Archivo de la etiqueta: edupop

Inglaterra apuesta por las «free schools»


En septiembre se ponen en marcha las 24 primeras «free schools» que el Gobierno inglés pretende que sirvan de modelo para la liberalización progresiva del sistema educativo británico, siguiendo a su manera la reforma del sistema educativo sueco.

La iniciativa se enmarca en el marco del proyecto político-cultural de Cameron: Big Society, es decir, menos Estado/más individuo.

Las «free schools» son independientes de la burocracia estatal, viven de lo que ingresan, forman parte del sistema público educativo, y se gestionan de acuerdo con idearios y currículos propios estipulados por los padres y los profesores que ponen en marcha la escuela. Cualquiera puede montar una, en una tienda o en su casa.

Lo explica Michael Gove, Ministro de Educación: «Las escuelas son de los padres y de los profesores, no del Estado. Las escuelas son espacios de libertad para aprender, no fábricas de adoctrinamiento. El Estado no debe interferir en la educación de los ciudadanos».

http://youtu.be/WF5XQIDQRpQ

La escuela británica opta por la libertad y la retroinnovación (según me gusta llamarla). En mi opinión, estamos ante el comienzo de una educación posdigital, es decir, ante el fin del sistema educativo estandarizado que comienza en el siglo XIX:

http://youtu.be/yMl2q-lfzvE

Confianza, redes sociales y una divagación antropológica

Una de las mejores entradas que he leído últimamente sobre la sociedad posdigital (sus organizaciones e instituciones) es «Trust and Networks» («Confianza y redes»), de Gideon Rosenblatt.

No es el típico mantra del guru profesional, sino una reflexión realista que incide en la línea del conectivismo y el sharismo que defendemos en NodosEle.

Para Rosenblatt, la sociedad posdigital (y sus organizaciones e instituciones) no se estructura en jerarquías sino en conexiones, y en ella no tiene cabida la evaluación externa. Su base es la confianza entre iguales autónomos. Este sería un resumen de los puntos básicos de su reflexión:

  1. Las redes consisten en conexiones voluntarias entre iguales autónomos.
  2. La confianza es la base de una red social, ya que la fortalece, la hace más flexible y eficiente.
  3. Las redes son las conexiones que permiten a los pares trabajar juntos.
  4. En una red no hay control externo. Una «evaluación del desempeño» impuesta destruye la confianza de la red colaborativa.
  5. La relación en la «red» se basa en el «trabajo» en la red. Trabajar es conectarse.
  6. La «confianza» consiste en no tener miedo a ser vulnerable.
  7. El principio básico en una red es el «respeto mutuo». Si hay respeto mutuo, las conexiones surgen de forma natural.
  8. Tenemos que salvaguardar la confianza para garantizar que nadie abusa de la autonomía de los nodos.

No voy a traducir todo el post. Es simplemente perfecto, y no se trata de ninguna especulación teórica. Es la pura realidad. Las cosas funcionan así.

Todo esto me suscita una pregunta de tipo «antropológico». ¿Hasta qué punto una sociedad como la española (sus instituciones y organizaciones también), en la que abunda la picaresca, la falta de cumplimiento de las promesas, el «engaño» a los otros como forma de «ser más listo», la falta de transparencia, el principio de autoridad, las jerarquías y los escalafones, la titulitis, las instancias con póliza y compulsa, la burocracia como forma de impedir la innovación, etc. tiene cabida en el mundo en que ya estamos viviendo?

No es absurdo pensar que si nuestro país no cambia de «mindware», puede perfectamente iniciar una lenta y profunda decadencia en los próximos años.

What does the software?

Esta semana me estoy mudando de despacho, y aprovecho para recordar una ilustración que tengo colgada en el tablón de la oficina, del estupendo ilustrador Hugh MacLeod:

 

software

Y precisamente hoy George Siemens nos recuerda que esto del Conectivismo no tiene nada que ver con la tecnología… A través de Kentaro Toyama lo dice por enésima vez: «Technology is not the answer»

Vayan aplicándose el cuento los de las pizarras digitales.

Un himno edupop para el «cloud computing»

Fin de semana. La facción yeyé de NodosEle sigue aportando canciones a su tracklist de «himnos edupop» (no perdérsela).

Como por aquí vivimos en la nube (y en las nubes), y apenas usamos herramientas de escritorio, hemos añadido esta gran versión (toma remixado de contenidos) del «Get Off Of My Cloud» de los Rolling Stones. El cover es de Sonia (1964), y lo adoptamos como himno edupop del «cloud computing». La canción tiene 3 partes:

  • la del detergente. Sonia se muestra firme partidaria del software libre.
  • la del astronauta. Sonia se muestra firme partidaria de la libertad y la neutralidad de la red. Internautas v. austronautas de la Sgae.
  • la del que llama por teléfono. Sonia vive en «lifestreaming», como debe ser.

