrevista es de ayer. Como universitario, no me sorprende nada de lo que se cuenta, pero puede ser esclarecedora para los que no conozcan esos ambientes. En España, ser un buen profesor suele pagarse en forma de acoso, expedientes y sanciones, verdaderas medallas a la excelencia educativa en la situación actual, frente a los controles de un poder cada vez más ciego y estandarizador.
Diane Ravitchno es una persona irrelevante. Ha sido una de las responsables de implementar las políticas educativas en EEUU durante las presidencias de Bush y Clinton, en especial por lo que se refiere a la «accountability», es decir, el uso sistemático de evaluaciones que midan la «calidad» educativa («total quality management»).
la idea de evaluar el sistema educativo ha fracasado.
la evaluación del desempeño en el ámbito educativo se ha convertido en un fin en sí mismo.
evaluar la escuela es «mecanicista, contrario a la ética y contrario a la educación».
la calidad de las escuelas ha caído debido a la existencia de los sistemas de evaluación, con su legión de pedagogos e inspectores.
la «evaluación objetiva» no existe, no es posible un «barómetro» educativo.
En definitiva: la evaluación se está cargando la educación de las nuevas generaciones. Aquí tenemos a una de las máximas responsables en diseñar el sistema educativo norteamericano entre 1997 y 2004, entonando el «mea culpa» a través de libros, conferencias, artículos y en el blog Bridging differences.
Si bien no cree en recetas mágicas, considera que, al menos, hay tres medidas necesarias:
la escuela no es un lugar que debe enseñar a pensar, es decir, no es un lugar para la represión del conocimiento, y no es un lugar para domesticar en lo políticamente correcto. La escuela debe ser un espacio de aprendizaje y de libertad, no de evaluación punitiva.
se debe acabar con los cuerpos de «expertos», pedagogos e inspectores, es decir, con los policías de la evaluación que contribuyen a «undermining» (destruir los cimientos, socavar) la educación.
que el profesor dedique su tiempo a cultivar el conocimiento, en vez de estar pensando en cómo pasar el test de evaluación, del que dependen su sueldo, prestigio e incluso su propia vida.
Viniendo de alguien que ha participado en el montaje del mecanismo, no estaría mal tenerlos en cuenta.
Llega el verano y los cursos de verano. No sé cómo funcionan ahora, pero en mi época de estudiante los usaba para pasar las vacaciones gratis, ya que a los repelentes gafotas cuatro ojos que teníamos buenos expedientes académicos nos daban alojamiento y matrícula gratis. No me habría podido permitir pasar dos meses de vacaciones en El Escorial, Santander, Aguadulce, Baeza, Laredo etc. A veces en los cursos había alguna cosa interesante, pero vamos que eso.
En fin, me dejo de batallitas, por desgracia ya demasiado lejanas, para recomendar un curso de verano que tengo la seguridad de que merece la pena por sí mismo: «Aprendizajes invisibles: hibridaciones entre el aprendizaje formal, informal y la serendipia» (Málaga, UNIA, 4-6 julio 2011). Pasar tres días con Cristóbal Cobo, John Moravec y Hugo Pardo Kuklinski por 90 euros es un lujo que merece la pena. Y, por lo que veo, los estudiantes pueden pedir beca (lo que parece que no ha cambiado es el papeleo kafkiano de la rancia administración de nuestro país).
El lunes 4 de julio, Cristóbal Cobo se mete una sesión maratoniana de «aprendizaje invisible» muy completa. El martes, Moravec diserta como los buenos, en plan guru visionario, pero de los que saben lo que dice. Y el miércoles llega Pardo Kuklinski a rematar la faena. El tema de su intervención me parece muy interesante (la universidad y las marcas blancas), pero me suena a endogámico, más hecho pensando en los organizadores del curso que en el público asistente. Hubiera sido más acorde con el título del curso que se hablara de serendipia, un concepto que personalmente cada vez me parece más importante en términos educativos.
Richard Aslin (University of Rochester) ha publicado un estudio sobre la importancia de los sonidos y pausas valorativas en el aprendizaje de una lengua; es decir, los típicos: «eh», «hum», «esto», «ah», etc. Hay una entrevista muy esclarecedora en la revista New Scientist.
Aunque el estudio se centra en los beneficios para el aprendizaje de los niños, me parece que viene a reforzar algo que los profesores de ELE ya sabíamos a la hora de valorar la fluidez comunicativa (hasta en el DELE queda reflejado adecuadamente). Las pausas y sonidos de transición son estrategias para la adquisición de nuevo vocabulario, y para la elección o reformulación de la forma mejor en cada circunstancia. El experimento de la llave inglesa y el plátano es simple pero convincente.
Concluye Aslin:
Parents shouldn’t worry about modest levels «ums» and «ers» in what they say to their children. Disfluencies have a benefit. They help your child to learn language.
