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Morozov contra Steve Jobs. Un magnífico panfleto delirante

Tengo la impresión de que en España se conoce poco a Evgeni Morozov (Bielorrusia, 1984). No me suena que se haya traducido The Net Delusion: The Dark Side of Internet Freedom, y pocas veces lo he visto citado en los medios, a pesar de su visibilidad en la prensa (anglo)sajona.

Morozov es un cafre inteligente, uno de esos tipos que conoce bien las dictaduras (como la que aún se mantiene en su país de origen), y que, por tanto, sabe que cualquier cosa puede usarse con fines totalitarios. De hecho, su interés fundamental se centra en el uso totalitario que se contiene en las nuevas tecnologías.

El año pasado irrumpió como elefante en cacharrería, denunciando, con una agudeza e inteligencia notables, «los engaños de la red», que fue como tradujo el título de su libro Luis M. Alonso, en un magnífico artículo que se publicó en La Nueva España, y que es lo único de interés que conozco sobre Morozov en nuestro idioma.

No voy a hacer un recorrido por las polémicas que Morozov ha ido levantando en estos meses. Pero me gustaría llamar la atención sobre un ensayo larguísimo y delirantemente estimulante (de hecho, en Italia se acaba de publicar como libro exento) que salió a mediados de marzo en The New Republic: «Form and Fortune. Steve Jobs’s pursuit of perfection—and the consequences», y que es un ataque furibundo contra la filosofía de Steve Jobs y la «religión de las apps».

A mí el ensayo me parece un alegato socialistoide al estilo de otro conocido «pensador» poscomunista (Zlavoj Žižek). Antes o después, el mundo se cansará de Morozov, como lo ha hecho de Žižek, que se ha convertido en una caricatura de sí mismo; pero mientras tanto el furibundo ataque del bielorruso a la «falsa religión» del intocable iGod no puede pasar desapercibida. Como una abeja especialmente punzante que se esfuerza en agujerear la piel de un buey (al que le bastará un movimiento de la cola para tumbarla).

No voy a hacer una crítica del ensayo, simplemente voy a dejar aquí algunas citas reveladoras del mismo, para dar una idea del interesantísimo disparate, que recomiendo encarecidamente.

  • El «platonismo industrial» de Jobs. Forma y esencia se confunden en conceptos como «perfección» y «pureza»:
  • Neither Jobs nor Ive tells us exactly what he means by “pure,” […] It appears that “pure” products exhibit a perfect correspondence between their form and what both Jobs and Ive refer to as their “essence.” […] It is a kind of industrial Platonism. […] Pure products are born, not made; any visible signs of human assembly—say, screws—would make it hard to believe in the higher integrity, the perfection, of the product.

  • El reino de Jobs no es de este mundo:
  • The idea that the form of a product should correspond to its essence does not simply mean that products should be designed with their intended use in mind […] No matter how trivial the object, there is nothing trivial about the pursuit of perfection. On closer analysis, the testimonies of both Jobs and Ive suggest that they did see essences existing independently of the designer—a position that is hard for a modern secular mind to accept, because it is, if not religious, then, as I say, startlingly Platonic.

  • La falsa revolución de Apple:
  • Apple’s most incredible trick, accomplished by marketing as much as by philosophy, is to allow its customers to feel as if they are personally making history—that they are a sort of spiritual-historical elite, even if there are many millions of them.

  • La tecnología Apple y el mito de la caverna de Platón. Una metafísica de la modernidad totalitaria:
  • Jobs’s most impressive achievement was to persuade the shackled masses that they could see the Platonic forms without ever leaving their caves. Marketing—with its shallowness and its insidious manipulation of the consumer—would normally be relegated to the inferior realm of appearances, but it took on a different function in Jobs’s business metaphysics: it played the gospel-like role of showing us the way to the true, natural, and pure products that have not yet been spoiled by the suffocating and tasteless ethos of faceless corporations such as IBM and Microsoft.