La conclusión está clara: «Eh, tú, tú te puedes largar / porque yo quiero solo estar aquí en mi nube»:

http://youtu.be/NwCmF4dImSo

Para el lunes, David promete abundar en una de las más acendradas tradiciones de NodosEle: meterse con esa estafa educativa llamada Moodle. Estaremos atentos. por aquí

Voxy y los nuevos manuales de idiomas

Voxy es un sistema de aprendizaje de inglés para hispanohablantes que se lanzó en octubre pasado (sigue en beta). Desde el principio llamó la atención de medios como The New York Times, por la gran inversión que ha supuesto, así como por la forma en que maneja las interfaces móviles.

Voxy es una especie de versión posdigital de Speak Up, una revista con la que la gente de mi generación intentaba mejorar su inglés. No se trata, por tanto, de contenido estático de dudosa utilidad -como en el caso de Practica español (¿por qué se sigue insistiendo en arquitecturas de este tipo?)-, sino de contenido orientado a la acción de aprender. Paul Gollash (CEO) la presenta así:

«These are your next textbooks,» he announced, flashing up a slide of news and celebrity magazines. «These are your new classrooms» — city streets, and the signs that fill them.

Voxy uses smartphones and the Web as its platform for serving up games and news stories linked to translation tools. The idea is to make learning fun and contextual.

Leyendo el otro día sobre Bitácora (el nuevo manual de Difusión, del que hablaré en otro momento), me acordé de Voxy, ya que veo algunos puntos en común:

  • ambos se presentan en formato magazín, con la idea de que los textos estén conectados con los intereses de los estudiantes. Voxy recoge noticias de tres ámbitos: actualidad, cultura pop (la llaman «farándula») y deporte, que son ámbitos que están muy presentes en Bitácora. Frente a los niveles del MCER, Voxy se organiza en tres grados: básico, intermedio y avanzado.
  • ambos le dan gran importancia a la construcción del conocimiento léxico por parte del estudiante. Con Voxy se gestiona el vocabulario al mismo tiempo que la pronunciación, no solo en un nivel de palabra sino también de «chunks». Hace un buen uso de las herramientas de traducción online.
  • ambos intentan favorecer la autonomía del estudiante, mediante redes de aprendizaje que favorecen la retroalimentación entre pares. En el caso de Voxy destacaría la app de iPhone y el uso de twitter, así como la importancia que le da a los juegos, que me parece que va en la línea de Steve Johnson.

Creo que es un proyecto más serio de lo habitual para este tipo de startups de lenguas, como demuestra el blog que han puesto en marcha (las infografías son muy atractivas), que recoge buena información actualizada para el profesor de idiomas.

Quizá estamos ante nuevas tendencias en los manuales de idiomas. La verdad, ya iba siendo hora, porque últimamente el panorama ELE era de lo más aburrido (por decirlo suavemente):

Siemens se aburre (y nosotros también)

[Ilustración: Pintachan]

Tenía pensado hacer un post sobre la última y magistral entrada de George Siemens este martes: «Questions I’m no Longer Asking». Afortunadamente, David Alvarez se me ha adelantado, de modo que les remito a su blog [e-aprendizaje]: «Cuestiones que ya no nos interesan…».

En efecto, hace tiempo que algunos simplemente ni nos planteamos determinadas cuestiones: la autonomía del estudiante, la estafa de la evaluación, la necesidad del caos para aprender, la evidencia de la conectividad, la naturalidad de la apertura y el intercambio («sharismo») etc…

Hace bien Siemens en dejar claro que no piensa contestar a más chorradas sobre estos temas, que resume en varios puntos (modifico mínimamente el resumen de Alvarez), que ya cansa seguir explicando:

  • Los estudiantes deben tener el control de su propio aprendizaje. Los educadores podemos guiarlos o ser intermediarios, pero el aprendizaje significativo implica una actividad impulsada por el que aprende.
  • Los estudiantes necesitan experimentar confusión y caos durante el proceso de aprendizaje. Aclarar(se) ese caos es el objeto del aprendizaje.
  • La apertura de los contenidos y la interacción aumentan las conexiones aleatorias que impulsan la innovación.
  • El aprendizaje requiere tiempo, pensamiento crítico y reflexión. La ‘ingestión’ de nueva información requiere tiempo para ‘digerirla’.
  • El aprendizaje es aprendizaje en red. El conocimiento está distribuido.
  • La creación es vital en el aprendizaje. Los alumnos tienen que crear artefactos para compartir con los demás y para ayudar a dirigir su exploración más allá de los artefactos que el educador les ha proporcionado.
  • Dar sentido a la complejidad requiere de sistemas sociales y tecnológicos.

