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Nancy White sobre grupos y redes

En el nuevo desorden educativo que, tarde o temparno, irrumpirá en nuestros entornos de conocimiento, uno de los huesos más duros de roer es el que pretende disfrazar la tradicional relación jerárquica (de control) profesor-alumno, con palabras «comadreja» como «facilitador» o gestor de grupos.

De hecho, fue uno de los temas que salió tímidamente en el Encuentro Ele Comillas que tuvo lugar en noviembre 2009 -sobre el que hemos tratado y seguiremos tratando aquí. Este «que todo cambie para que todo siga igual» -equivalente a llamar «tareas 2.0» a lo que no son más que actividades de la internet 1.0, o a definir la red como ecosistema y no ver más allá de los repositorios- es, junto al aumento de la censura y el control educativos, una de las estrategias más efectivas para obstaculizar un auténtico movimiento disruptivo en la enseñanza de ELE.

El debate grupos v. redes, por tanto, sigue siendo pertinente; y la pelota sigue estando donde siempre ha estado: identidad, individualidad, conectividad, autonomía, creación, caos, interacción y eliminación de la estandarización evaluativa.

Muy influída por Stephen Downes, la siempre extravagante Nancy White aprovechó este verano para resumir el tema -acertadamente-, buscando vías intermedias (sin faltar, como ya es habitual, la referencia al chocolate). La pregunta es; ¿tiene algún sentido mediar entre tocino y velocidad? En mi opinión, ninguno, nadar entre dos aguas solo obstaculiza el cambio:

La forma condiciona el contenido

ecomillas091Uno de estos días postearemos sobre el Encuentro ELE, que organizó la Fundación Comillas, a mitad de noviembre, sobre “Las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones en la enseñanza y el aprendizaje del Español como Lengua Extranjera“, y en el que participamos con una mesa redonda.

La organización fue excelente y el trato magnífico; sin embargo, el Encuentro en sí, a pesar de que contaba con los mejores mimbres -lugar, tiempo, participantes, tema-, fue en mi opinión decepcionante.

Puede haber varias razones para ello, pero me gustaría llamar la atención sobre el espacio físico del encuentro. Los intervinientes estaban subidos a una tarima, detrás de una mesa, como si estuvieran en un altar, mientras el público, escaso, escuchaba bastante por debajo del estrado, y sufría el habitual «sorteo de micrófono» de la asistente de turno, si al final quedaba tiempo para hacer alguna pregunta en plan ping-pong. Este formato condiciona todo lo que se haga, y no permite un diálogo igualitario ni fluído; al contrario, refuerza la dicotomía actor/espectador, que se intenta compensar con las habituales pausas de café o comidas. Un «encuentro» requiere de un espacio y una dinámica diferentes.

De este tema hemos tratado ya alguna vez en Nodos Ele -por ejemplo, aquí, y sobre todo en una estupenda entrada de Victoria Castrillejo sobre Educamp Berlín 08. Mi impresión es que las iniciativas innovadoras siguen viniendo de fuera del sistema, mientras las instituciones académicas repiten ad nauseam un modelo jerarquizado que no favorece en sí mismo el diálogo, la discusión, la crítica, o el debate.

Sebastian Fiedler incide sobre lo mismo con ocasión de un reciente simposio sobre… “Same places, different spaces” (tela marinera)

Aprendizaje invisible (play & learn)

4155771527_a98e910613En Nodos Ele queremos hacernos eco del lanzamiento de Aprendizaje Invisible, una «iniciativa experimental» impulsada por Cristobal Cobo y John Moravec.

Cobo nos invita a participar con este mensaje en el proyecto:

Resumiendo: ¿Por qué aprendizaje invisible?

Recuerdo el primer post que le leí a Cristóbal Cobo sobre el tema (2007, su antiguo blog), en el que se centraba en buena medida en Iberoamérica y la movilidad (m-learning), y en el que había una frase que me llamó la atención, y que sigue igual de vigente:

Desde esta premisa, e-learning se ha desvirtuado a través de la combinación de nuevas tecnologías con viejos modelos educativos, centrados en la transferencia de datos e información.