  • La dictadura de las aplicaciones:
  • Apple’s embrace of the “app paradigm”—whereby activities that have been previously conducted on our browsers shift to dedicated software applications on our phones and tablets—may be destroying the Internet in much the same way that the automobile destroyed the sidewalks and the playgrounds […] The total and exclusive focus on the tool at the expense of its ecosystem, the appeal to the zeitgeist that downplays the producer’s own role in shaping it (“whatever happens is … ”; “feeling the direction”), the invocation of the idea that technology is autonomous (“these things take on a life of their own”)—these are all elements of a worldview that Lewis Mumford, in criticizing the small-mindedness of those who were promoting car-only travel in the 1950s, dubbed “the bankruptcy of social imagination.”

    También en Caos Ordenado Relativo

    Escribiendo sobre «Competencia Digital en la enseñanza de lenguas» en Wikipedia

    En el curso Competencia Digital Docente en la enseñanza y aprendizaje de lenguas III, organizado por el Instituto Cervantes, hemos empezado el artículo «Competencia Digital en la enseñanza de lenguas» en la Wikipedia.

    Estas semanas los profesores y los tutores del curso estamos editando el artículo para mejorarlo.

    Estamos seguros de que con la colaboración de más personas interesadas, elaboraremos un artículo de calidad y referencia.

    Un estudio de… esto… sobre la dis… vamos… sobre la fluidez

    Richard Aslin (University of Rochester) ha publicado un estudio sobre la importancia de los sonidos y pausas valorativas en el aprendizaje de una lengua; es decir, los típicos: «eh», «hum», «esto», «ah», etc. Hay una entrevista muy esclarecedora en la revista New Scientist.

    Aunque el estudio se centra en los beneficios para el aprendizaje de los niños, me parece que viene a reforzar algo que los profesores de ELE ya sabíamos a la hora de valorar la fluidez comunicativa (hasta en el DELE queda reflejado adecuadamente). Las pausas y sonidos de transición son estrategias para la adquisición de nuevo vocabulario, y para la elección o reformulación de la forma mejor en cada circunstancia. El experimento de la llave inglesa y el plátano es simple pero convincente.

    Concluye Aslin:

    Parents shouldn’t worry about modest levels «ums» and «ers» in what they say to their children. Disfluencies have a benefit. They help your child to learn language.

    «Nature» reabre el debate sobre los universales lingüísticos

    Independientemente de posiciones totalitarias (no viene mal recordar que Noam Chomsky es el autor de uno de los artículos más infames escritos en el siglo XX, una defensa del régimen genocida de Pol Pot en The Nation, 1977), el norteamericano Avram Noam Chomsky (Filadelfia, 1928) es uno de los grandes lingüistas de todos los tiempos, padre de la psicología cognitiva y del generativismo.

    Por eso está levantando bastante revuelo el artículo que hoy publica la revista Nature: «Evolved structure of language shows lineage-specific trends in word-order universal» (Nature, 13 abril 2011), fruto de la colaboración entre científicos cognitivos y evolucionistas de la Radboud Universiteit Nijmegen (Holanda) y la University of Auckland (Nueva Zelanda).

    Los autores niegan absolutamente la existencia de «universales lingüísticos». Para ello han analizado el orden de palabras en cuatro familias de lenguas (79 lenguas indoeuropeas, 130 lenguas austronésicas, 66 lenguas bantúes y 26 lenguas utoaztecas) que, en conjunto, son representativas de unas 2.400 lenguas que han ido evolucionando a lo largo de los últimos 4.000 años. Como cuenta John Timmer:

    The results are bad news for universalists: «most observed functional dependencies between traits are lineage-specific rather than universal tendencies,» according to the authors.

    The authors were able to identify 19 strong correlations between word order traits, but none of these appeared in all four families; only one of them appeared in more than two. Fifteen of them only occur in a single family.