Quien quiera perder el tiempo cerrando contenidos, intentando evaluar o controlar, pensando que el caos no es parte del proceso de aprendizaje, etc., es su problema. La realidad va por otro lado.

The Great Edupunk Swindle, con dos casos de estudio a tener en cuenta

He dejado la opinión que me merece la «estafa intelectual» edupunk en los comentarios al último artículo de Brian Lamb y Jim Groom en la revista Educause titulado “Never Mind the Edupunks; or, The Great Web 2.0 Swindle”.

De hecho, hay más radicalismo (reformas que van al meollo del sistema) en el programa del nuevo gobierno británico (como ha sabido ver The Economist (izquierda) en la cubierta de su último número) que en toda la retórica hueca de Lamb, Groom y compañía.

Sin embargo, en el artículo aparecen dos ejemplos (casos de estudio) que comento también, a pesar de que no tienen nada que ver con el «edupunk» (da igual, se los apropian lo mismo), y que traigo a este post porque -si bien son muy conocidos- me parece que nunca está de más llamar la atención sobre ellos:

  • Murder Madness and Mayhem (2008) fue un proyecto de Jon Beasley-Murray con sus estudiantes de español en la University of British Columbia (Canadá) para cubrir lagunas de la Wikipedia relacionadas con estudios literarios latinoamericanos. Los estudiantes trabajaron en grupos con el fin de abrir páginas nuevas o de mejorar las que ya había.

    Estos proyectos de intervención directa sobre la realidad digital existen desde hace tiempo en el mundo educativo. En Nodos Ele los pusimos en marcha a partir del estímulo de Christian Olivier. Todos los miembros del grupo los hemos usado en el campo de la enseñanza de Español para Extranjeros (ELE).

    En todo caso, sigue siendo sorprendente que se hable de la Wikipedia desde un punto de vista «edupunk», cuando sus fundamentos teóricos vienen del mundo de la libertad de mercado cercano al anarcocapitalismo, como ha declarado por activa y por pasiva su creador, Jimmy Wales.

  • CUNY Academic Commons, proyecto de la City University of New York que integra plataformas gratuitas en un entorno abierto. A mí me parece muy bien, ya que entiendo «free» en sus dos sentidos de «gratis» y «libre». Lo que no entiendo es qué tiene esto de «edupunk».

    Es una opción, como podría ser la de usar herramientas propietarias. El tema no está ahí, sino en una implementación que no cree «safe spaces» educativos, porque entonces lo que se hace es crear un monopolio público que no tiene nada de abierto.

Partiendo de esas premisas, no veo diferencia en que se use WordPress, Google Apps for Education o Apple´s iTunesU. Lo importante es que no nos vengan con imposiciones desde sus «safe spaces» universitarios.

Update: No me gustaría, en todo caso, dejar la sensación de que el trabajo de Groom y Lamb no me parezca valioso. Lo he dicho muchas veces, lo que me parece una estafa del «edupunk» es su radicalismo contra el intercambio propietario y la forma en que intentan cerrar el conocimiento dentro de «safe spaces». Por lo demás, recomiendo que se lean sus textos con mucha atención, por ejemplo el magnífico «The un-education of the technologist», del que hay traducción española en la Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento de la UOC.

Xavi, David Silva o el valor de la conectividad (pequeña reivindicación del líbero)

Mathias Dharmawirya ha publicado en Scientometrics, Knowledge Management, and Social Network Analysis una entrada en la que basándose en la definición ORA de autoridad en un sistema de nodos distribuídos, ha llegado a la conclusión de que en la selección española «Xavi is authority central because he received passes from other players who passes the balls a lot (i.e. played the distributor role in the team)».

Xavi ha pasado el balón 464 veces, con un nivel de «accuracy» del 80%, pero apenas lo ha hecho con David Silva. Este hecho ha sido el que ha motivado que David Silva sólo jugara el primer partido contra Suiza, al quedar fuera de la red de conexiones fuertes, a pesar de su talento. De este hecho, concluye:

Talent alone may not guarantee a place in an organization, one should make sure he/she can mesh together with other team member (especially with the influential people in the organization.)

Me parece un post inteligente y complejo, que puede ser aplicado a nuestro trabajo como profesores y como gestores (de contenido y de muchas más cosas…). Sin embargo, hay algo que me rechina en esta exaltación de Xavi como «facilitador». De hecho, diría que somos muchos los aficionados al fútbol que echamos de menos la figura del líbero, desaparecida desde los tiempos de Beckenbauer, Figueroa o Baresi (el último de los grandes).