La idea original parece que se ha ido decantando hacia la exploración de «contextos informales de aprendizaje», algo que yo diría que es un acierto absoluto, y muy especialmente en nuestro campo de trabajo, ya que el mundo de la enseñanza de Español como Lengua Extranjera (ELE) me parece que está en un momento de estancamiento evidente (cuando no de regresión), con unas instituciones que no tienen voluntad de estar a la altura de los tiempos, unas editoriales que viven de las rentas y unos profesores cada vez más apáticos e instalados en lo de siempre.

En este panorama, lo logico es que el aprendizaje se vaya desplazando fuera de las estructuras formales, cada vez más huecas. Sin duda, tendremos ocasión de seguir hablando de Aprendizaje invisible en el futuro, una iniciativa que, en mi opinión, marca tendencia, a pesar de sus limitaciones y contradicciones. Por señalar lo más obvio: ¿a qué viene una nueva etiqueta cuando ya tenemos más que suficientes para nombrar lo mismo?

Nodos Ele en Encuentro ELE Comillas

Esta semana (18-20 noviembre 2009) estaremos en la Fundación Comillas (Santander), con una mesa redonda titulada «El papel de las herramientas de comunicación en la enseñanza y el aprendizaje del Español como Lengua Extranjera» dentro del Encuentro sobre «Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones en la enseñanza y el aprendizaje del Español como Lengua Extranjera».

Para ir calentando motores, nos encantaría que participarais en los foros de la Comunidad Comillas abiertos con este fin. Estaremos también twitteando, cacharreando y, sobre todo, debatiendo e intercambiando ideas.

Será una buena oportunidad para poner sobre la mesa buena parte de los temas sobre nueva red, educación y enseñanza de lenguas que llevamos ya tres años analizando en este blog. A la vista del programa, el Encuentro promete ser apasionante.

A ver si nos vemos por allí.

Ilustraciones de Néstor Alonso para «Knowing Knowledge»

Ya queda menos para el lanzamiento del primer libro de la Editorial Nodos Ele: la traducción de Knowing Knowledge de George Siemens al español, una obra que se ha convertido ya en un clásico necesario para entender en qué consiste el aprendizaje en nuestro tiempo, lo que se viene llamando «conectivismo» en la era digital.

El libro tendrá una edición Nodos Ele y una pequeña tirada en papel, prólogo de Fernando Santamaría y -cómo no- ilustraciones preparadas por Néstor Alonso, que ya están en Flickr.

No te las pierdas, son fundamentales para el buen entendimiento de la obra:

Rasmus Fleischer – Manifiesto postdigital

manifestetRasmus Fleischer (Halmstad, 1978) ha lanzado esta semana un nuevo manifiesto que está teniendo cierto eco en los medios de comunicación suecos: Det postdigitala manifestet. Hur musik äger rum (Manifiesto postdigital. Cómo la música se abre paso. Ink Bokförlag). A mí me ha llegado la versión en papel, pero está descargable en varios formatos, y por supuesto en The Pirate Bay -eso sí, solo en sueco.

Fleischer es un agitador cultural muy inteligente que se mueve como pez en el agua en el campo de los estudios culturales en la era posdigital. Su blog Copyriot es una fuente de inspiración continua más allá de la nueva cultura musical, y algunas de las entradas las publica también en inglés.

Mi sueco es bastante precario aún, pero diría que Fleischer considera que los cambios en la industria musical marcan el camino a una nueva era posdigital, para la que propone algunas estrategias:

  • nuevo acercamiento crítico: la gente se fía más de una entrada en un blog que de un artículo de periódico; la figura del crítico (de música o de lo que sea, añado yo) o se adapta a las nuevas fuentes de autoridad, o desaparece
  • reflexionar más: en línea con la iniciativa de los No Music Days, propone una mayor reflexión sobre lo que está pasando, a través de pausas en el flujo que nos permitan desconectar para poder situarnos mejor en un panorama inédito, que toda la música de todos los tiempos está a un clic y podemos almacenarla en minísculos dispositivos portátiles.
  • nueva política cultural: los políticos no entienden nada si piensan que pueden parar el flujo o dictar qué es cultura y qué no lo es; el cierre del Café Edenborg es un ejemplo de estos errores, y está convirtiendo la Ciudad Vieja de Estocolmo en una zona turística sin personalidad
  • nueva economía postdigital: lo digital lleva a lo no digital. Estocolmo -y toda Suecia- se ha convertido en una explosión de conciertos, festivales de música y actividad cultural floreciente gracias a The Pirate Bay y la cultura del intercambio libre; ha nacido una nueva forma de economía en la que el «sharismo» da lugar a más música, más grupos y más conciertos, es decir, a más riqueza y variedad.

En mi opinión, desde el mundo educativo haremos bien en estar pendientes de los cambios en la industria cultural, porque Fleischer tiene razón al decir que de los cambios en música han abierto un nuevo panorama dentro de la sociedad digital. Cuanto antes caigan los muros en el terreno educativo, antes será posible entrar en una educación postdigital en la que el centro del aprendizaje radique en el individuo y su libertad, lo que aquí hemos llamado Edupop.

Yi Won: «Hago clic, luego existo»

3844061938_fe4731d760_mEn junio tuvo lugar en Rotterdam una nueva edición del Poetry International Festival, que pude seguir a través de la red. Una de las secciones de esta edición (y van 40) estaba dedicada a la «poesía digital», es decir, a la mezcla de arte y tecnología, sobre todo a través de lo que dieron en llamar Digital Poetry Laboratory.

De entre lo que pude ver destacaría, por ejemplo, las «works for I-phone» de la norteamericana Aya Karpinska, o este poema de la coreana Yi Won (Seúl, 1968), que traduzco del inglés como «Hago clic, luego existo», aunque el original está en coreano [aquí el vídeo] y tiene ya unos años, porque la autora lo escribió para el «Poetry International Festival Rotterdam» de 2004 -de entonces es la foto de arriba, en la que está con su hermana.

    HAGO CLIC LUEGO EXISTO (2004) – Yi Won
    [Traducción e hiperenlaces de Emilio Quintana]

    En vez de desplegar el periódico de la mañana fresco de tinta
    cuando me levanto hago suavemente doble clic en el aséptico internet
    Hago clic en el PDF gratuito que me muestra
    exactamente la imagen de una página impresa de periódico
    El KOSDAQ ya no tiene impulso
    Total de la deuda externa a corto plazo 50.000.000.000 de dólares
    Con cada clic se pasa una página del periódico
    Hago clic en el mundo sin parar
    Con un clic un mundo se colapsa y
    otro surge
    El sol se eleva También el sol tiene instalado un chip
    Le echo un ojo a un artículo de 12 páginas: “El ordenador detecta
    una conexión wifi en mi cuerpo en el que hay fibras ópticas que conducen
    electrodos microscópicos injertados en la red de nervios de mis brazos”
    y hago clic en la página web de Kevin Warwick que sueña con el primer
    robot humano Soy el visitante 28.412
    Tengo un gen que también quiero insertar
    Con el índice de mi mano derecha con el que muevo el ratón
    Hago clic en mi correo electrónico Por la noche me ha llegado un email
    Hago clic en el archivo adjunto que k desde Toronto me ha mandado
    Rosas rojas perladas de gotas de rocío que caen de los pétalos
    Florecen tras una valla blanca
    Las flores que me ha enviado k no están marchitas
    Inmediatamente hago clic en el dial del teléfono online gratuito
    Hago clic en el número de k
    Me conecto a 689 millas de distancia
    Incluso Yo puede que sea un programa que alguien ha instalado
    Moviendo el escurridizo ratón con la mano derecha Yo
    Hago clic en literatura Hago clic en revistas
    Hago clic en el número de abril del webzine literario Novel
    “El principito” en la cubierta dice: “Lo que hace bello al desierto
    es que en alguna parte esconde un pozo”
    continuamente cambia la escena en torno a él Abro la ventana un poco más y
    hago clic en la librería online Aladdin Le echo un ojo a la lista de novedades
    Hago clic para comprar La música del azar de Paul Auster con un 20% de descuento
    y La violencia y lo sagrado de René Girard con un 15%
    Afuera de mi ventana los asuntos rutinarios se dan de cabezadas
    dentro de un camión a un ritmo de 4-beats chunda chunda chunda chunda
    Me dejo llevar por el momento musical chunda 4-beat y
    mirando con displicencia hacia la calle el camión hace clic en su mapa
    Sigo una de las carreteras que salen de Seúl y conducen al
    Templo de Hwaôm El sonido de una campana de madera se expande desde los
    arrayanes de camelias
    delante del interior del templo Manos juntas que rezan
    Hago clic en uno de los cupones con 60% de descuento para un apartamento en las Montañas Chiri
    En mis rodillas bajo la impresora
    me cae un cupón como un pétalo de camelia Yo
    hago clic en el Yo adjunto en el pétalo de camelia
    Cero categorías y 177 páginas se abren
    resultado de la búsqueda de la palabra Yo
    Pero dónde soy
    Buscando Yo Yo hago clic en todas las páginas en orden
    locura película India y Yo…me escindo
    … saliendo… pleiteando sola…Y Yo, S.A. .…
    historias que quiero contar… la tierra y Yo….
    Puedo escuchar el clic de las pezuñas de un camello de dos jorobas

    Hay un oasis cerca
    Sigo Hago clic luego existo

Obviamente, la traducción es una pálida muestra del original.

    En Nodos Ele hemos dedicado otras entradas al tema de la poesía en la era digital. Y seguiremos haciéndolo

Aprendizaje: entre el científico y el artista

3777870055_ee337b9635_mLos de Nodos Ele estamos terminando la traducción definitiva de Conociendo el conocimiento [Knowing Knowledge] de George Siemens.

Nos gustaría que estuviera antes de que empiece la segunda edición del curso sobre «Connectivism and Connective Knowledge», el 14 de septiembre.

En uno de los epígrafes del libro, el autor contrapone las figuras del profesor como científico y como artista: «Scientist versus Artist» (pp 107-108). La traducción me ha quedado un poco demasiado «lírica» -ya la puliré más adelante:

La pregunta importante cuando tratamos de conocimiento y educación es: “¿Hay pruebas evidentes de eso?”. La evidencia en este caso se define casi siempre de un modo empírico (científicamente). ¿Cuál es el Beneficio de la Inversión (BDI)? ¿Dónde quedan la magia y la belleza? La evaluación empírica del conocimiento, ¿es la única opción de que disponemos?

Es importante comprender y evaluar el impacto de la formación y el aprendizaje, pero la evaluación debe ir más allá de un simple cálculo económico. Desgraciadamente, son los “científicos del aprendizaje” los que llevan la voz cantante en el terreno educativo. A los artistas no se les escucha.

El papel de los científicos es el de determinar los mejores enfoques de los descubrimientos en el campo del conocimiento, la creación, y la diseminación (mediante investigaciones empíricas y análisis cuantitativos y cualitativos). ¿Cuál es el papel del artista (o, en un sentido más amplio, de la creatividad) en el terreno de la educación?

El artista es el individuo que sabe ver la magia en el aprendizaje. Los artistas no saben exactamente porqué funciona bien algo, pero son capaces de constatar (e incluso, sentir) que los aprendientes están cambiando, creciendo y desarrollándose. El artista del aprendizaje encuentra la belleza en el diálogo, en la interacción, en las conexiones que se forman entre lo que se conoce y lo que se está empezando a conocer. El artista ve (y acepta) la belleza del azar y de la incertidumbre, y valora el aprendizaje como proceso y como producto. Mediante la creación de un entorno de aprendizaje, el artista esparce la magia del aprendizaje por todos los espacios del lienzo de la vida. Usa las herramientas como pinceles para crear el deseado cuadro del aprendizaje.

Necesitamos las voces de los artistas y de los científicos. Ninguno de los dos es necesariamente mejor que el otro. En algunos casos, un asunto requiere una evaluación y un método claramente definidos, un modelo científico. En otros casos (especialmente cuando lo que se persigue es la innovación y la creatividad), se hace necesario el deseo de belleza en el aprendizaje creado por el artista. Ambos, en equilibrio y a través del desempeño de tareas apropiadas, son necesarios para compartir aprendizaje y conocimiento”

Diría que quien no es capaz de ver el componente de azar, belleza, creatividad e innovación del aprendizaje, no se ha enterado de nada. Por desgracia, en nuestra profesión, es un tipo que abunda.

Marcas blancas y educación

No he leído todavía el nuevo libro de Alejandro Piscitelli: Nativos digitales. Dieta cognitiva, inteligencia colectiva y arquitecturas de la participación (Santillana, 2009), pero creo que tengo suficiente información como para hacerme una idea de su contenido. Me gustaría al respecto llamar la atención sobre la excelente reseña de Hugo Pardo Kuklinski en digitalismo.com.

Piscitelli es siempre una fuente de estímulo constante, gracias no solo a su fértil capacidad de generar ideas sino también a esa lectura proactiva de que habla Kuklinski, y a la que felizmente nos aboca. Sin embargo, creo que cada vez está más equivocado; ya de principio me supuso una sorpresa que insista en el término «nativos digitales» cuando el propio Marc Prensky ha entonado con muy buen criterio la palinodia, y cuando ya sabemos que es una noción insostenible.

La reseña está hecha con afecto hacia al maestro, pero desmonta los errores de base del libro; es lo que llama «matices», y que en realidad son auténticas refutaciones:

    1. La publicidad no puede ser referencia para el mundo educativo, ya que se trata de una institución que está más en crisis todavía. Kuklinski pone el dedo en la llaga acuñando la afortunada expresión «marcas blancas de la educación», que desde ya me apunto como uno de los conceptos que marcarán los próximos años. Dice HPK:

    Seguramente Piscitelli escribe pensando en Argentina y Latinoamérica y no le falta razón. Pero mi experiencia europea en España y la americana en Stanford University me dice que existen instituciones educativas y/o profesores que logran un sentido de pertenencia de sus usuarios tan relevante que se convierten en marcas reconocidas. Y ese sentido de pertenencia es de por vida transmitido en el valor de “pertenecer” a dicha institución (algunas universidades latinoamericanas de élite podrían entrar en esa categoría como el TEC de Monterrey, por ejemplo).

    El problema lo tienen las “marcas blancas” de la educación, las instituciones que no han sabido o podido construir prestigio a su alrededor y que se convirtieron irremediablemente en un costoso parking de jóvenes antes de ingresar al mercado laboral y en un aún más costoso espacio de profesores sin voluntad de crecer profesionalmente, sin redes internacionales y muy cómodos en su rol funcionarial, sin exigencias meritocráticas ni competencia real, cómodos en la cultura endogámica que les ofrece el sistema (pienso en España donde la tasa de endogamia es altísima).

    2. La periferia educativa es un mito. Citando a la Stanford Social Innovation Review: «The biggest obstacle to reducing poverty is not low-income communities’ lack of capacity, but society’s stereotype they are unable to help themselves.». Exacto. La brecha digital -en una sociedad de conocimiento en red- no depende del hardware sino del mindware, y por tanto de factores sociales. Esto es tan aplicable a la Argentina como a España, cuyo futuro en este terreno está por ver.

    3. La novedad del cambio tecnológico es falsa. Siempre la ha habido. La hubo al cambiar el rollo de papiro por el libro de pergamino, y la hay ahora.

Frente a esto, las reflexiones de Piscitelli sobre cultura pop, basadas en Steven Johnson, uno de los autores que más seguimos en Nodos Ele, y sobre redes sociales, centran mejor los asuntos, a mi parecer.

Lo mejor en todo caso es que lean el libro de Piscitelli -dejándose llevar por su entuasiamo proactivo– y la reseña de Hugo Pardo Kuklinski, y saquen conclusiones por sí mismos. Personalmente estoy de acuerdo con la tesis de base de este último: un adanismo basado en cambios tecnológicos supuestamente revolucionarios llevados a cabo por una generación de nuevos entes cognitivamente superiores, es un error de bulto.

Lo que en realidad se está configurando es una nueva forma de interacción entre los elementos del complejo educativo, en la que la marca de cualquiera de ellos vendrá referenciada en términos de reputación, conectividad y conocimiento; una Universidad, por ejemplo, más cercana a las medievales que a las del siglo XX.

Lo demás no parece sino una nueva versión del antiguo lema de la sociedad industrial: «el cliente siempre tiene la razón».

Competencias digitales para la sociedad red (2)

3726297376_8cf06a0ffa_mEl otro día traté del curso “Competencias digitales. Conocimiento, habilidades y actitudes para la sociedad red” en el que estuve en Barcelona, y que giró en torno al concepto de competencia digital como «e-awareness» o «conciencia (estratégica) digital», desarrollado por Ismael Peña-López, es decir, sobre la importancia de dar un paso adelante reflexivo, a partir de la identidad digital, más allá de la mera competencia tecnológica.

Ahora comento un poco lo que dijeron otros dos ponentes, aunque lo mejor es que hagan clic sobre el nombre para ver el resumen que Ismael iba haciendo mientras ellos hablaban (qué tio):

  • Boris Mir. Estuvo hablando de la introducción del concepto de «competencia» en los currículos de enseñanza reglada obligatoria en Cataluña, un tema que no me toca muy de cerca, aparte de que en la enseñanza de Español como Lengua Extranjera contamos con instrumentos similares desde hace tiempo, especialmente el Marco Europeo (MECR). Su intervención me hizo preguntarme por el papel de la competencia digital en el aula de lenguas extranjeras, que yo veo más bien dentro del ámbito de las competencias estratégicas, es decir, de la capacidad de generar aprendizaje mediante lo digital. En todo caso, diría que un currículo en sí mismo no significa gran cosa -como se está viendo en la adaptación de manuales ELE a los niveles del MCER, o del propio PCIC del Instituto Cervantes-, ya que la enseñanza no reglada, por fortuna, tiene una fuerte vinculación con los paradigmas vigentes en el mundo real.
  • José Manuel Pérez Tornero. Uno de los 30 expertos que trabajan por encargo de la Comisión Europea en la definición de unos «Criteria for Media Literacy Levels», un proyecto ya terminado de aplicación en 8 países, y que busca una estandarización de los niveles de alfabetización mediática (sí, porque la TDT y otros media los consideran en el mismo paquete que lo digital). El ponente -que defendió la LOGSE, los libros de texto digitales, acusó a las TIC de estar al servicio del «entretenimiento» y otras cosas pintorescas- propuso varias ideas a tener en cuenta en el mundo educativo: la convergencia entre mundo físico y digital, el sentido holístico del cambio de paradigma, etc. Me pareció una intervención llena de contradicciones. Veremos a ver cómo se desarrollan y qué uso tienen en el futuro esos indicadores europeos de «competencia mediática» (a mí, esa mezcla de medios tradicionales y digitales me parece un error, posiblemente debido a cuestiones políticas, pero seguramente me equivoco), con sus diferentes escalas:

      1. feeling comfortable
      2. actively using media
      3. using media creatively
      4. having a critical approach to media
      5. understanding economy of media
      6. being aware of copyright issues
Dejo para otra entrada la intervención de Cristóbal Cobo, que siempre es una mina de información y de observaciones inteligentes, se esté o no de acuerdo con él.