    Los autores concluyen que lo que determina la estructura de una lengua no son unos supuestos universales, sino una evolución cultural de carácter dinámico. Esto supone una refutación en toda regla de las tesis de Chomsky.

    De esta manera, el foco tendería a desplazarse más bien hacia la sorprendente capacidad del cerebro para adquirir patrones tan diferentes unos de otros. Si no existen unas disposiciones lingüísticas innatas, ¿cómo es posible que el cerebro humano sea capaz de aprender cualquier lengua?

    Cheque escolar, competencia y excelencia educativa

    Los países escandinavos no son perfectos. Nadie lo es. Pero han llegado a la conclusión de que la educación debe ser un derecho asimétrico, adaptado a cada persona.

    Por eso, en Suecia existe el cheque escolar, la libre elección de centro y la competencia en el mercado educativo.

    Dos consecuencias de esta liberalización del conocimiento, que contrastan con la situación española, son:

    • que las familias prefieren enviar a sus hijos a una escuela pública, ya que saben que, gracias a la libre competencia, será de mejor calidad que la privada (al contrario que en España, donde el que puede mete a sus hijos en un colegio privado, porque sabe que sin eso no tiene mucho futuro)
    • que los países escandinavos son los mejores del mundo en dominio del inglés, ya que nadie va a estudiar (si puede elegir libremente) en la lengua local de su región, pudiendo hacerlo en una lengua global de comunicación. El nivel de inglés en España es hoy inferior al de hace 15 años, según datos del British Council en Madrid.

    Estos días las calles de Estocolmo están llenas de los anuncios con los que los centros educativos pretenden que los padres se gasten el dinero de sus impuestos con ellos y no con otras escuelas. Los mensajes más frecuentes son: somos exigentes, somos globales, somos digitales…

    Mientras tanto, en otros sitios se habla de religión (en Suecia hay libertad religiosa, de modo que la expresión de las propias creencias es un derecho básico que no se discute), de «escuela 2.0» (pasen por eBay y verán dónde han acabado muchos de los ordenadores regalados con dinero público) y de hundimiento en los informes internacionales.

    No será por falta de modelos de lo que se conoce pompósamente como «buenas prácticas».

    Fabio Capello se mete a lingüista

    La relación entre futbolistas y lenguas es apasionante. Al tratarse de gente del común que sabe darle patadas a un balón y que suele llevar una vida nómada, de país en país, son una fuente inagotable de reflexiones sobre el tema (que yo sepa, poco estudiado).

    La última es la que ha liado Fabio Capello, el italiano que hace ahora de seleccionador de Inglaterra.

    Si ya era curiosísima su relación con la lengua inglesa, ha terminado de liarla parda con estas declaraciones (por cierto, un ejemplo perfecto de esa preciosa lengua que se llama globish):

    I think when I speak with the players they understand everything. I think in this job, it’s important when you speak with the players.

    If I need to speak about the economy or other things, I can’t speak. But when you speak about tactics, you don’t use a lot of words.

    I don’t have to speak about a lot of different things. Maximum 100 words.

    Esto último es lo que ha montado el pollo. La prensa británica se lo ha tomado de todos los colores. El estirado The Independent hace un análisis serio sobre la arriesgada afirmación léxica del «macarroni». Por su parte, la BBC incluye en su artículo una lista con las 100 palabras más frecuentes del inglés, para uso de Capello y sus muchachos (la primera es «the» y la última es «us»; supongo que a eso se le llama «humor británico», aunque en Granada lo conocemos como «malafollá»).

    The Guardian aprovecha para publicar unas «Language lessons with Fabio Capello», que incluyen de paso una lista con las 100 palabras imprescindibles para un profesor:

    You, sit, quiet, please, everyone, now, enough, gum, tie, shirt, homework, yes, today, excuses, no, book, open, page, talking, stop, discipline, noise, courtesy, while, others, trying, learn, warning, first, second, final, exam, board, bored, absent, detention, suspend, imagery, Shakespeare, GCSE, mock, coursework, maths, note, paper, whose, phone, confiscate, yes, I, can, speaking, class, assignment, Tuesday, read, chapter, important, attention, chair, face, this, way, why, bother, hours, lack, support, pay, cuts, thankless, bloody, babysitter, can’t, control, teach, students, ignore, education, why, inspire, nonsense, thanks, bunch, Jamie, fucking, Oliver, total, waste, think, quit, retrain, landscape, gardener, maybe, life, coach, shut, it, Callum.

    El tabloide The Sun también le saca punta al tema y afirma que, para lo que gana, cada palabra del «míster» le cuesta al contribuyente inglés 60.000 libras esterlinas. Además, proponen una posible «lista de Capello», con las siguientes 100 palabras, que nos divertirán especialmente a los aficionados al fútbol:

    Very, Nice, Football, Terry, Leader, Captain, Armband, Rio, Who?, Mobile, Telephone, Do, Don’t, Shoot, Work, Placement, No, Butter, Ketchup, Engleez, Not, Good, Run, Pass, Lose, Score, Save, Cash, Contract, Extension, Compensation, Rooney, Tackle, Pay-Off, Prostitute, Affairs, Kick, Into, Touch, Out, Gerrard, Left, Ashley, Stop, Pass, Move, Back, To, Italy, Soon, Defensive, Space, Gonna, Win, Vauxhall, Frank, Wembley, Crouch, Tall, Big, Task, Home, Away, Tuck, Inside, Men, Behind, Ball, Germany, Nightmare, Possession, Money, Old, Rope, For, Four, Three, Two, Six, Boys, Can, Go, Off, Rest, Jack, Saviour, Farewell, Gareth, Tell, Them, Stuart, Ask, Franco, Result, Nineteen, Sixty-Six, I’m, Outta, Here, Suckers.

    Y no menos desopilante (al menos yo me he tirado por los suelos; «desopilante» es algo así como «muy divertido», lo digo para los que vengan de la LOGSE) es el artículo del Daily Star, que va con video incluído y una recopilación de mejores momentos.

    La verdad es que Fabio Capello habla un globish magnífico y muy bonito, pero eso de que con 100 palabras se entiende sin problemas está siendo el «polverone» lingüístico de estos días en Gran Bretaña. Y en Italia

    El maestro ignorante y una perífrasis

    "Los galaaditas cortaron a los efrainitas los vados del Jordán; y cuando los fugitivos de Efraín decían: “Quiero pasar”, le preguntaban los galaaditas: “¿Eres tú efrainita?” Y cuando respondía: “No”, le decían: “Di schibólet”; mas él decía: “sibólet”, pues no sabía pronunciarlo bien. Entonces lo prendían y lo degollaban junto a los vados del Jordán. Así murieron en aquel tiempo cuarenta y dos mil efrainitas. [Jueces 12:5-6]”

    Me salgo un poco del tema de las nuevas tecnologías para llamar la atención sobre el estimulante artículo que publican hoy en el Diario de Sevilla José Plácido Ruiz Campillo (Columbia University) y Juan José Romera López (autor de uno de los libros del año en el campo de la educación obligatoria: Retrato canalla del malestar docente, Toromítico, 2010).

    El artículo -a cuenta de una perífrasis que no lo era- es simplemente perfecto, y se titula «El maestro ignorante y una perífrasis».

    En esta tribuna periodística vuelven a hilvanar algunas necesarias obviedades sobre el enorme engaño de la gramática y su evaluación en la actualidad: una gramática que no habla sobre la lengua sino sobre lo que debería ser la lengua, y una evaluación que solo sirve para que alguien obtenga un papelito diciendo lo que otra persona «habilitada para ello» quiere que diga:

    Si a los alumnos de Física se les explica cómo opera el efecto fotoeléctrico y no cómo debería operar, si en biología aprenden cómo evolucionan las especies y no cómo deberían evolucionar, ¿por qué en Lengua se les machaca con cómo debería o no debería ser la lengua y se les niega la descripción científica de cómo realmente es y cuáles son las leyes que explican su funcionamiento real? ¿Por qué la asignatura de Lengua es la única donde el objeto de estudio no es la misma lengua, sino los libros sagrados que glosan sus misterios? ¿Por qué es la única donde se niega el conocimiento disponible y se impone el dogma?

    Un adolescente no tiene por qué encontrar problemático, por ejemplo, memorizar para un examen que el subjuntivo es el modo de la irrealidad, y felicitarse después del examen diciendo «Me alegro de que haya caído esa pregunta», formulando adecuadamente en subjuntivo la evidencia. En cualquier caso, examen superado.

    Como ellos mismos reconocen, la «gramática taxidérmica» seguramente seguirá en el mismo sitio, como el dinosaurio de Monterroso; pero recordar de vez en cuando cuatro cosas al alcance de cualquiera supone un ejercicio intelectual muy recomendable.

    Cuadro sobre el papel del profesor en entornos educativos en red (online)

    En el artículo que publica en el número de verano de la revista Educause, George Siemens convierte en esquema su importante post -del que nos hicimos eco en su momento- sobre los 7 papeles del profesor en entornos educativos en red (online).

    Como me parece un cuadro que puede servir de esquema de referencia en este sentido, lo he traducido al español:

    Enlaces complementarios: Many Eyes / live slides / Google Alerts / Elluminate

    Los libros de texto del futuro hacen «ssggh» al pasar página

    Hablábamos el otro día de la Escuela 2.0, o, mejor dicho, hacíamos que dos vídeos de propaganda de 1964 y 2010 hablaran de lo que se entiende en la administración educativa española por integración de las nuevas tecnologías en la escuela.

    Esta mañana nos desayunamos con un artículo que pone negro sobre blanco los planes de la Generalitat catalana en esta materia: «El libro digital, en el instituto»:

    Lo primero que hará un alumno al llegar a clase es abrir su portátil, y entrar en la plataforma virtual de su colegio, donde estará el material de las editoriales.

    Dentro de la plataforma de cada centro habrá un espacio para que los alumnos hagan ejercicios y el profesor los corrija, recalca el director general de Educación Básica y Bachillerato.

    No se pierdan ni una coma.

    Hacking the Academy

    Can an algorithm edit a journal? Can a library exist without books? Can students build and manage their own learning management platforms? Can a conference be held without a program? Can Twitter replace a scholarly society? (…)

    In keeping with the spirit of hacking, the book will itself be an exercise in reimagining the edited volume.

    Any blog post, video response, or other media created for the volume and tweeted (or tagged) with the hashtag #hackacad will be aggregated at hackingtheacademy.org (submissions should use a secondary tag — #class #society #conf #journal #book #tenure #cv #dept #edtech #library — to designate chapters).

    The best pieces will go into the published volume. The volume will also include responses such as blog comments and tweets to individual pieces. If you’ve already written something that you would like included, that’s fine too, just be sure to tweet or tag it (or email us the link to where it’s posted).

    Así se presenta el proyecto llevado a cabo por Tom Scheinfeldt y Dan Cohen (he querido resaltar algunas ideas) mediante el cual se propusieron escribir y publicar un libro colaborativo sobre «hackear las instituciones académicas» y reconstruir la educación, y lo han conseguido en una semana.

    Los capítulos del libro, que han estado abiertos a colaboraciones del 21 al 28 de mayo, son los siguientes:

    En NodosELE llevamos ya tiempo tratando muchos de estos temas y este trabajo nos ha llamado la atención principalmente por cómo ha sido elaborado y editado colaborativamente, dando importancia a los medios de comunicación que utilizamos.

    Este es uno de los caminos por los que apostamos.