En un once titular el líbero es un jugador «libre» de obligaciones de marca y que no está sujeto a una zona que deba cubrir. Su valor reside en su libertad, su polivalencia y su talento (un líbero la pone literalmente donde quiere). Un buen líbero es capaz de crear el caos y desequilibrar un partido a favor de su equipo.

No sé a ustedes, pero el post de Dharmawirya me sugiere una enorme cantidad de reflexiones sobre conceptos como conectividad, autoridad, libertad, talento, educación etc.

Hacking the Academy

Can an algorithm edit a journal? Can a library exist without books? Can students build and manage their own learning management platforms? Can a conference be held without a program? Can Twitter replace a scholarly society? (…)

In keeping with the spirit of hacking, the book will itself be an exercise in reimagining the edited volume.

Any blog post, video response, or other media created for the volume and tweeted (or tagged) with the hashtag #hackacad will be aggregated at hackingtheacademy.org (submissions should use a secondary tag — #class #society #conf #journal #book #tenure #cv #dept #edtech #library — to designate chapters).

The best pieces will go into the published volume. The volume will also include responses such as blog comments and tweets to individual pieces. If you’ve already written something that you would like included, that’s fine too, just be sure to tweet or tag it (or email us the link to where it’s posted).

Así se presenta el proyecto llevado a cabo por Tom Scheinfeldt y Dan Cohen (he querido resaltar algunas ideas) mediante el cual se propusieron escribir y publicar un libro colaborativo sobre «hackear las instituciones académicas» y reconstruir la educación, y lo han conseguido en una semana.

Los capítulos del libro, que han estado abiertos a colaboraciones del 21 al 28 de mayo, son los siguientes:

En NodosELE llevamos ya tiempo tratando muchos de estos temas y este trabajo nos ha llamado la atención principalmente por cómo ha sido elaborado y editado colaborativamente, dando importancia a los medios de comunicación que utilizamos.

Este es uno de los caminos por los que apostamos.

Brian Lamb no es tu amigo

Desde que surgiera la etiqueta Edupunk, en este blog hemos discutido bastante al respecto, hasta el punto de dar lugar a un debate interno (Edupunk vs. Edupop) que no tardó en cobrar forma y entidad propia en el Manifiesto Edupop, que redactamos David Vidal y Emilio Quintana.

Gran parte de la gracia del Edupunk residía en el espíritu subversivo del movimiento, en su espontaneidad (parecia no estar promovido por nadie en concreto, pese a tener gurús), y en su carácter provocador. Y digo residía porque en la última y pulida revisión del movimiento, la que nos mostró Brian Lamb en el I+C+I al que asistimos el martes pasado en Barcelona (organizado por Juan Freire y Zemos’98), poco tiene que ver con aquel movimiento combativo que pretendía remover los cimientos del sistema educativo.

Vídeo 1: Brian Lamb explica cómo y dónde surge el término Edupunk

Me llama mucho la atención, sobre todo, que Lamb ha modificado sustancialmente la propia definición del movimiento. Si hace unos meses las señas de identidad del Edupunk eran «no ser perfecto, no estar pulido y no ser comercialmente aceptable», ahora lo importante es que sea «rápido, barato y fuera de control».

Esto suaviza con mucho la posición inicial, y además -si sigues la conferencia completa se ve claro- convierte al Edupunk en un movimiento mainstream, relacionado más con la revolución 2.0 (y las empresas que la hicieron posible), que con la lucha y la agresividad contra el caduco sistema educativo imperante, que podría deducirse de la imaginería propia del movimiento.

Vídeo 2: La conferencia completa de Brian Lamb en I+C+I (descarga directa)

Porque, sí, Lamb habla de usar las herramientas del sistema para combatirlo, citando a los Sex Pistols, pero en su caso, como los londinenses, de lo que hablamos en realidad es de «balas de fogueo». En mi opinión, Lamb ha traicionado los principios (sí, he escrito «principios») del Edupunk, y sus seguidores deberían sentirse más que engañados por quien no pretende otra cosa que mantener el status quo, las estructuras educativas vigentes, así como una posición acomodada y conformista.

La prueba es, sin duda, la invitación a una llamada «revolución secreta», que tiene más de circo que de «revolución», y que más que «secreta» es cobardona; resumiendo: Lamb insta a los profesionales de la educación a transformar las aulas, pero sin molestar mucho a los de arriba, directores, inspectores o lo que sea… no vaya a ser que les retiren la nómina. Estas 3 capturas reflejan cómo se vio en Twitter este punto el martes pasado:



Con gurús como estos, vamos dados… Más enlaces para no perderse: