A Richard Gatarski lo conocimos David Vidal y yo en Utrecht hace un par de años. Nos gustó mucho su intervención en el IPON 2008 (una especie de Educared holandesa) y mantuvimos una charla que grabamos malamente con un móvil.
En Estocolmo me lo he encontrado un par de veces y en noviembre leí una entrevista que le hacían en la revista Lära Stockholm que me dejó un sabor agridulce. La entrevista la hemos traducido del sueco yo mismo y Juan Manuel Higuera (Universidad de Dalarna) y la publicamos aquí:
En buena parte se tratan temas locales que atañen al sistema educativo sueco, pero hay algunos puntos de interés general. Puede servir para comparar (en cierto modo) el sistema sueco con el español -algo que a Juanma y a a mí nos interesa por cuestiones de trabajo. Destaco 2 temas:
Aunque es verdad que Gatarski se refiere a los profesores como personas que deben estar abiertas a lo nuevo y en contacto con la cultura de su entorno, creo que se equivoca cuando pone el énfasis en el equipamiento informático y no en el desarrollo de la competencia digital. Y más en un país como Suecia en el que la conexión a la red es prácticamente universal.
No me convence del todo la forma en que integra educación y empresa, ni la forma en que maneja el concepto de marca escolar, a pesar de que concuerdo con él cuando le da importancia a la generación de un perfil reconocible (frente a los que piensan que con anuncios se «captan» estudiantes). Con todo, estoy mucho más de acuerdo con las ideas de Hugo Pardo Kuklinski cuando habla de «marcas blancas» educativas y de geekonomía.
En el futuro espero postear más cosas sobre la educación y la enseñanza de lenguas extranjeras en Suecia.
Basándose en su experiencia a partir de los dos cursos CCKB que ha conducido con Stephen Downes, Georges Siemens acaba de proponer en «Teaching in Social and Technological Networks»7 roles que un profesor podría desempeñar en un entorno de aprendizaje en red.
El post está muy trabajado, de modo que lo mejor es leerlo entero en su versión original. Haré solo un tosco resumen de los 7 papeles propuestos:
1. Amplificar
2. Intermediar
3. Señalizar y crear sentido socialmente
4. Agregar
5. Filtrar
6. Modelar
7. Presencia continua
1. Amplificar. Pone como ejemplo la opción de «retwittear» (RT) de Twitter. Es lo que he hecho yo con el tweet de @gsiemens en el que aparece el enlace a esta entrada; me ha parecido interesante y lo he retwitteado a mis «seguidores». Cada RT amplifica el mensaje. De esta forma, un mensaje puede llegar a cientos de personas a través de sucesivos RT, ya que cada RT amplifica el mensaje.
En una red, un profesor es un nodo más, pero lo más probable es que sea uno de los nodos más importantes en la red de un estudiante, de modo que los pensamientos, ideas o mensajes que el profesor amplifique, van a tener mayor visibilidad entre los nodos de la red de aprendizaje.
2. Intermediar. El profesor puede resaltar determinados temas para que los estudiantes se topen con ellos continuamente. No se trata de decir «tienes que saber esto» sino de que los temas importantes estén presentes en el diálogo con los estudiantes, en los comentarios sobre las entradas de blog, en los debates en clase, y en las reflexiones personales. A medida que los estudiantes desarrollen sus propias redes de conocimiento, irá tomando sentido el papel de intermediación del profesor, ya que el aprendiz podrá entender mejor los artilugios conceptuales a partir de su eco.
3. Señalizar y crear sentido socialmente. ¿Cómo se encuentra el sentido en un entorno de información compleja? ¿Cómo encontrar el camino propio en un entorno lleno de ideas confusas y contradictorias? Ser capaces de construir sentido en entornos complejos, fragmentados y distribuidos es muy importante. El profesor puede implementar la capacidad del alumno para encontrar su camino ejerciendo de señalizador, un concepto que toma de Darken. Siemens le da a este punto -señalizar la creación de sentido- un carácter «social», basándose en la capacidad del aprendiz para integrar nodos críticos dentro de su propia red personal:
The network becomes a cognitive agent in this instance – helping the learner to make sense of complex subject areas by relying not only on her own reading and resource exploration, but by permitting her social network to filter resources and draw attention to important topics.
4. Agregar. Todo lo que tiene que ver con el pegamento de la RSS ha evolucionado poco, quizá porque estaba muy bien diseñado. Pageflakes, iGoogle y Netvibes han estabilizado en gran medida la innovación en este campo. Ahí nos movemos. Sin embargo, Siemens espera que pronto aparezcan servicios «inteligentes», es decir, herramientas que agreguen a través del reconocimiento de patrones, revelando el contenido y la estructura de la conversación para, por ejemplo, que la estructura de un curso vaya emergiendo con su desarrollo, no a priori:
Instead of creating a structure of the course in advance of the students starting (the current model), course structure emerges through numerous fragmented interactions.
5. Filtrar. La construcción de sentido y la agregación ya son formas de filtrar la información. Pero en este punto se trata de reforzar el papel de experto del profesor. Los profesores sabemos dónde puede tropezar el estudiante, por eso podemos actuar de filtros:
Filtering can be done in explicit ways – such as selecting readings around course topics – or in less obvious ways – such as writing summary blog posts around topics. Learning is an eliminative process. By determining what doesn’t belong, a learner develops and focuses his understanding of a topic. The teacher assists in the process by providing one stream of filtered information. The student is then faced with making nuanced selections based on the multiple information streams he encounters. The singular filter of the teacher has morphed into numerous information streams, each filtered according to different perspectives and world views.
6. Modelar. Esta es una obsesión de Downes: «To teach is to model and to demonstrate. To learn is to practice and to reflect”. «Modelar» no tiene que ver con el conocimiento necesario para trabajar de carpintero sino con el proceso por el que alguien «se convierte» en carpintero.
7. Presencia continua. Un educador tiene que existir online, tiene que estar presente en espacios en los que pueda expresarse y ser descubierto: un blog, un perfil en una red social, Twitter, o una combinación de todo ello. Sin una identidad virtual un profesor no puede conectar con otros, no puede conocer ni ser conocido:
To teach well in networks – to weave a narrative of coherence with learners – requires a point of presence. As a course progresses, the teacher provides summary comments, synthesizes discussions, provides critical perspectives, and directs learners to resources they may not have encountered before. In CCK08/09, we used The Daily, the connectivism blog, elearnspace, OLDaily, Twitter, Facebook, Ning, Second Life, and numerous other tools to connect with learners.
Este retrato del profesor en red me parece que se corresponde bien con la realidad, al menos con mi trabajo como profesor en entornos educativos no reglados, a pesar de los obstáculos que uno siempre encuentra en las instituciones. Y efectivamente, por ninguna parte aparecen las palabras «evaluación» o «control».
A través de Facebook he conocido Face to Face. Un cortometraje sobre la desconexión (noviembre 2009), dirigido por el argentino Max Coronel. La tesis de la obra es clara: «las redes sociales como Facebook muchas veces nos desconectan de la realidad y nos alejan de las relaciones cara a cara«:
En mi opinión, se trata de una nueva versión de un argumento tan trillado como falso -el mito del «buen salvaje» en clave tecnofóbica. En este juego de interfaces en que se ha convertido nuestra vida -si es que alguna vez la vida no fue un manejo de interfaces-, plantear de este modo la dicotomía mundo real/mundo digital resulta pueril.
A este corto le pasa como a esas películas que están muy bien hasta que llegan los minutos finales con su pasteloso y obligatorio «happy end». Y eso que el valor de Face to Face radica precisamente en la forma en que relaciona las interfaces real y digital; en eso, este corto es una buena idea (aunque plana).
Otro argentino, Jorge Luis Borges -de quien últimamente se han publicado algunos libros de título atractivo y lectura decepcionante que lo consideran precursor de internet (está por escribirse el estudio que relacione en serio a Borges con la web 2.0)- refuta esta falsa controversia real/virtual en «Borges y yo».