La relación entre futbolistas y lenguas es apasionante. Al tratarse de gente del común que sabe darle patadas a un balón y que suele llevar una vida nómada, de país en país, son una fuente inagotable de reflexiones sobre el tema (que yo sepa, poco estudiado).
La última es la que ha liado Fabio Capello, el italiano que hace ahora de seleccionador de Inglaterra.
Si ya era curiosísima su relación con la lengua inglesa, ha terminado de liarla parda con estas declaraciones (por cierto, un ejemplo perfecto de esa preciosa lengua que se llama globish):
I think when I speak with the players they understand everything. I think in this job, it’s important when you speak with the players.
If I need to speak about the economy or other things, I can’t speak. But when you speak about tactics, you don’t use a lot of words.
I don’t have to speak about a lot of different things. Maximum 100 words.
Esto último es lo que ha montado el pollo. La prensa británica se lo ha tomado de todos los colores. El estirado The Independent hace un análisis serio sobre la arriesgada afirmación léxica del «macarroni». Por su parte, la BBC incluye en su artículo una lista con las 100 palabras más frecuentes del inglés, para uso de Capello y sus muchachos (la primera es «the» y la última es «us»; supongo que a eso se le llama «humor británico», aunque en Granada lo conocemos como «malafollá»).
The Guardian aprovecha para publicar unas «Language lessons with Fabio Capello», que incluyen de paso una lista con las 100 palabras imprescindibles para un profesor:
El tabloide The Sun también le saca punta al tema y afirma que, para lo que gana, cada palabra del «míster» le cuesta al contribuyente inglés 60.000 libras esterlinas. Además, proponen una posible «lista de Capello», con las siguientes 100 palabras, que nos divertirán especialmente a los aficionados al fútbol:
Y no menos desopilante (al menos yo me he tirado por los suelos; «desopilante» es algo así como «muy divertido», lo digo para los que vengan de la LOGSE) es el artículo del Daily Star, que va con video incluído y una recopilación de mejores momentos.
La verdad es que Fabio Capello habla un globish magnífico y muy bonito, pero eso de que con 100 palabras se entiende sin problemas está siendo el «polverone» lingüístico de estos días en Gran Bretaña. Y en Italia…
Ahora que entramos en la era del español global, lo que implica un desplazamiento desde la gramática hacia el léxico, viene muy a pelo retomar la reflexión sobre el tema.
[Una persona, para expresarse] usa tres o cuatro mil [palabras], nada más
Explico en el libro que si alguien va por el campo, ve una hierba, consulta un libro de botánica y no viene, no se le ocurre decir que esa hierba no existe, sino que esa hierba no está en su libro de botánica. Nadie puede decir a un hispanoparlante «esta palabra no existe». Se puede decir que no está en el diccionario… pero la culpa no la tengo yo por usar la palabra sino el diccionario por no reflejar bien el léxico. Mucha gente cree que el diccionario de la RAE es como los mandamientos de la ley mosaica y que si los incumples vas al infierno.
[Me gusta la Wikipedia]. Es una enciclopedia y hay que tener en cuenta que es muy desigual según lenguas y artículos. La wiki alemana es generalmente impecable, la inglesa también. La tercera que se hizo fue la catalana y se ha quedado un poco corta. La española es muy desigual, con artículos muy buenos y otros que no…
Muchos españoles creen que el diccionario de la RAE es el mejor que hay, pues bien, es exactamente el peor. Es peor comparado con el equivalente francés, italiano, portugués, alemán, inglés…
Hay un párrafo que me parece que deja las cosas bien claras en cuanto a la relación entre nueva red y sistema educativo (en este post la foto de arriba es importante, porque visualiza lo que está haciendo el sistema educativo con las nuevas tecnologías):
Schools that emerged at the advent of the 21st century were, in a sense, victims of the success of the prior generation’s technology, and found it very difficult to adapt to new models of information production and exchange sparked by the Internet. Technological developments later in the century, such as computing and digital media, provided a level of individualization that ran directly counter to the mass-production technologies from earlier in the century.
The new information technologies that have been easiest to adapt to prior industrial models, such as standardized testing, have made the most headway into established school practices. The technologies that called on schools to alter the basic classroom relationships between teaching, learning and curriculum have met with the most difficulty.
The conclusion we want to draw is that schooling and technology are not necessarily opposed, but instead are necessarily related. When considered over time, we can see the effects of institutional resistance are a consequence of the embrace of prior technologies, rather than a simple opposition of stodgy old schools to hot new technologies
Me parece una reflexión que se ha hecho poco hasta ahora y que da en el clavo: no hay una resistencia a las nuevas tecnologías; simplemente, la tradición educativa en la que se vive es incompatible con el nuevo horizonte real de comunicación. Se trata de la constatación de un hecho, nada más.