En uno de los epígrafes del libro, el autor contrapone las figuras del profesor como científico y como artista: «Scientist versus Artist» (pp 107-108). La traducción me ha quedado un poco demasiado «lírica» -ya la puliré más adelante:
La pregunta importante cuando tratamos de conocimiento y educación es: “¿Hay pruebas evidentes de eso?”. La evidencia en este caso se define casi siempre de un modo empírico (científicamente). ¿Cuál es el Beneficio de la Inversión (BDI)? ¿Dónde quedan la magia y la belleza? La evaluación empírica del conocimiento, ¿es la única opción de que disponemos?
Es importante comprender y evaluar el impacto de la formación y el aprendizaje, pero la evaluación debe ir más allá de un simple cálculo económico. Desgraciadamente, son los “científicos del aprendizaje” los que llevan la voz cantante en el terreno educativo. A los artistas no se les escucha.
El papel de los científicos es el de determinar los mejores enfoques de los descubrimientos en el campo del conocimiento, la creación, y la diseminación (mediante investigaciones empíricas y análisis cuantitativos y cualitativos). ¿Cuál es el papel del artista (o, en un sentido más amplio, de la creatividad) en el terreno de la educación?
El artista es el individuo que sabe ver la magia en el aprendizaje. Los artistas no saben exactamente porqué funciona bien algo, pero son capaces de constatar (e incluso, sentir) que los aprendientes están cambiando, creciendo y desarrollándose. El artista del aprendizaje encuentra la belleza en el diálogo, en la interacción, en las conexiones que se forman entre lo que se conoce y lo que se está empezando a conocer. El artista ve (y acepta) la belleza del azar y de la incertidumbre, y valora el aprendizaje como proceso y como producto. Mediante la creación de un entorno de aprendizaje, el artista esparce la magia del aprendizaje por todos los espacios del lienzo de la vida. Usa las herramientas como pinceles para crear el deseado cuadro del aprendizaje.
Necesitamos las voces de los artistas y de los científicos. Ninguno de los dos es necesariamente mejor que el otro. En algunos casos, un asunto requiere una evaluación y un método claramente definidos, un modelo científico. En otros casos (especialmente cuando lo que se persigue es la innovación y la creatividad), se hace necesario el deseo de belleza en el aprendizaje creado por el artista. Ambos, en equilibrio y a través del desempeño de tareas apropiadas, son necesarios para compartir aprendizaje y conocimiento”
Diría que quien no es capaz de ver el componente de azar, belleza, creatividad e innovación del aprendizaje, no se ha enterado de nada. Por desgracia, en nuestra profesión, es un tipo que abunda.
El 31 de Agosto de 2007 Nodos_ele publicó la primera entrada de este blog (entonces alojado en blogger). En ella publicábamos un documento que resumía las razones por las que cinco personas que sólo se conocían a través de twitter decidían ponerse a colaborar en un proyecto común. Aquello vino a llamarse, algo provocativamente, el Manifiesto Nodos_ELE. Entonces sonaba extraño, y hubo quien incluso receló de que se estableciera un grupo de trabajo con aquellas particulares características… Ahora es algo normal y son muchos los grupos que siguen un modus operandi similar, normalizada la situación en la blogosfera ele, sobre todo a la sombra del CCK08.
Hoy, un año y algo después, el grupo ha crecido y ha encontrado apoyos, colaboraciones y amistades por (casi) todo el mundo. Nos hemos embarcado en programas de formación docente en nuevas tecnologías y Web 2.0, trabajamos en proyectos divulgativos, hacemos experimentos, y sobre todo seguimos reflexionando tanto en el seno del grupo como fuera de él, de la manera más natural. No hacemos sino lo mismo que hacíamos entonces, explotar esa identidad esquizoide que nos hace trabajar a cada uno por nuestro lado sabiendo que contribuimos a una visión común de lo que debería ser la enseñanza de lenguas en el siglo XXI.
Eso sí, el proyecto ha lavado su cara. Ahora disponemos de un servidor propio, estamos remodelando la estructura del blog, y hemos introducido una página de inicio que servirá de brújula para navegantes, siguiendo los pasos de cada uno de los integrantes actuales.
Pero vamos, que en el fondo esto sigue siendo lo mismo.
La capacidad de George Siemens de generar nuevas y brillantes ideas parece no tener fin, hasta el punto de que lo considero uno de los pensadores en materia educativa más importantes de nuestro tiempo. Acabo de escuchar fascinado su presentación sobre cómo sería «A World Without Courses», que ha causado cierto revuelo en la blogosfera educativa.
Una de las cosas que caracterizan al Grupo Nodos ELE es su carácter informal y la forma en que intentamos experimentar con nuevos formatos, como hicimos en el «no taller» de Barcelona de diciembre pasado. Este espíritu es parte del grupo. Sin embargo, el aprendizaje informal, presencial o en red, suele encontrar el escollo de que los cursos están pensados como forma de acreditación y engorde curricular, independientemente de que aporten poco o nada al aprendizaje. En este sentido, Siemens ofrece dos alternativas en un hipotético «mundo sin cursos»: «reputation points» y «referral systems» – me refiero a la diapositiva 21 de «A World Without Courses».
Si no entiendo mal, la «reputación por puntos» se obtendría a través de la propia lógica del mercado, igual que marcas como Sony o Apple han conseguido una sólida reputación en su línea de productos, o del mismo modo que en Amazon hay tiendas que están mejor valoradas que otras. En el caso del «sistema de referencias» sería como cuando compramos un libro en Amazon y vemos eso de que «las personas que han comprado tu libro han comprado también este otro». A través de estos mecanismos se crearía un sistema de acreditación sólido y flexible basado en la capacidad del individuo según distintas áreas de conocimiento y conexión.
La charla de Siemens es inmensamente más rica y compleja al hablar de aprendizaje informal (en este post tan solo he comentado un punto de la misma), aunque me imagino que su impacto inmediato será pequeño; cursos, seminarios y talleres seguirán aburriéndonos durante mucho tiempo. Pero me parece que una vez más ha dado en el blanco. Estoy seguro de que ya habrá quien ha tomado nota de las visionarias propuestas del profesor de Manitoba.
Este es el término que acaba de recuperar George Siemens para contraponer al concepto tradicional de «inteligencia colectiva». Lo ha hecho en otra de sus entradas magistrales:
Todo procede de una incomodidad: «No me siento cómodo con el término «inteligencia colectiva», prefiero la noción de «inteligencia conectiva».
De ahí nació un primer esbozo de explicación, que traduzco a grandes rasgos:
«Derrick de Kerckhove ya exploró el concepto [de «inteligencia colectiva»] en 1997, mucho antes de que dispusiéramos de las herramientas colaborativas de que disponemos hoy. James Surowiecki trató sobre un concepto parecido en «Wisdom of the Crowds» [n. b. lamentablemente traducido al español]. El libro de Surowiecki suele ser malinterpretado. El énfasis lo pone en que la gente no piensa junta para llegar a determinadas conclusiones, sino que más bien cada uno de nosotros piensa por su cuenta y obtiene valor colaborativo de la conexión y la combinación de ideas. Cada persona conserva su propia identidad y sus propias ideas, que toman forma y se ven influídas por las aportaciones de los otros. Todo esto está relacionado en cierto modo con la discusión de Stephen Downes sobre «grupos contra redes» (groups vs. networks). Lo que está en juego en este debate (Surowiecki, Downes, de Kerchove) es la forma en que percibimos lo individual en un mundo en que cada vez se valora más lo colaborativo/colectivo. Cuando hablamos de «inteligencia colectiva» damos prioridad a lo colectivo. Si hablamos de «inteligencia conectiva» colocamos al individuo [individual node] en primer plano.
La distinción entre inteligencia colectiva y conectiva puede no parecer muy relevante para algunos. Sin embargo, a medida que vayamos trabajando colaborativamente cada vez más, me parece que esta distinción será de vital importancia. Por razones de motivación, autoconfianza y satisfacción, es fundamental que podamos preservar nuestro yo y nuestras ideas a la hora de colaborar con los demás. La inteligencia conectiva permite eso. La inteligencia colectiva termina borrando [over-writing] la identidad individual».