Uno es PC, el otro Mac; uno es analógico, el otro digital. La brecha será cada vez mayor y no sabemos hacia dónde derivará. Una cosa está clara, vivimos tiempos apasionantes en el mundo educativo.
Ulrike Reinhard aprovechó la reciente TEDxNYED para hacerle 14 preguntas a George Siemens sobre el futuro del sistema educativo.
Tiene interés porque se tratan temas muy variados de forma sintética, de modo he creado una lista de reproducción con la entevista completa (40 minutos; el sonido no es muy bueno al principio pero mejora pronto). Este es el guión:
1. George Siemens se etiqueta a sí mismo en 5 palabras (0:45)
2. Su vida en menos de 3 minutos (1:52)
3. Cómo podemos afrontar los desafíos educativos digitales (6:03)
4. Un modelo estructurado no se ajusta a las necesidades ni de los estudiantes ni de los profesores (2:02)
5. ¿Es urgente el cambio? (3:16)
6. Impacto de las herramientas digitales en el comportamiento social de los chicos (3:30)
7. ¿Es posible hacer amigos en la red? (1:20)
8. ¿Qué destrezas adquieren los chicos con el uso de internet? (1:42)
9. Tecnología, teoría y filosofía. Redes y conexiones (7:52)
10. "Connetivism and Connective Knowledge" (CCK). Un experimento (2:52)
11. Qué le sorprendió más del experimento CCK (1:39)
12. ¿CCK es el futuro del aprendizaje? (1:31)
13. ¿Las escuelas como espacios físicos están obsoletas? (1:50)
14. Cómo transformar el sistema educativo en un entorno descentralizado (1:41)
El pasado 25 de febrero se publicó en El País una entrevista a Roger Schank, experto en Inteligencia Artifical y profesor en Yale y Standford. Schank, como en otras ocasiones, habla de Tecnología y Educación y aboga por un drástico cambio educativo basado en la idea de una educación práctica, la de «aprender haciendo», es decir, «learning by doing».
En su página web, Schank explica que hay dos aspectos fundamentales que cambiar en la educación: qué enseñar y cómo enseñar.
La fórmula del profesor que da la clase magistral y los alumnos hacen exámenes no funciona. Deberíamos aprender como cuando éramos pequeños: nuestros padres no nos sentaron en una mesa y nos dijeron que nos iban a enseñar a hablar, que eso era la gramática y lo otro, el vocabulario. No. El niño habla y, cuando se equivoca, sus padres le van corrigiendo. Aprendemos conversando con los niños, usando el lenguaje.
En la entrevista, le preguntan cómo pueden los ordenadores ayudar al «aprender haciendo»:
Con simulaciones más o menos elaboradas que presenten situaciones reales: tenemos este problema, cómo podría resolverse. Ni tan sólo necesitas un ordenador para esto, aunque lo facilita, ya que te permite trabajar con personas que no están en tu misma habitación. El auténtico cambio es cómo se enseña, no los instrumentos.
¿A qué se refiere Schank con esas simulaciones? ¿Es realmente necesario crear simulaciones cuando ya tenemos infinidad de situaciones reales?
Entrevista de Eduardo Punset a Roger Schank hablando sobre crisis educativa en Redes:
A Richard Gatarski lo conocimos David Vidal y yo en Utrecht hace un par de años. Nos gustó mucho su intervención en el IPON 2008 (una especie de Educared holandesa) y mantuvimos una charla que grabamos malamente con un móvil.
En Estocolmo me lo he encontrado un par de veces y en noviembre leí una entrevista que le hacían en la revista Lära Stockholm que me dejó un sabor agridulce. La entrevista la hemos traducido del sueco yo mismo y Juan Manuel Higuera (Universidad de Dalarna) y la publicamos aquí:
En buena parte se tratan temas locales que atañen al sistema educativo sueco, pero hay algunos puntos de interés general. Puede servir para comparar (en cierto modo) el sistema sueco con el español -algo que a Juanma y a a mí nos interesa por cuestiones de trabajo. Destaco 2 temas:
Aunque es verdad que Gatarski se refiere a los profesores como personas que deben estar abiertas a lo nuevo y en contacto con la cultura de su entorno, creo que se equivoca cuando pone el énfasis en el equipamiento informático y no en el desarrollo de la competencia digital. Y más en un país como Suecia en el que la conexión a la red es prácticamente universal.
No me convence del todo la forma en que integra educación y empresa, ni la forma en que maneja el concepto de marca escolar, a pesar de que concuerdo con él cuando le da importancia a la generación de un perfil reconocible (frente a los que piensan que con anuncios se «captan» estudiantes). Con todo, estoy mucho más de acuerdo con las ideas de Hugo Pardo Kuklinski cuando habla de «marcas blancas» educativas y de geekonomía.
En el futuro espero postear más cosas sobre la educación y la enseñanza de lenguas extranjeras en Suecia.