Creo que el concepto de «inteligencia conectiva» hará fortuna, ya que nos ayuda a reorientar el trabajo colaborativo. Por el momento, el propio Siemens lo ha reelaborado en forma más sistemática y compleja en Connectivism Blog: «Collective or Connective Intelligence?». Sin duda, otro de los posts del año.
Conocí a Ismael Peña-López a través de un artículo que siempre recomendamos en Nodos ELE: «El Profesor 2.0: docencia e investigación desde la Red» (2006). Peña-López trabaja en la UOC y mantiene ICTlogy, un «personal research portal» mayormente en inglés, en el que destacaría un blog activo y estimulante, y una bibliografía muy completa.
Sobre este asunto de los portales personales acaba de publicar «El portal personal del profesor: El claustro virtual o la red tras las aulas» [pdf], un artículo que me parece muy oportuno y que incide en un tema sobre el que llevo años intentando llamar la atención, la importancia que tiene para un profesor decidir su identidad en la red y, por tanto, cómo quiere participar a la hora de «tejer su propia comunidad de colegas, compartir materiales, intercambiar experiencias o proponer dudas al resto de profesionales del sector». El prototipo de portal personal 2.0 que propone Peña-López consta de:
Un blog, donde escribir noticias, reflexiones y, al fin y al cabo, la mayoría de ese conocimiento flujo que emana de las lecturas, resultados de la experimentación en la docencia e hipótesis. WordPress debería bastar tanto para las páginas estáticas como para el blog.
Un blogroll, entendido como un libro de lecturas vivo para el profesor, así como una bibliografía de bookmarks dinámica para la comunidad
Un wiki, donde guardar el conocimiento stock, con la posibilidad de que evolucione con el tiempo y con la colaboración de terceras partes. Para el wiki, Mediawiki. Si la colaboración se quiere hacer a través de foros, phpBB.
Un gestor bibliográfico, con acceso en línea para todas las referencias. Refbase o BibCiter se ajustan a nuestras necesidades: ambas se basan en tecnología web y disponen de salida RSS.
Un repositorio personal con el fin de archivar recursos educativos propios o ajenos. Para hacerlo al estilo OpenCourseWare seguramente la mejor apuesta es eduCommons, aunque DSpace es sin duda otro gran activo.
Otras herramientas del estilo de herramientas de bookmarking social, archivos de ficheros (imagen, sonido, video), etc.
Feeds RSS, “el pegamento” (Kalz, 2005), para todas y cada una de las páginas dinámicas
Entiendo que se trata de un paquete básico adaptable a cada caso concreto, y que desde luego podría implementarse igualmente -con un poco de imaginación- a través de herramientas web-based, para los que no somos informáticos ni tenemos ayuda profesional. Quizá un enfoque de este tipo hubiera sido más «útil» para la comunidad de profesores en general, pero, en definitiva, lo que de verdad importa es la propuesta que subyace a todo eso: un «claustro virtual de profesores a partir de sus portales personales construidos con herramientas de la Web 2.0, más allá de de las salas de profesores dentro de los EVA u otras herramientas corporativas de las instituciones educativas».
Estoy totalmente de acuerdo en que la innovación y la colaboración deben venir de los márgenes del sistema, a partir de redes alternativas a las institucionales (aunque la palabra «claustro» no me gusta nada). De hecho, una entrada reciente de Juan Freire va también en la misma dirección. Por eso nos encanta el elogio que nos hace Peña-López al postear sobre su artículo:
When I was writing the article, I couldn’t get out of my head the people that, later on, formally created Grupo Nodos ELE. Grupo Nodos ELE is a group of Spanish as a Foreign Language teachers whom I really admire for their resolution and commitment to work online to share knowledge and efforts to improve their own works. It all began with scattered personal blogs and it’s evolving into a rich virtual community of practice. My kudos to them for that brilliant initiative and the passion they show.
Y es que eso es lo que intentamos hacer y para eso, entre otros motivos, nació el Grupo. Mil kudos para ti, Ismael.